Destacados analistas y comentaristas políticos árabes andan perplejos por que la Administración Biden haya optado por apaciguar a Irán y a los islamistas en vez de por trabajar con los aliados tradicionales de Washington en la región. En la imagen (AFP, vía Getty Images), el entonces vicepresidente Joe Biden (izquierda) conversa con el entonces canciller saudí, príncipe Saud al Faisal (centro), en la base aérea de Riad, Arabia Saudí (27 de octubre de 2011). |
Destacados analistas y comentaristas políticos árabes andan perplejos por que la Administración Biden haya optado por apaciguar a Irán y a los islamistas en vez de por trabajar con los aliados tradicionales de Washington en la región.
En una serie de artículos aparecidos tras la publicación del informe de la inteligencia norteamericana sobre el asesinato del periodista saudí Yamal Jashogui, numerosos analistas y columnistas árabes han advertido de que la Administración Biden está dañando los intereses norteamericanos en Oriente Medio.
Hay quien ve la decisión de publicar el referido informe como una suerte de secuela de la fracasada política obamita de injerirse en los asuntos internos de los países árabes. Y señalan que las autoridades del Reino ya han castigado a los implicados en el asesinato de Jashogui en el consulado saudí de Estambul (2018). A su juicio, la Administración Biden "ha adoptado una política de enemistarse con los aliados y apaciguar a los enemigos".
"La Justicia saudí impuso las más severas penas a los perpetradores de ese acto moral y legalmente inaceptable", ha escrito el periodista sirio Abduljalil Alsaeid. "La dirigencia saudí se esmeró en no politizar el caso".
Alsaeid cree que funcionarios de la Administración Biden procedentes de la Administración Obama tratan de dañar deliberadamente las relaciones entre EEUU y Arabia Saudí:
El sector obamista del equipo de Biden se considera en estado de hostilidad con Arabia Saudí porque los diplomáticos del Reino consiguieron persuadir al presidente Trump de que se retirara del funesto acuerdo nuclear [con Irán] (...) El sector obamista del Partido Demócrata acepta al régimen de Teherán y hace la vista gorda ante el terrorismo iraní en Siria, Irak, el Yemen y el Líbano.
Asimismo, destaca que Arabia Saudí y otros Estados del Golfo se oponen a una vuelta al viejo acuerdo nuclear con Irán:
La fallida campaña de presión contra Arabia Saudí generará un escenario no deseado para EEUU, de hostilización del aliado y apaciguamiento del enemigo (...) Riad, como muchas otras capitales del Golfo, tiene alianzas muy importantes con EEUU; la asociación saudí con los americanos dura ya decenios, y ha resultado en un importante combate contra el terrorismo.
El presidente Biden "tiene derecho a hablar de los valores democráticos de América", añade Alsaeid, "pero ¿por qué esos mismos valores no se predican para hacer responsable a Hezbolá del reciente asesinato de Lokman Slim [editor libanés contrario a Hezbolá], o ante la matanza de miles y miles de sirios por parte de grupos proiraníes?".
Emad Eldin Adib, prominente hombre de negocios y presentador de televisión egipcio, afirma que la Administración Biden está "recompensando el despotismo iraní y castigando a Arabia Saudí". La Administración Biden, advierte, está tratando con dureza a Riad "por un crimen, la muerte de Jashogui, mientras rehabilita a Teherán, que ha perpetrado un millón de crímenes peores".
Adib apunta a que Irán sigue con sus violaciones de los derechos humanos, mientras que en los últimos años Arabia Saudí se ha embarcado en unas reformas de gran calado.
Las libertades de expresión, manifestación y asociación están vedadas en Irán. Irán impide el desarrollo normal de la vida en sociedad y reprime las manifestaciones, las reuniones privadas y los seminarios intelectuales. Dicta sentencias de muerte contra opositores y practica toda suerte de torturas sistemáticas contra detenidos y prisioneros. Así como la persecución y opresión de las minorías religiosas.
En vez de castigarlo, dice Adib, "la Administración Biden está tratando de llevar a Irán de vuelta a la mesa de negociaciones, levantar las sanciones y liberar sus activos, mientras interrumpe los envíos de armas y repuestos a Arabia Saudí, Egipto y Emiratos".
Washington anda revocando la designación de los huzis como movimiento terrorista yemení, y en consecuencia alentándoles a incrementar sus ataques misilísticos contra instalaciones y civiles inocentes saudíes. Washington hace la vista gorda con los satélites iraníes en la región.
El escritor emiratí Mohamed Jalfán al Sawafi afirma que una de las "calamidades" que padecieron los árabes durante la presidencia de Barack Obama fue la injerencia norteamericana en los asuntos internos de sus países. Y alerta de que Biden cometió "el mismo error" que Obama al publicar el informe sobre el asesinato de Jashogui:
Como árabes, no tenemos el menor problema en que las potencias regionales o las superpotencias desempeñen un papel en la política internacional (...) Pero rechazamos la interferencia de cualquier sistema político o Administración que crea que su estatus internacional, militar y financiero le permite lastimar a nuestros líderes. Parece que hay ciertas agendas que no se completaron durante la época de Obama, y la Administración Biden quiere devolvernos al tiempo en que Biden era vicepresidente de EEUU. En vez de confirmar los temores árabes sobre el retorno de la política obamita, lo apropiado sería que [Washington] respetarse la política social y cultural árabe, que no acepta que se dañen los símbolos políticos y religiosos.
