El acrónimo en francés del Partido ISLAM belga significa: "Integridad, Solidaridad, Libertad, Autenticidad, Moralidad". Los líderes del Partido ISLAM quieren al parecer convertir Bélgica en un Estado islámico. Lo llaman "democracia islamista" y tienen un horizonte temporal: 2030.
Según la revista francesa Causeur, "el programa es pasmosamente simple: reemplazar todos los códigos civiles y penales por la ley de la sharía. Punto". Creado en vísperas de las elecciones municipales de 2012, el Partido ISLAM obtuvo enseguida unos resultados impresionantes. Sus números son alarmantes.
El efecto de este nuevo partido, según Michaël Privot, experto sobre el islam, y Sebastian Boussois, politólogo, podría ser la "implosión del cuerpo social". Algunos políticos belgas, como Richard Miller, están defendiendo ahora la ilegalización del Partido ISLAM.
El semanario francés Le Point detalla los planes del Partido ISLAM: Le gustaría "prevenir el vicio prohibiendo los establecimientos de juego (casinos, salas de juego y agencias de apuestas) y la lotería". Además de autorizar llevar la pañoleta musulmana en las escuelas y un acuerdo sobre las festividades religiosas islámicas, el partido quiere que todos los colegios de Bélgica ofrezcan comida halal en sus menús escolares. Redouane Ahrouch, uno de los tres fundadores del partido, también propuso segregar a los hombres y las mujeres en el transporte público. Ahrouch perteneció en los años noventa al Centro Islámico Belga, un nido de fundamentalismo islámico donde se reclutaron candidatos para la yihad en Afganistán e Irak.
El Partido ISLAM sabe que la demografía está de su parte. Ahrouch ha dicho: «En doce años, Bruselas estará compuesta principalmente de musulmanes». En las próximas elecciones belgas, el Partido ISLAM se dispone a presentar candidatos en 28 municipios. A primera vista, parece una proporción ínfima para los 589 municipios belgas, pero demuestra el progreso y las ambiciones de este nuevo partido. En Bruselas, el partido estará representado por 14 listas de las 19 posibles.
Seguramente por eso el Partido Socialista teme ahora el auge del Partido ISLAM. En 2012, el partido logró, cuando se presentaba en sólo tres distritos de Bruselas, dos representantes electos en dos de ellos (Molenbeek y Anderlecht), y sólo falló por un estrecho margen en el centro de Bruselas.
Dos años después, durante las elecciones parlamentarias de 2014, el Partido ISLAM intentó ampliar su base en dos distritos electorales, el centro de Bruselas y Lieja. Una vez más, los resultados eran impresionantes para un partido que está a favor de la introducción de la sharía, la ley islámica, en Bélgica. En Bruselas ganaron 9.421 votos (casi el 2%).
Este movimiento político empezó al parecer en Molenbeek, "la madriguera de los radicales belgas", un "hervidero de reclutadores para el Estado Islámico de Irak y el Levante". Los yihadistas estaban al parecer planeando atentados por toda Europa e incluso en Afganistán. El escritor francés Éric Zemmour, dijo irónicamente que en vez de bombardear Raqa (Siria), Francia debería "bombardear Molenbeek". En Molenbeek, actualmente 21 funcionarios municipales de 46 son musulmanes.
Bélgica, 18 de marzo de 2016: policías antidisturbios custodian una calle del distrito bruselense de Molenbeek después de que se produjera una serie de disturbios saldados con la detención de varias personas, entre las que se contaba Salah Abdeslam, uno de los autores de los ataques de París de noviembre de 2015. (Foto: Carl Court/Getty Images). |
"La capital europea será musulmana en veinte años", escribió Le Figaro.
Casi un tercio de la población de Bruselas ya es musulmán, señaló Olivier Servais, sociólogo de la Universidad Católica de Lovaina. "Los practicantes del islam, a causa de su alta tasa de natalidad, habrá de ser mayoría en 'quince o veinte años'. Dese 2001 [...] Mohamed es el nombre más común que se le pone a los niños que nacen en Bruselas.
El partido ISLAM está trabajando en un entorno favorable. Según el alcalde de Bruselas, Yvan Mayeur, todas las mezquitas de la capital europea están ahora "en manos de los salafistas". Hace unas semanas, el Gobierno belga canceló el alquiler de larga duración de la más grande y antigua mezquita del país, la Gran Mezquita de Bruselas, a la familia real saudí, "como parte de lo que las autoridades dicen que es un intento de combatir la radicalización". Los funcionarios dijeron que la mezquita era "un semillero para el extremismo".
Un informe confidencial realizado el año pasado reveló que la policía había descubierto 51 organizaciones en Molenbeek sospechosas de tener vínculos con el yihadismo.
¿Quizá es el momento de que la Bélgica durmiente empiece a despertar?