Más de 30 yihadistas daneses han recibido 379.000 coronas danesas (51.000 euros; 55.000 dólares) en prestaciones por desempleo mientras combaten con el Estado Islámico en Siria, según documentos de inteligencia filtrados.
El fraude reportado por la Televisión 2 Danmark el 18 de mayo, se produce menos de seis meses después de que el diario danés BT reveló que Dinamarca había pagado prestaciones por desempleo a otros 28 yihadistas mientras se encontraban librando la guerra en Siria.
Las revelaciones muestran que los islamistas continúan explotando los sistemas europeos de seguridad social para financiar sus actividades en el país así como en el extranjero — costándoles a los contribuyentes europeos potencialmente millones de euros cada año.
Según Televisión 2 Danmark, el fraude a la seguridad social fue descubierto después de que la agencia de inteligencia danesa PET comenzó a compartir información de conocidos yihadistas daneses con el ministerio de trabajo, para determinar si alguno de ellos estaba recibiendo prestaciones por desempleo.
Como porcentaje de la población total, Dinamarca es la segunda fuente europea de combatientes extranjeros en Siria después de Bélgica. Al menos 115 daneses se han unido como combatientes extranjeros en Siria e Irak desde que estalló la guerra civil de Siria en marzo de 2011, según un informe reciente del Centro de Análisis del Terrorismo, una agencia del PET. El informe afirma:
"El CTA estima que aproximadamente la mitad de los que han viajado han regresado a Dinamarca, mientras que una cuarta parte permanece en la zona de conflicto. El CTA calcula que dos tercios de estos individuos han estado en la zona de conflicto durante más de un año. Los viajeros restantes se encuentran en otros lugares en el extranjero. El CTA evalúa que al menos 19 viajeros procedentes de Dinamarca han muerto en Siria e Irak".
El CTA admite que, "el número puede ser mayor" a 115. El comentario es un reconocimiento tácito de que no se sabe exactamente cuántos daneses están combatiendo como yihadistas en el extranjero.
En abril, se supo que los padres de Omar Abdel Hamid El-Hussein — un yihadista danés-jordano responsable de los ataques terroristas de Copenhague en febrero de 2015, en el que murieron dos personas — se han beneficiado de las ayudas sociales en Dinamarca durante más de 20 años. Los padres de Omar recibieron un total de 3,8 millones de coronas entre 1994 y 2014, que asciende a unos 500.000 euros o 560.000 dólares.
El fraude a la seguridad social similar al perpetrado en Dinamarca se está repitiendo en toda Europa.
En Austria, la policía arrestó a 13 yihadistas en noviembre de 2014 que al parecer estaban recibiendo beneficios de ayuda social para financiar sus viajes a Siria. Entre los detenidos se encontraba Mirsad Omerovic, de 32 años, un predicador musulmán extremista que según la policía ha conseguido cientos de miles de euros para financiar la guerra en Siria. Omerovic, que tiene seis hijos, vive exclusivamente de las ayudas sociales que recibe del estado austríaco, y se ha beneficiado al recibir pagos adicionales por licencia de paternidad (Väterkarenz).
En agosto de 2014, la policía austríaca también arrestó a otros nueve yihadistas que intentaban unirse a la yihad en Siria. Su viaje fue financiado por los contribuyentes austriacos con dinero recibido por concepto de pagos de seguridad social.
En Bélgica, se impidió que 29 yihadistas de las ciudades flamencas de Amberes y Vilvoorde recibieran beneficios de asistencia social por parte del Estado. La decisión se produjo después de que se encontró que los individuos habían estado accediendo a sus cuentas bancarias belgas, al retirar dinero en bancos de Turquía, al otro lado de la frontera con Siria.
Bélgica es el país europeo con más combatientes yihadistas en Medio Oriente por cápita; hasta 400 belgas se unieron a la yihad en Siria e Irak.