Según Al Sawafi, la publicación del informe sobre el asesinato del periodista saudí fue un signo de que la Administración Biden "está contra las aspiraciones de los saudíes [y los demás] pueblos del Golfo de [emprender] reformas y [conseguir] estabilidad". Washington debería evitar ponerse en una posición lesiva para las relaciones de EEUU con los países árabes, añade. "La Administración Obama hizo que una serie de países árabes se acercaran a China y Rusia. La Administración Biden está trabajando sobre esta base: si tienes un problema y no eres capaz de resolverlo, complícalo o trabaja a la contra".
El columnista saudí Hamud Abu Talib acusa a la Administración Biden de ser dadivosa con los grupos terroristas respaldados por Irán y castigar a sus aliados árabes, empezando por Arabia Saudí. Abu Tali señala que, en el mismo día en que la Administración Biden anunció su intención de sacar a la milicia huzi de la lista norteamericana de organizaciones terroristas extranjeras, el grupo yemení lanzó misiles balísticos y drones explosivos hacia Arabia Saudí. "EEUU siendo obsequiosa con la milicia huzi", sentencia.
Las falsas acusaciones contra el Reino adoptadas por la Administración Biden y los intentos [norteamericanos] de interferir en sus decisiones soberanas complican la situación y hacen la cooperación más difícil. América sabe perfectamente que el Reino desempeña un rol primordial en todos los asuntos regionales, cuál es su peso político y económico, su alcance en el mundo islámico y en el árabe y su asociación estratégica como poderoso y confiable aliado de América desde hace ocho décadas. Así pues, sería una gran estupidez por parte de la Administración Biden continuar provocando al Reino o apoyando a los huzis y quedándose al margen ante sus ataques.
El columnista saudí aconseja a la Administración Biden que no complique las cosas en Oriente Medio y "deje de apoyar a milicias terroristas que amenazan la seguridad de la región como la huzi, respaldada por el régimen iraní, el peor régimen terrorista del planeta".
Otro columnista saudí –y activista político–, Zuhair al Harzi, ha manifestado sus temores de que la política mesoriental de Biden se parezca a la "capitulación" de Obama.
Las dudas y la inacción norteamericanas, interpretadas por Teherán en aquel entonces [los años de Obama] como debilidad, son lo que tientan [a Irán] a pensar ahora lo mismo y chantajear al nuevo presidente (...) La Casa Blanca está en retirada y carece de una idea clara. El régimen iraní recurrió a esos métodos antes y recurre a ellos hoy con la Administración Biden, en vista del comportamiento similar del presidente Obama. El estado de aturdimiento político de Washington no tiene una explicación lógica, sobre todo cuando se compara con lo que hizo la Administración del presidente Trump para meter en cintura al régimen iraní. Es importante que el presidente Biden comprenda los auténticos peligros que afrontan los Estados del Golfo, el rol de los aliados de EEUU y la amenaza que representan sus enemigos. El entonces secretario de Estado Mike Pompeo tenía razón cuando aseguraba que el régimen iraní sólo entiende el lenguaje de la fuerza. Confiábamos en que Biden utilizara las sanciones reimpuestas por Trump para forzar a Irán a negociar asuntos que no estaban incluidos en el Plan de Acción Integral Conjunto de 2015.
Los últimos tres años de la Presidencia Obama fueron "catastróficos en cada sentido de la palabra", remacha Al Harzi.
¿Caerá Biden en la misma trampa? El estatus de Washington declinó durante la Presidencia Obama. ¿Repetirá Biden los mismos errores fatídicos de Obama? La gestión norteamericana de los asuntos regionales fue en aquel momento motivo de bochorno, con su apoyo a la Hermandad Musulmana y su entrega de Irak y Afganistán a Irán en bandeja de plata.
El escritor egipcio Emile Amin también ha advertido a Biden contra la adopción de las políticas mesorientales de la Administración Obama, especialmente el respaldo y "flirteo con el fundamentalismo islámico". Amín dice que nadie en el mundo árabe conoce la razón por la que Biden corre a "arrojarse en brazos" de Irán y los islamistas. "Si uno mira a Washington hoy, antes incluso de que se cumplan los primeros cien días de la Presidencia Biden, pareciera que EEUU no ha aprendido de sus malas experiencias", escribe. "El equipo de Biden está muy cerca de repetir los mismos errores del pasado, especialmente en lo concerniente a los islamistas".
En resumen: los árabes están diciendo a la Administración Biden: apenas estamos en los primeros días de vuestro mandato y ya estáis poniendo en grave riesgo las relaciones con vuestros aliados árabes. Al cargar las tintas en el caso Jashogui, estáis perdiendo a vuestros amigos en Oriente Medio. Al apaciguar a Irán, estáis reforzando a los terroristas musulmanes. Llevad cuidado: repetir las erróneas y mal concebidas políticas de la Administración Obama no beneficiará sino que perjudicará los intereses norteamericanos.