Recientemente, Estados Unidos y la Unión Europea se han reunido en Bruselas y Ankara con Turquía y Qatar, dos de los mayores financiadores de grupos terroristas, para formar una "fuerza antiterrorista", mientras los mismos islamistas a los que apoyan se han estado extendiendo con gran vigor. Turquía y Qatar han accedido, incluso, a ayudar a combatir al Estado Islámico, al parecer con la condición de que las fuerzas adiestradas por Turquía traten también de derrocar al presidente sirio, Bashar al Asad.
Turquía, gobernada por el presidente Recep Tayyip Erdogan y su partido AKP, alineado con los Hermanos Musulmanes, ha apoyado a terroristas como los de Hamás y el Estado Islámico.
El canal catarí de televisión Al Yazira incita regularmente a cometer actos terroristas contra el régimen pro occidental del presidente egipcio Al Sisi. La heroica postura favorable a Occidente de este último al parecer no es correspondida: el Departamento de Estado acaba de celebrar una reunión oficial con sus archienemigos, los Hermanos Musulmanes, padres de Hamás, mientras Al Yazira en árabe alienta a éstos a cometer atentados en Egipto y en la península del Sinaí, y aboga sin descanso por la destrucción de Israel.
Fue Al Yazira quien creó la Primavera Árabe retorciendo la historia de un frutero de Túnez, que se prendió fuego porque no podía conseguir una licencia de trabajo, para convertirla en una historia de opresión tunecina. La cadena emitió la noticia una y otra vez, agitando a los tunecinos para que derrocaran a sus líderes laicos y los sustituyeran por otros islamistas. El pueblo de Túnez tiene el mérito de que, al igual que el egipcio, expulsó a esos líderes islamistas a los pocos años de que llegaran al poder.
Hace poco, Al Yazira estuvo emitiendo una serie de documentales en los que se glorificaba a Hamás y a su brazo militar-terrorista, las Brigadas de Ezedín al Qasam. Toda la serie tiene como propósito idealizar el terrorismo islamista y fomentar los atentados masivos contra judíos en nombre de su ideología radicalmente islamista.
Una de las estrellas de los documentales es el megaterrorista Abdelkarim al Hanini, que fue liberado de una prisión israelí y se refugió en Qatar Éste explica cómo fabricar explosivos a base de suministros agrícolas, como fertilizante químico y azufre; cómo llenar un globo vacío con los explosivos, y cómo detonar la bomba de forma mecánica, electrónica o mediante un terrorista suicida (shahid) para matar a tantos israelíes como sea posible.
Al Hanini presume de sus actividades terroristas, como el asesinato de civiles y soldados israelíes, y explica detalladamente tácticas que los muyahidines usarán en sus luchas internas yihadistas… y, probablemente, también en las externas. Esas tácticas pueden servir de modelo a futuros terroristas. La serie de documentales pueden verla fácilmente todas las agencias de inteligencia del mundo, pero, de momento, nadie ha tratado de impedir que se emita, y ni siquiera han criticado a Qatar por emitirla.
Nadie ha tratado siquiera de impedir que Qatar participe en un foro mundial antiterrorista.