El presidente de la Autoridad palestina, Mahmud Abás, se enfrenta a las críticas de los refugiados palestinos por afirmar que no desea "inundar" Israel con millones de refugiados.
Abás realizó esas declaraciones a comienzos de la semana pasada, durante una reunión en su oficina de Ramala con decenas de estudiantes israelíes, en lo que fue el primer encuentro directo de este tipo entre el presidente de la AP y jóvenes israelíes.
Abás también ha sido criticado por saltarse la prohibición -establecida por activistas palestinos- de no reunirse con israelíes. Dicha prohibición fue impuesta en los últimos años por activistas anti-normalización que se oponen a semejantes encuentros entre israelíes y palestinos.
La controvertidas declaraciones de Abás sobre el derecho de retorno subrayan las dificultades que afronta el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en su intento de lograr un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos. La reacción de estos últimos a las manifestaciones de Abás muestra que la cuestión de los refugiados sigue siendo delicada y explosiva, y podría torpedear cualquier acuerdo palestino-israelí.
Abás dijo a los estudiantes israelíes que la afirmación de que pretenda "inundar" Israel con cinco millones de refugiados era absurda:
Hay propaganda que afirma que Abu Mazen [Abás] busca el regreso de cinco millones de refugiados para destruir el Estado de Israel. Eso no es cierto, en absoluto. Todo lo que dijo fue: pongamos la cuestión de los refugiados sobre la mesa, porque es un tema delicado que precisa ser resuelto para acabar con el conflicto, y para que los refugiados se sientan satisfechos con un acuerdo de paz. Pero no pretendemos inundar Israel con millones [de personas] para alterar su demografía. Eso es absurdo.
Representantes de los refugiados palestinos no tardaron en lanzar críticas contra Abás, a quien acusaron de renunciar al derecho de retorno de millones de palestinos a sus antiguos pueblos y ciudades de Israel.
En el Líbano, donde unos 450.000 palestinos viven en diversos campamentos de refugiados y son sometidos a leyes segregacionistas que les niegan el acceso a muchos trabajos y a servicios económicos, sanitarios y educativos, los comentarios de Abás fueron acogidos con profundo resentimiento. Durante una reunión de emergencia en uno de los campamentos, Abás fue acusado de "renunciar al derecho de retorno y perjudicar los derechos palestinos".
Los refugiados afirmaron que les indignaba especialmente el hecho de que las cartas de protesta que enviaron a la embajada de la Autoridad Palestina en Beirut fueran ignoradas por completo.
El Dr. Esam Udwan, experto en cuestiones relativas a los refugiados, dijo que "las declaraciones de Abás han dañado los derechos palestinos". Acusó a Abás de hacer concesiones a Israel a cambio de nada, y declaró:
Estas afirmaciones reflejan la convicción de Abás de que la cuestión de los refugiados es infructuosa y de que éstos no tienen derecho a regresar porque eso supondría ahogar a Israel. Resulta completamente inaceptable. ¿Quién ha dicho que sólo haya cinco millones de refugiados? La verdadera cifra es de ocho millones. Abás mencionó a los cinco millones registrados en la UNRWA [Agencia de Naciones Unidas para los refugiados de Palestina en Oriente Próximo] que se benefician de sus servicios. Pero hay millones que no reciben servicios de la UNRWA y que no están registrados en ella. Eso no significa que se les deba negar el derecho de retorno.
Alí Huwaidi, otro experto en cuestión de refugiados, también atacó a Abás:
Independientemente de las declaraciones de Abás, el derecho de retorno está garantizado, independiente y colectivamente, por resoluciones de Naciones Unidas. Los refugiados no renunciarán a su derecho, independientemente de dónde estén viviendo actualmente. A Abás le preocupa inundar Israel con cinco millones de refugiados, mientras que Israel ha traído a un millón de personas de la antigua Unión Soviética y nadie se ha quejado por ello. Nuestro refugiados no aceptarán ninguna alternativa a su derecho de retorno a su patria, y no nos importa cuál sea la postura de Abás.
Muchos palestinos afirmaron que Abás no estaba autorizado a hacer concesiones o a hablar en nombre de los refugiados.
No es la primera vez que Abás se ve atacado por la cuestión de los refugiados. El año pasado, Abás declaró a una cadena de televisión israelí que él, personalmente, no quería regresar a Safed, su ciudad natal, en el norte de Israel. Ese comentario también fue considerado por sus críticos como una señal de que estaba dispuesto a "rendir" el derecho de retorno de millones de refugiados.
El periódico online palestino Rai al Youm escribió, refiriéndose a la postura de Abás respecto a los refugiados:
El presidente Abás ha renunciado a su derecho personal de regresar a su ciudad natal de Safed. Dijo que no quiere regresar a su hogar y que vivirá en Ramala. Esta concesión, para nosotros, es un grave pecado, porque el presidente debería dar ejemplo a su pueblo y no hacer concesiones en sus derechos. Instamos al presidente Abás a que deje de hablar de la cuestión de los refugiados, porque éstos no lo han autorizado a hacer concesión alguna en su derecho de retorno.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) también se ha unido al coro de críticos de Abás. El grupo afirmó en una declaración que el comentario de Abás sobre los refugiados era una "peligrosa concesión", que reflejaba únicamente su postura personal. "Los palestinos no están obligados por estas declaraciones", declaró el FPLP.
Hamás, la Yihad Islámica y otros grupos palestinos también han condenado enérgicamente las declaraciones de Abás, calificándolas de "peligrosas", y han añadido que no tiene autoridad para hablar en nombre de todos los refugiados. Estos grupos también atacaron a Abás por celebrar "cordiales" reuniones con el "enemigo" israelí.
Las reacciones a las declaraciones de Abás relativas a la cuestión de los refugiados muestran que cualquier acuerdo que alcance Abás con Israel, bajo presión de Estados Unidos, no supondrá el fin del conflicto con los israelíes. Demuestran también que millones de palestinos siguen creyendo que un día se les permitirá trasladarse a Israel, independientemente de que se establezca un Estado palestino en la Margen Occidental, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental o no.