Todo comenzó como una intifada de los niños en Jerusalén, donde se animó a que palestinos de entre 8 y 18 años tomaran las calles y lanzaran piedras y artefactos pirotécnicos contra vehículos conducidos por policías y civiles israelíes.
Ahora, en cambio, los palestinos se refieren a ello como a una intifada de los coches, después de que dos conductores palestinos arrollaran deliberadamente a israelíes en Jerusalén en el curso de las dos últimas semanas.
La intifada de los coches, que se ha cobrado la vida de cuatro israelíes, incluida la de una niña de tres meses, es aclamada por muchos palestinos como "respuesta natural a los crímenes israelíes".
Los "crímenes" a los que se refieren son las visitas, individuales o colectivas, de judíos al Monte del Templo de Jerusalén.
La Autoridad Palestina (AP), Hamás y la Yihad Islámica se valen de dichas visitas para agitar a los palestinos contra Israel. Los recientes ataques terroristas en Jerusalén son consecuencia directa de esta campaña de incitación.
La viuda de Ibrahim Akari, el palestino de 48 años que embistió con su coche a un grupo de israelíes en Jerusalén el 5 de noviembre, declaró que su esposo se había visto influido por escenas televisivas de enfrentamientos entre palestinos y policías israelíes en el Monte del Templo.
Amira, la viuda, dijo que su esposo llevó a cabo el atentado como represalia contra los "asaltos" israelíes a la mezquita de Al Aqsa. "Fue martirizado en nombre de la mezquita de Al Aqsa", afirmó.
Akari también pudo haber sido persuadido por unas recientes declaraciones del presidente de la AP, Mahmud Abás, para que fuera a arrollar a israelíes. Dos semanas antes del ataque, el rais instó a los palestinos a "emplear todos los medios" para proteger la mezquita de Al Aqsa.
"No basta con decir que los colonos vinieron (al Monte del Templo); debe impedírseles por todos los medios que entren en el recinto. Es nuestra [mezquita de Al] Aqsa, y no tienen derecho a entrar en ella y profanarla", les dijo Abás a unos activistas durante una reunión en su despacho de Ramala.
Por si no bastara con ello, Abás animó indirectamente a los palestinos para que recurrieran a la violencia contra Israel al alabar al palestino que disparó contra el activista Yehuda Glick y lo hirió el pasado 29 de octubre en Jerusalén.
Una unidad especial de la Policía localizó al autor de los disparos horas más tarde y lo abatió en un tiroteo.
En una carta dirigida a la familia del asesino frustrado, Mutaz Hiyazi, Abás escribió: "Hemos recibido, indignados, la noticia del atroz asesinato cometido por los terroristas del ejército de ocupación israelí contra vuestro hijo, que irá al cielo como un mártir que ha defendido los derechos de nuestro pueblo y sus lugares sagrados".
La carta de condolencias infringe la promesa de Abás al secretario de Estado estadounidense John Kerry: actuar para calmar la situación y abstenerse de discursos encendidos que conduzcan a más violencia y derramamiento de sangre.
Lo que resulta más perturbador es el amplio apoyo por parte de los palestinos a los recientes atentados terroristas en Jerusalén.
Dicho apoyo se manifiesta fundamentalmente a través de las redes sociales, donde activistas palestinos han lanzado campañas que alaban a los autores de los atentados y animan a otros a seguir sus pasos.
La campaña más popular lleva por título Daes, que significa "atropellar" en árabe. Daes también hace referencia a Daesh, el acrónimo árabe del Estado Islámico de Irak y el Levante. La campaña online incluye viñetas que animan a los palestinos a emplear sus vehículos para asesinar a israelíes.
Una de dichas viñetas muestra a un niño que lleva en la frente una cinta de Hamás y va conduciendo un coche. El pie de la ilustración reza: "¡Oh, palestino, conduce, conduce hacia adelante!".
Los activistas han publicado muchas viñetas de temática similar como parte de su campaña para animar a los palestinos a cometer atentados terroristas contra Israel.
La campaña antiisraelí y la incitación por parte de Abás, Hamás, la Yihad Islámica y otros grupos palestinos coincide con los renovados esfuerzos de Kerry por resucitar las bloqueadas conversaciones de paz entre Israel y los palestinos.
A comienzos de la semana pasada, el secretario de Estado se reunió en Washington con una delegación palestina encabezada por el negociador en jefe de la OLP, Saeb Erekat, para discutir formas de reanudar las conversaciones.
Pero parece que Kerry y la Administración Obama vivan en otro planeta. Mientras tratan de encontrar formas de volver a llevar a los palestinos a la mesa de negociaciones, sus dirigentes y organizaciones están muy ocupados incitando a su pueblo en contra de Israel.
Y, lo que es aún peor, hay activistas palestinos organizando campañas online en las que se insta y alienta a lanzar ataques terroristas contra israelíes. Resulta difícil ver cómo Abás va a poder regresar a la mesa de negociaciones mientras muchos palestinos, a instancias suyas, están pensando en cómo matar a más israelíes.
La Administración Obama haría bien en darse cuenta de que es una pérdida de tiempo hablar de cualquier clase de proceso de paz mientras los líderes y activistas palestinos glorifican abiertamente a quienes utilizan sus vehículos para matar israelíes.
La Administración habla de resucitar el proceso mientras Abás le dice a su pueblo que los judíos "profanan" los lugares sacros de Jerusalén y alaba a un asesino como a un héroe y a un mártir.
A Kerry no le basta con escuchar lo que Abás y Erekat le dicen en inglés. En vez de eso, tanto él como el presidente deberían comenzar a oír lo que los dirigentes y activistas palestinos le dicen a su gente en árabe.
Además, sería una buena idea que ambos entraran en internet y vieran las campañas palestinas más recientes que fomentan y aplauden los atentados terroristas contra israelíes. Puede que entonces entiendan que mientras siga la incitación cualquier proceso de paz entre israelíes y palestinos tiene cero posibilidades de éxito.