El Partido Popular de Austria, antiinmigración, y el Partido de la Libertad de Austria, anti establishment, han alcanzado un acuerdo y creado una nueva coalición para gobernar Austria durante los próximos cinco años. La innovadora alianza, que juró su cargo el 18 de diciembre, está lista para catapultar Austria a la vanguardia de la resistencia de la Europa occidental frente a la migración procedente del mundo musulmán.
El canciller electo, Sebastian Kurz (31), que ganó las elecciones generales austriacas el 15 de octubre tras hacer una campaña basada en la promesa de que acabaría con la inmigración ilegal, gobernará con Heinz-Christian Strache (48), líder del Partido de la Libertad, que ha alertado de que la migración masiva está "islamizando" Austria. Según dicho acuerdo, Strache será vicecanciller. El Partido de la Libertad también se hará cargo de los ministerios de Defensa, Interior y Asuntos Exteriores.
El canciller electo austriaco, Sebastian Kurz (en la imagen), que se impuso en las elecciones tras prometer en campaña que pondría fin a la inmigración ilegal, gobernará con Heinz-Christian Strache, de 48 años, el líder del Partido de la Libertad, que ha advertido de que la inmigración masiva está "islamizando" Austria. (Foto: Raul Mee/EU2017EE/Flickr) |
Kurz ha sido un destacado crítico de la política migratoria de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel, la cual ha permitido que más de un millón de migrantes, en su mayoría hombres, de África, Asia y Oriente Medio entrara en el país en los últimos dos años.
En su periodo como ministro de Exteriores, Kurz fue decisivo para conseguir la aprobación parlamentaria de una novedosa ley que regula la integración de los inmigrantes. La llamada Ley de Integración —que prohíbe los velos musulmanes que cubren totalmente el rostro en los espacios públicos y que los radicales islámicos distribuyan el Corán— establece normas y deberes claros para que los solicitantes de asilo y refugiados reconocidos como tales obtengan el permiso de residencia en el país.
La nueva ley exige a los inmigrantes de los países de fuera de la UE que firmen un "contrato de integración" que les obliga a aprender alemán oral y escrito y a recibir cursos sobre los "valores básicos del sistema legal y social de Austria". También se exige a los migrantes que "adquieran conocimientos sobre el orden democrático y los principios básicos que de él se derivan".
Anteriormente, Kurz había sido clave para reformar la centenaria Ley sobre el Islam (Islamgesetz), que regía el estatus de los musulmanes en el país. La nueva ley, aprobada en febrero de 2015, tiene por objeto integrar a los musulmanes y combatir el radicalismo islámico promoviendo un "islam con un carácter austriaco". También hace hincapié en que la ley austriaca prevalece sobre la ley islámica de la sharia para los musulmanes que viven en el país.
La población musulmana de Austria supera ahora los 700.000 habitantes (o aproximadamente el 8% de la población total), frente a una cifra estimada de 340.000 (o el 4,25%) en 2001, y 150.000 (o el 2%) en 1990, según datos recopilados por la Universidad de Viena.
El enorme cambio demográfico y religioso que se está produciendo en Austria, un país tradicionalmente católico romano, parece irreversible. En Viena, donde la población musulmana supera ahora el 12,5%, los alumnos musulmanes ya superan en número a los alumnos católicos en los centros de enseñanza media y secundaria. Los estudiantes musulmanes también están a punto de superar a los católicos en las escuelas de primaria vienesas.
Al mismo tiempo, Austria se ha convertido en una importante base para el islam. La Agencia para la Protección del Estado y la Lucha Antiterrorista de Austria (BVT) ha advertido de la "explosiva radicalización de la escena salafista en Austria". El salafismo es una ideología antioccidental que persigue imponer la ley islámica de la sharia.
"La inmigración que hemos visto en los últimos años está cambiando nuestro país no de forma positiva, sino negativa", dijo Kurz, que hizo campaña con un programa basado en "la ley y el orden": "La inmigración sin controles destruye el orden en un país".
Strache, defensor de Israel que ha distanciado su partido de la retórica de la extrema derecha, insiste en que el antisemitismo no tiene cabida en su partido y ha pedido un frente común contra los islamistas. También ha prometido "garantizar que los boicots [contra los productos israelíes] salgan de la agenda".