En Gran Bretaña, Terri Nicholson, comandante asistente de la unidad de comando antiterrorista de la Policía Metropolitana, dijo al diario The Telegraph en noviembre de 2014, que el dinero de los contribuyentes era reclamado de manera fraudulenta y utilizado por los yihadistas en Irak y Siria. Él dijo: "Estamos viendo diferentes clases de fraude, incluyendo: fraude por internet, abuso del sistema de beneficios, abuso de los préstamos estudiantiles, con el fin de financiar el terrorismo".
Nicholson añadió que las mujeres estaban siendo cada vez más utilizadas para enviar desde Gran Bretaña el dinero de la seguridad social para financiar a los terroristas en el extranjero, ya que supuestamente despiertan menos sospechas.
Por ejemplo, en noviembre de 2014, Amal El-Wahabí, una madre británica de dos hijos, fue encarcelada durante 28 meses por tratar de enviar 20.000 euros de contrabando a su marido, un yihadista combatiente en Siria. Amal convenció a su amiga, Nawal Msaad, para que llevara el dinero en efectivo en su ropa interior a cambio de 1.000 euros. Msaad fue detenida en el aeropuerto de Heathrow. Se cree que el dinero que llevaba provenía de los pagos de la seguridad social.
Anjem Choudary, un clérigo musulmán radical, de origen británico, que vive a costa del Estado de seguridad social de Gran Bretaña, ha instado en repetidas ocasiones a sus seguidores a abandonar sus puestos de trabajo y a reclamar las prestaciones por desempleo, para que tengan más tiempo para planear la guerra santa contra los no musulmanes.
Choudary cree que los musulmanes tienen derecho a las prestaciones sociales porque son un tipo de jizya, un impuesto aplicado a los no musulmanes en países gobernados por musulmanes, como un recordatorio de que los no musulmanes son permanentemente inferiores y subordinados a los musulmanes.
En 2010, The Sun informó que Choudary recibió más de 25.000 libras (39.000 dólares) al año en prestaciones sociales. Entre otras dádivas, Choudary recibe 15.600 libras al año en subsidio de vivienda para vivir en una casa de 320.000 libras (495.000 dólares) en Leytonstone, al este de Londres. También recibe 1.820 libras como subsidio de impuestos municipales, 5.200 libras de ayuda a la renta y 3.120 libras de prestaciones por hijos.
Debido a que los dineros recibidos en prestaciones sociales no se gravan, su ingreso es equivalente a un salario de 32.500 libras (50.000 dólares). En comparación, el ingreso media anual de trabajadores a tiempo completo en Gran Bretaña fue de 26,936 libras (41,000 dólares) en 2014.
Aunque los analistas están divididos acerca de cuántos seguidores realmente tiene Choudary, nadie discute el hecho de que él no es el único que explota el sistema de la seguridad social de Gran Bretaña.
Los contribuyentes británicos han pagado la cuenta para la marroquí Najat Mostafa, segunda esposa del predicador de odio musulmán de origen egipcio Abu Hamza, quien fue extraditado a los Estados Unidos en octubre de 2012. Najat ha vivido en una casa valorado de 1 millones de libras en uno de los barrios más ricos de Londres, por más de 15 años, y ha criado a ocho hijos de la pareja allí.
Se cree que Abu Hamza y su familia les han costado a los contribuyentes británicos más de 338.000 libras en beneficios. También ha recibido 680.000 libras en asistencia legal para su batalla perdida de extradición a Estados Unidos. Se estima que mantenerlo en una prisión británica desde 2004 ha costado 500.000 libras.
El predicador extremista de origen palestino, Abu Qatada, les ha costado a los contribuyentes británicos cerca de 500.000 libras. También ha recibido 390.000 libras en asistencia jurídica para evitar su deportación a Jordania.
El predicador musulmán, Omar Bakri Mohammed, de siria, obtuvo 300.000 libras en beneficios antes de ser expatriado al Líbano. El dinero fue proporcionado para criar a sus seis hijos, incluyendo a Yasmin Fostok, una madre soltera que se gana la vida como bailarina en clubes nocturnos de Londres.
