La victoria electoral de Donald Trump ha conmocionado al establishment político y mediático de Europa, que teme que el cambio radical que se está produciendo en Estados Unidos dé energías a los partidos populistas de Europa.
Los políticos anti-establishment, muchos de los cuales están saliendo muy bien parados en las encuestas de una serie de países europeos que van a celebrar próximamente elecciones, esperan que la llegada de Trump al poder inspire a los votantes europeos para que voten por ellos en cifras históricas.
A propósito de la victoria de Trump, el diputado holandés Geert Wilders escribió: "Estados Unidos acaba de liberarse de la corrección política. El pueblo americano ha expresado su deseo de seguir siendo un pueblo libre y democrático. Ahora es el momento de Europa. ¡Podemos y haremos lo mismo!"
Se va a celebrar más de una docena de comicios en Europa en los próximos doce meses, empezando por la repetición de las elecciones generales en Austria fijadas para el 4 de diciembre. Las encuestas dicen que Norbert Hofer, del Partido de la Libertad austriaco, contrario a la inmigración, está muy bien situado para ganar la contienda.
También el 4 de diciembre, los italianos votarán un referéndum sobre la reforma de la Constitución. Los observadores dicen que la victoria de Trump hará más difícil ganar al primer ministro italiano, Matteo Renzi, uno de los pocos líderes del mundo que apoyó públicamente a Hillary Clinton. Dicen que el abierto apoyo de Renzi a Clinton perjudicará las relaciones de Italia con Estados Unidos. Renzi ha dicho que dimitirá si pierde el referéndum, el cual plantea una limitación de los poderes del Senado. La mayoría de las encuestas de opinión sitúan a los partidarios del "no" a la cabeza. Renzi dice que la iniciativa simplificará la toma de decisiones, pero los detractores dicen que reducirá los contrapesos.
En 2017 hay programadas elecciones generales en la República Checa, Francia, Alemania y los Países Bajos, países de la UE donde los candidatos anti-establishment están desafiando el orden establecido.
Los políticos y medios del sistema han tratado de desacreditar a los líderes populistas tachándoles de neonazis y xenófobos por su oposición a la migración masiva, el multiculturalismo y el auge del islam en Europa. Si Donald Trump puede demostrar que es capaz de gobernar Estados Unidos y producir resultados tangibles, especialmente haciendo crecer la economía y poniendo coto a la inmigración ilegal, al establishment político de Europa le costará mucho estigmatizar a los disidentes.
Lo que sigue es una selección de reacciones europeas oficiales a la victoria electoral de Trump. Los políticos anti-establishment han dado la bienvenida a Trump, mientras que la mayoría de los políticos del establishment ha emitido notas de felicitación proforma educadas pero distantes.
Austria. El líder del Partido de la Libertad, Heinz-Christian Strache, felicitó a Trump en Facebook. Escribió:
Poco a poco, la izquierda política y el establishment corrupto y fuera de la realidad están siendo castigados por los votantes y expulsados del poder. Eso es algo positivo, porque las leyes emanan del pueblo. Los grandes medios austriacos, que han estado haciendo campaña contra Trump durante semanas y declararon prematuramente a Hillary Clinton como ganadora, fueron avergonzados por el electorado.
Bélgica. El partido populista Vlaams Belang (Interés Flamenco) felicitó a Trump y dijo que su inesperada victoria electoral podía repetirse en Europa. El presidente del partido, Tom Van Grieken, tuiteó: "Las elecciones de Estados Unidos demuestran una vez más lo alejados que están los políticos de los ciudadanos." En otro tuit, escribió: "El auge de Trump no es un fenómeno aislado. En Europa también hay cada vez más votantes que quieren un cambio real".
Gran Bretaña. La primera ministra, Theresa May, dijo:
Quiero felicitar a Donald Trump por haber sido elegido el próximo presidente de Esatados Unidos, después de una campaña muy reñida. Gran Bretaña y Estados Unidos han mantenido una relación especial basada en los valores de la libertad, la democracia y la iniciativa. Somos, y seguiremos siendo, fuertes y cercanos aliados en el comercio, la seguridad y la defensa.
El líder del Partido de la Independencia de Reino Unido, Nigel Farage, que hizo una exitosa campaña a favor del Brexit en el referéndum sobre la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, dijo que la victoria de Trump no le había sorprendido. Tuiteó:
2016 va a ser, parece, el año de dos grandes revoluciones políticas. Yo pensaba que el Brexit había sido algo grande, pero parece que va a serlo aún más.
También tuiteó: "¡Le paso el relevo a @RealDonaldTrump! Muchas felicitaciones. Ha librado una valiente campaña".
En declaraciones a ITV, Farage dijo: "La clase política ha sido dejada en ridículo en gran parte de Occidente, la industria demoscópica está en quiebra y la prensa no se ha percatado de lo que está ocurriendo en el mundo".
República Checa. El presidente Milos Zeman dijo que la elección de Trump era una victoria frente a la "manipulación mediática". Dijo:
Quiero felicitar cordialmente a Donald Trump. Yo estuve entre los pocos políticos europeos que declaró públicamente su apoyo a este candidato porque comparto sus opiniones sobre la migración y también sobre la lucha contra el terrorismo islámico. Aprecio la conducta pública de Donald Trump. Habla con claridad, a veces con rudeza, pero de forma comprensible, y evita lo que a veces llaman corrección política.
Unión Europea. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, escribió:
Europa y Estados Unidos no tienen más alternativa que cooperar de la manera más estrecha posible. He escuchado con atención las llamadas del presidente electo Trump a la unidad americana. Y yo, a su vez, quisiera llamar a la unidad europea y transatlántica. No creo que ningún país pueda ser hoy grande en el aislamiento. Pero sí creo que Estados Unidos y Europa pueden y deben trabajar juntos. Favorece nuestros intereses comunes. Hemos de reconocer que esto requerirá grandes esfuerzos por ambas partes. La UE es un socio fuerte y fiable y seguirá siéndolo. Espero lo mismo de Estados Unidos y su nuevo presidente.
Francia. El presidente François Hollande tuiteó: "Los ciudadanos estadounidenses ha hablado. Han elegido a Donald Trump. Les felicito. También pienso en Hillary Clinton".
El embajador francés en EEUU, Gérard Araud, tuiteó: "Esto es el fin de una época. Después del Brexit y de estas elecciones, cualquier cosa es posible. El mundo se está derrumbando ante nuestros ojos". Después borró el tuit.
El ex primer ministro Dominique de Villepin dijo: "Lo que está ocurriendo en EEUU podría ocurrir en Francia".
El ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin dijo: "Las fronteras de la razón desaparecieron con el Brexit, y la principal lección para Francia es que Le Pen puede ganar".
Laurent Wauquiez, líder del partido de la oposición Los Republicanos, dijo: "En una democracia, cuando el pueblo se siente ignorado y despreciado, encuentra la forma de que se les escuche. Este resultado es la consecuencia de una revuelta de la clase media contra una élite dirigente que quiere imponerle a ésta lo que debe pensar".
La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, tuiteó: "¡Felicidades al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al pueblo libre americano!"
El padre de Le Pen y fundador del partido, Jean-Marie Le Pen, tuiteó: "Hoy es Estados Unidos, y mañana será Francia".
Alemania. La canciller Angela Merkel, que no mencionó a Trump por su nombre, sermoneó al presidente electo sobre valores:
Alemania y Estados Unidos están unidos por los valores de la democracia, la libertad y el respeto a la ley y la dignidad del ser humano, independientemente de su origen, color de piel, religión, sexo, orientación sexual u opiniones políticas. Le ofrezco al próximo presidente de Estados Unidos mi colaboración estrecha sobre la base de estos valores.
El vicecanciller Sigmar Gabriel fue menos gentil. Dijo:
Estados Unidos es el precursor de un nuevo autoritarismo y un movimiento chovinista internacional. También es una advertencia para nosotros. Nuestro país y Europa deben cambiar si queremos contrarrestar el movimiento internacional autoritarista.
El ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, dijo:
Esperemos que no nos estemos enfrentando a una mayor inestabilidad en la política internacional. Durante su campaña, Trump fue crítico no sólo con Europa, sino también con Alemania. Creo que debemos prepararnos para una política exterior estadounidense menos predecible. Debemos prepararnos para una situación en la que Estados Unidos tendrá la tentación de tomar decisiones por su cuenta más a menudo. (...)
No quiero endulzarlo: nada será más fácil y muchas cosas serán más difíciles. Igual que los alemanes aprendimos mucho en el pasado de nuestros amigos americanos, deberíamos ahora animarlos a que se mantengan fieles a nuestras antiguas relaciones y a nosotros.
La ministra de Defensa, Ursula von der Leyen, dijo que la victoria de Trump había sido "una gran conmoción" y que "no han sido votos a favor de él sino contra Washington, contra el sistema". Añadió:
Por supuesto, los europeos, como aliados de la OTAN, sabemos que si Donald Trump se convierte en presidente, preguntará: "¿Cómo están contribuyendo a esta alianza?" Pero también nosotros nos estamos preguntando: "¿Cuál es su postura sobre esta alianza?"
La ministra de Justicia, Heiko Maas, tuiteó: "No se va a acabar el mundo. Pero se volverá más loco".
La líder del partido Alternative für Deutschland (AfD), Frauke Petry, predijo que la victoria de Trump tendría como consecuencia un cambio político también en Europa. En Facebook, escribió:
Ya era hora de que los Estados Unidos de América, de que la gente que sentía un desafecto, retirara su voto al establishment político. Aunque el 93 % de los votantes de Washington votó por Clinton para conservar sus propias estructuras de poder, la mayoría de los votantes en todo el país quiere un nuevo comienzo político, una recuperación económica para la golpeada clase media y el fin de la división en el que sigue siendo el país más poderoso del mundo. (...)
Este resultado es alentador para Alemania y Europa, porque Trump tiene todas las bazas para provocar un radical cambio político. Felicito a Donald Trump por su victoria electoral en este momento histórico (...).
Como los estadounidenses, los ciudadanos de Alemania debemos tener el coraje de poner nuestra marca en la papeleta y no quedarnos en la complacencia. Su opinión cuenta, aunque la corrección política parezca haber elevado el consenso decretado al nivel de una nueva doctrina.
Beatrix von Storch, europarlamentaria de AfD, escribió:
La victoria de Donald Trump es una clara señal de que los ciudadanos de Occidente quieren un cambio político. Esto sólo ha sorprendido al establishment. En EEUU y también en Alemania, los ciudadanos quieren fronteras seguras, menos globalismo, y una política que se centre con sentido común en los problemas de su propio país.
Hungría. El primer ministro, Viktor Orbán, escribió en Facebook: "Qué gran noticia. La democracia sigue viva".
Italia. El fundador del antisistema Movimiento 5 Estrellas, Beppe Grillo, celebró la victoria de Trump. Escribió:
Esta es la prueba de que los millones de demagogos no son el pueblo, son los periodistas e intelectuales anclados en un mundo que ha dejado de existir. Hay similitudes entre estos acontecimientos en EEUU y nuestro movimiento (...). Vamos a gobernar, y nos preguntarán: "¿Pero cómo lo hicieron?" Canalizaron la indignación colectiva.
Países Bajos. El diputado Geert Wilders dijo:
Estados Unidos ha recuperado su soberanía nacional, su identidad, ha reclamado su propia democracia, y por eso lo llamo revolución. (...)
Ahora hay un líder, a pesar de toda la negatividad extendida sobre él por la élite política y la prensa, que sólo tiene una preocupación, y es el interés nacional de los votantes de Estados Unidos que están preocupados por la inmigración; que están preocupados por la pérdida de empleos como resultado de la globalización; que están preocupados por la islamización de su sociedad. Y tiende a decir la verdad y a convencer a la gente de que, si empieza a moverse, cualquier cosa es posible, y creo que que el histórico acontecimiento de ayer tendrá un enorme impacto en la política europea también. (...)
La lección para Europa es que, si América puede hacerlo, nosotros también podemos.
En un artículo publicado en Breitbart, Wilders escribió:
Ayer, el pueblo americano dejó muy claro que no quieren seguir los pasos de la Europa occidental. No quieren renunciar a su país. Quieren preservar su nación, sus libertades y su prosperidad. Sienten que ha llegado el momento de la liberación. (...)
Los votantes estadounidenses ya no quieren ser representados por políticos que no se toman sus preocupaciones en serio. Sienten que Donald Trump ha sido el único que les escucha. (...)
Estados Unidos se acaba de liberar de la corrección política. El pueblo americano ha expresado su deseo de seguir siendo un pueblo libre y democrático. Ahora es el momento de Europa. ¡Podemos y haremos lo mismo!
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter. Su primer libro, Global Fire, estará a la venta en 2016.