Durante una visita en abril de 2016 al memorial del Holocausto de Yad Vashem en Jerusalén por invitación de Likud, el partido del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Strache dijo:
Para nosotros, es importante actuar contra el antisemitismo, y también contra el islamismo y el terrorismo, y hablar de los asuntos que tenemos en común. El antisemitismo resurge a menudo desde el islamismo y desde la izquierda.
Tenemos mucho en común [con Israel]. Siempre digo que si hay que definir el Occidente judeocristiano, entonces Israel representa una especie de frontera. Si Israel cae, Europa cae. Y si Europa cae, Israel cae.
Strache ha llamado a Merkel "la mujer más peligrosa de Europa" por sus políticas migratorias, y ha dicho repetidas veces que el islam "no forma parte" de Austria. Strache también ha alertado de que el "influjo incontrolado de migrantes que son ajenos a nuestra cultura, que se filtran en nuestro sistema de bienestar [...] hace que la guerra civil en el medio plazo no sea algo improbable". Strache, euroescéptico, ha llamado "monstruo burocrático" a la Unión Europea, y ha dicho que Gran Bretaña "estará seguramente mejor después del Brexit".
Por insistencia de Strache, Karin Kneissl, experta independiente en Oriente Medio que habla ocho idiomas, incluidos el árabe y el hebreo, será la nueva ministra de Exteriores de Austria. Kneissl ha criticado con dureza al presidente de la Comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, al que ha descrito como "el César de Bruselas". También ha criticado la política migratoria de Merkel tachándola de "flagrantemente negligente".
Kneissl ha dicho que la mayoría de los "refugiados" que llegan a Europa son en su inmensa mayoría hombres con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años que son "migrantes económicos controlados por la testosterona". En una entrevista en la televisión austriaca, Kneissl dijo que una de las principales razones de las revueltas en el mundo árabe era que "muchos jóvenes árabes ya no pueden encontrar esposa porque ni trabajan ni tienen casa propia, y por lo tanto no pueden alcanzar el estatus del hombre en una sociedad tradicional".
El presidente del Partido de la Libertad, Herbert Kickl, escritor de discursos para el difunto líder del partido Jörg Haider y confidente de Strache, será el ministro de Interior, un puesto clave para la seguridad doméstica y el control de fronteras, mientras que Mario Kunasek, soldado profesional, dirigirá el Ministerio de Defensa. De los 16 ministros del futuro gobierno, sólo Kurz tiene experiencia de gobierno.
Un documento de 180 páginas explica la nueva agenda del gobierno entre hoy y 2022. Promete aplicar mano dura al islam político y a la inmigración ilegal; acelerar las decisiones sobre asilo y patrocinar una cumbre de la UE sobre la inmigración cuando Austria ocupe la presidencia de la UE en la segunda mitad de 2018.
El documento también promete dar más oportunidades a los austriacos para votar en referéndum, aunque se niega explícitamente a permitir un referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea.
Además, el documento promete: exigir a los migrantes que aprendan alemán; exigir a los alumnos migrantes de infantil que no tienen suficientes competencias en alemán que repitan el periodo de parvulario antes de pasar a primaria; aumentar las penas por delitos sexuales; fortalecer la defensa austriaca; contratar a más agentes de policía; y reducir la burocracia y no subir los impuestos.
Sin embargo, el documento también promete un fuerte compromiso con la Unión Europea: "Sólo en una Europa fuerte puede haber una Austria fuerte donde podamos aprovechar las oportunidades del siglo XXI".
Algunos observadores han dicho que el compromiso profesado por Kurz hacia la Unión Europea estaba dirigido a calmar las preocupaciones en Europa sobre los objetivos políticos euroescépticos y contra la islamización del Partido de la Libertad. Otros han descrito a Kurz como un pragmático "que es anti establishment y establishment al mismo tiempo".
Kurz, no obstante, ha prometido rechazar la cuota de migrantes a que obliga la Unión Europea. "Trabajaré para cambiar esta equivocada política sobre refugiados", dijo. "Sin una protección adecuada de las fronteras externas de la UE, no podremos lidiar con el problema de la inmigración ilegal".
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York.