Más casos de abuso a la seguridad social en Gran Bretaña se pueden encontrar aquí.
En Francia, en marzo de 2015 el gobierno cortó las prestaciones sociales de 290 personas identificadas como yihadistas. El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, minimizó el problema. "No debemos crear una controversia de este tema o permitir que la gente piense que no se han tomado cartas en el asunto. Estamos tomando esto en serio y seguiremos haciéndolo", dijo.
En Alemania, un análisis de los aproximadamente 450 yihadistas alemanes que luchan en Siria encontró que más del 20% estaba recibiendo beneficios de ayuda social del gobierno alemán. Además, los 150 yihadistas que han regresado a Alemania son elegibles para comenzar a recibir beneficios de nuevo.
El ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann, dijo:
"Nunca debería llegar a esto. El dinero de los contribuyentes alemanes nunca debería financiar directa o indirectamente el terrorismo islamista. Los beneficios de este tipo de parásitos del terrorismo deben eliminarse inmediatamente. No trabajar y sembrar el terror a expensas del estado alemán no sólo es extremadamente peligroso, también es la peor provocación y desgracia."
Por otra parte, un estudio realizado por el Instituto de Investigación Económica de Colonia encontró que los inmigrantes musulmanes tenían más probabilidades de ser desempleados y de vivir a costa de la seguridad social del estado, que cualquier otro grupo de inmigrantes en Alemania.
Según el estudio, el 55% de los inmigrantes de Líbano están desempleados, al igual que el 46% de Irak, el 37,5% de Afganistán, el 37,1% de Irán, el 27,1% de Marruecos y el 21,5% de Turquía. En términos reales, los inmigrantes procedentes de Turquía (140.000) constituyen el mayor número de desempleados. El informe dice que las altas tasas de desempleo se deben a la falta de logros educativos y de competencias laborales.
En los Países Bajos, un yihadista holandés llamado Khalid Abdurahman apareció en un vídeo de YouTube con cinco cabezas cortadas. Abdurahman, de origen iraquí, vivió de los beneficios de la seguridad social en los Países Bajos durante más de una década, antes de unirse al Estado islámico en Siria. Los servicios sociales holandeses le declararon no apto para trabajar y los contribuyentes pagan por los medicamentos para tratarle la claustrofobia y la esquizofrenia.
Mientras tanto, los ayuntamientos de todo el país están tratando de ayudar en lugar de enjuiciar a los yihadistas que regresan. En la ciudad de Delft, por ejemplo, los políticos locales están utilizando el dinero de los contribuyentes para "reintegrar" a los yihadistas y ayudarles a "reconstruir sus vidas". La televisión pública holandesa lo explicó de la siguiente manera: "La idea es que las autoridades locales no quieren perturbar a los repatriados por medio de un enfoque represivo que podría conducir a una mayor radicalización".
Por otra parte, varias organizaciones holandesa-marroquíes enviaron una carta al Partido Laborista (Partij van de Arbeid, PvdA) en la que amenazaron con pedirle a los marroquíes-holandeses que dejen de apoyar al partido si éste acepta la propuesta hecha por su Ministro de Asuntos Sociales, Lodk Asscher, de cortar los beneficios (pagos) de la seguridad social a los marroquíes que no viven en los Países Bajos. Asscher acusó a las organizaciones de usar una "indebida amenaza electoral".
En España, la policía arrestó a cinco musulmanes en el País Vasco que presuntamente se quedaron con el dinero de las ayudas sociales de Redouan Bensbih, un inmigrante marroquí asesinado en marzo en el campo de batalla en Siria. A pesar de no estar viviendo en España, Bensbih continuó recibiendo pagos mensuales de 836 euros (920 dólares), que los sospechosos están acusados de haber transferido a Marruecos.
