La clamorosa tendenciosidad prochina mostrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su respuesta a la pandemia del coronavirus ha suscitado una serie de interrogantes sobre su manejo de la crisis. En la imagen, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, rinde visita al presidente chino, Xi Jinping, en Pekín el pasado 20 de enero. (Naohiko Hatta/AFP vía Getty Images) |
Como entidad responsable del mantenimiento de los patrones sanitarios globales, se supone que la Organización Mundial de la Salud (OMS), patrocinada por la ONU, se conduce con imparcialidad a la hora de tratar con todos los Estados miembros, con independencia de lo poderosos que sean.
De ahí que la flagrante tendenciosidad prochina que ha mostrado en su respuesta a la pandemia del coronavirus haya suscitado una serie de interrogantes acerca de su manejo de la crisis.
Según la constitución de la OMS, que da cuenta de sus principios y estructuras de Gobierno, la organización con sede en Génova está encargada de "alcanzar para todos el grado más alto posible de salud".
La acusación de la Administración Trump de que la OMS se ha convertido en "chinocéntrica" y de que está siendo "parcial" en sus conversaciones con Pekín a propósito de la pandemia sugieren que la organización multinacional no ha cumplido con su deber de tratar a todos los Estados por igual.
Esto ha llevado al presidente de EEUU, Donald J. Trump, a amenazar con cortar la financiación norteamericana a la OMS, lo cual podría ser desastroso para la misma, dado que EEUU es su principal sostenedor.
La baja estima que de la OMS tiene el presidente Trump queda reflejada en este contundente tuit que publicó esta misma semana, y en el que dice:
Verdaderamente, la OMS metió la pata. Aunque financiada en gran medida por EEUU, por alguna razón sigue siendo muy chinocéntrica. Le daremos a eso un buen repaso. Afortunadamente, enseguida rechacé su consejo de mantener las fronteras abiertas a China. ¿Por qué nos dieron una recomendación tan equivocada?
Buena pregunta. ¿Por qué?
Mr. Trump repitió sus acusaciones en una rueda de prensa celebrada el martes en la Casa Blanca. "Lo hicieron mal. Verdaderamente, se equivocaron", dijo el presidente. "Y nosotros vamos retener el dinero que gastamos en la OMS. Vamos a imponer una muy contundente suspensión y vamos a ver qué hacemos".
La creciente pugna entre Washington y la OMS se produce mientras EEUU tiene que lidiar con un empeoramiento de su número de muertes por coronavirus y China celebra que los habitantes de Wuhan, la ciudad donde se dice que surgió el virus, empiezan a regresar a la normalidad tras padecer durante más de dos meses un cierre total impuesto por el régimen totalitario de Pekín.
En contraste, EEUU está siendo especialmente golpeado por la pandemia; así, el estado de Nueva York registraba el martes el mayor incremento de fallecimientos en un solo día, con 731 muertes.
La Administración Trump cada vez se afianza más en la idea de que EEUU no estaría sufriendo tanto si la OMS hubiera sido más rigurosa con Pekín cuando el brote se detectó por primera vez en Wuhan, a finales de 2019.
Gran parte de la responsabilidad del penoso desempeño de la OMS está vertiéndose sobre su director general, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, exministro de Sanidad de Etiopía que llegó a estar en el politburó del marxista-leninista Frente de Liberación del Pueblo de Tigray.
El Dr. Tedros fue previamente un gran admirador del exdictador de Rhodesia Robert Mugabe, al punto de que incluso le nombró embajador de buena voluntad de la OMS, decisión que hubo de revocar tras una sonada protesta internacional.
Como Mr. Mugabe, el Dr. Tedros ha mantenido una buena relación con el partido comunista gobernante en China, y consiguió encaramarse a la dirección de la OMS tras recibir el respaldo de China en mayo de 2017.
Su consolidada relación con Pekín quizá explique por qué la OMS ha sido tan acomodaticia para con China aun cuando la pandemia se originó en Wuhan. En vez de criticar a Pekín por sus intentos iniciales de ocultar el brote, el Dr. Tedros de hecho elogió al presidente chino, Xi Jinping, por su "muy excepcional liderazgo", y a la propia China por su "transparencia" en la respuesta al coronavirus.
Numerosas naciones, EEUU y Reino Unido entre ellas, piensan que la reluctancia del Dr. Tedros a enfrentarse a China por su manejo de la crisis es la razón de que la epidemia se tornara pandemia, en la que la mayoría de los países occidentales se han visto forzados a imponer medidas de confinamiento en un tardío intento de limitar la expansión del coronavirus.
No es de extrañar que numerosas voces estén demandando al Dr. Tedros que dimita, sobre todo en EEUU, donde los políticos dicen que puso demasiada confianza en los informes de Pekín sobre la expansión del coronavirus.
Ciertamente, si las investigaciones concluyen que las devastadoras consecuencias de la pandemia podrían haberse evitado si el Dr. Tedros hubiera actuado de otra manera, el jefe de la OMS no tendrá más remedio que presentar su renuncia.
Con Coughlin, editor de Asuntos Exteriores y Defensa del Telegraph y miembro destacado del Instituto Gatestone.