Mientras tanto, una red de más de 250 carnicerías, supermercados y locutorios telefónicos fue acusada de financiar al Estado Islámico y Al Qaeda. La red utiliza el llamado sistema hawala — definido por la Interpol como transferencia de dinero sin movimiento de dinero — donde el dinero se transfiere a través de un sistema informal imposible de rastrear.
Según el diario El País, "la red secreta hawala en España está compuesta por cerca de 300 hawaladars — la mayoría de ellos paquistaníes — que dirigen oficinas clandestinas en Barcelona, Tarragona, Lleida, Bilbao, Santander, Valencia, Madrid, Logroño, León, Jaén y Almería, y otras ciudades con una gran comunidad paquistaní". Ellos administran los ahorros de más de 150.000 musulmanes, muchos de los cuales se cree que reciben pagos de ayuda social del estado español, sin ninguna supervisión legal.
La red presuntamente pagó los sueldos de los yihadistas españoles en Siria, quienes recibieron unos 800 dólares si eran solteros y 1.200 dólares si eran casados.
En febrero de 2015, una pareja paquistaní residente en Vitoria, la capital Vasca, fue acusada de falsificar documentos de identidad para obtener fraudulentamente pagos de la seguridad social a favor de diez personas ficticias. El hombre estaba recibiendo seis diferentes prestaciones de asistencia social y su esposa cuatro. Cada pago fue entre 6.000 euros (6.600 dólares) y 10.000 euros (11.000 dólares) por mes. La policía dice que en un período de tres años, la pareja estafó al Gobierno Vasco en más de 395.000 de euros (453.000 dólares).
El País Vasco es conocido por sus políticas liberales de seguridad social, ya que todos los residentes, incluidos los inmigrantes ilegales, son elegibles para recibir ayuda social. En 2012, una ola masiva de inmigrantes procedentes de Marruecos y Argelia llegó al País Vasco con el propósito de — en palabras de un político local — "vivir de las prestaciones sociales sin trabajar".
Según observadores locales, más del 65% de los inmigrantes de Marruecos y Argelia están recibiendo beneficios. Los auditores encontraron que en 2012 solo el País Vasco pagó 86 millones de euros (95.000.000 de dólares) en dudosa asistencia social.
En Suecia, la agencia estatal de empleo, Arbetsförmedlingen, terminó un programa piloto destinado a ayudar a los inmigrantes a encontrar trabajo. Se dio a conocer información de que los empleados musulmanes de la agencia, estaban ayudando a quienes buscaban empleo a encontrar trabajo como yihadistas para el Estado Islámico. Miembros del Estado Islámico también habían supuestamente sobornado — y en algunos casos emitido amenazas de muerte — contra empleados de la agencia en su esfuerzo de reclutar combatientes Suecos.
También en Suecia, el gobierno dijo que quería imponer un impuesto especial para financiar un programa de empleo para el retorno de los yihadistas. El proyecto se basa en un programa de la ciudad sueca de Örebro, donde la ciudad utiliza el dinero de los contribuyentes para ayudar a los yihadistas que han regresado a encontrar empleo. El consejal Rasmus Persson dijo:
"Hemos hablado acerca de cómo debemos trabajar por estos chicos que han regresado, para garantizar que no regresen al campo de batalla. Debemos ayudarles a procesar las traumáticas experiencias que han tenido".
El proyecto fue cuestionado por un soldado sueco desplegado en Afganistán, que dijo que probablemente él obtuvo menos ayuda cuando regresó a Suecia que la que estaban recibiendo los yihadistas. El soldado Fredrik Brandberg escribió:
"Sería maravilloso si yo me hubiera encontrado con un programa similar después de mi regreso a casa, así podría sentirme seguro teniendo un trabajo regular, con ingresos mensuales y una situación social estable en la sociedad, donde yo no tendría que preguntarme si soy bienvenido o no".
Un portavoz de las Fuerzas Armadas de Suecia dijo que lo que sucede con los soldados cuando regresan de la guerra no es un asunto bajo su mandato.
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter.