En noviembre, la alcaldía metropolitana de Estambul, controlada por la principal fuerza opositora, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), puso a un parque el nombre del racista antisemita Hüseyin Nihal Atsiz, uno de los más prominentes simpatizantes turcos del nazismo. En la imagen (Yasin Akgul/AFP, vía Getty Images), el líder del CHP Kemal Kilicdaroglu (izquierda), saluda a sus seguidores en un mitin celebrado en el distrito estambulita de Maltepe el 9 de julio de 2019. |
En noviembre, la alcaldía metropolitana de Estambul, controlada por la principal fuerza opositora, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), puso a un parque el nombre del racista antisemita Hüseyin Nihal Atsiz, uno de los más prominentes simpatizantes turcos del nazismo. La proposición corrió a cargo de otra formación opositora, el partido Bueno (Iyi). Atsiz (1905-1975) era célebre por medir cráneos para determinar el grado de turquidad de la gente.
En marzo, un miembro del partido Bueno presentó una moción en la asamblea municipal de Estambul para poner el nombre de Atsiz a uno de los parques del distrito de Maltepe. En ella se decía que Atsiz pasó la mayor parte de su vida en Maltepe, y la propuesta se agendó para noviembre. Tras ser aprobada, el parque de la barriada de Yali lleva oficialmente el nombre de Atsiz.
Según la página web de la alcaldía metropolitana, la moción fue aprobada por unanimidad. En un vídeo colgado en las redes se ve a la sección del partido Bueno en Maltepe dar las gracias al alcalde de la ciudad, Ekrem Imamoglu, del CHP, por su apoyo a la iniciativa.
Lamentablemente, Atsiz aún tiene numerosos fans en Turquía. Así, el pasado día 11 Meral Aksener, líder del partido Bueno, posteó en Twitter:
Con respeto y agradecimiento, en el aniversario de su muerte rindo homenaje a Hüseyin Nihal Atsiz, uno de los más valiosos representantes del nacionalismo turco, alguien que supo traducir nuestros sentimientos.
¿Cuál era el ideario de Atsiz, qué legado dejó?
Atsiz fue un promotor del panturanismo, también conocido como turanismo, turquismo o panturquismo, ideología nacionalista expansionista que hizo eclosión en la Turquía otomana de los Jóvenes Turcos (1908-18). El turanismo cree en la supremacía de los turcos y pretende unir a todos los pueblos túrquicos, desde Hungría al Océano Pacífico, bajo un mismo techo. El Comité Otomano de Unión y Progreso (CUP), que organizó la primera fase del genocidio cristiano de 1914-23 en le Turquía otomana, también era panturquista. La incesante agresión turca contra Armenia, Israel, Chipre, Grecia y demás naciones de la región está asimismo motivada por el turanismo, entre otras ideologías extremistas.
En su libro Turquía, los judíos y el Holocausto, la profesora Corry Guttstadt describe a Atsiz como un "apologeta turco del nazismo alemán":
Nihal Atsiz fue un ferviente simpatizante nazi. Él mismo se calificaba de "racista, panturquista y turanista", y era un notorio antisemita. A partir de 1934, Atsiz publicó el periódico turanista 'Orhun', en el que abogaba por un Gran Imperio Turco que se extendiera del Mediterráneo al Pacífico. Su turquismo estaba basado en la sangre y la raza, y era partidario de una vuelta a las creencias turcas preislámicas.
Por su parte, el profesor Jacob M. Landau apunta:
Atsiz fue un gran admirador de las teorías raciales de la Alemania nazi, algunas de las cuales expuso repetidamente en sus propias obras en los años 30 y 40 (donde etiquetaba a la turca como "raza maestra"). Una y otra vez, en sus artículos insistía en que el panturquismo podía y debía alcanzarse mediante la guerra. Durante años, su corte de pelo evocó al de Hitler, y adoptó poses de militar.
Los escritos de Atsiz condujeron a la violencia durante el pogromo que sufrieron las comunidades judías de Tracia oriental en 1934. Atsiz fue profesor de Literatura en la región. Guttstadt escribe:
Justo antes de los sucesos de 1934, también aparecieron artículos amenazantes contra los judíos en el 'Orhun' de Atsiz.
Tras una visita a la ciudad de Canakkale, Atsiz escribió:
Aquí, el judío es como en todas partes. Es el judío insidioso, insolente, malévolo, cobarde y oportunista. El barrio judío es, aquí como en cualquier sitio, el epicentro del ruido, la estridencia y la inmundicia (...) No queremos tener más entre nosotros a esta nación traicionera y bastarda.
En otro artículo de la misma época consignó:
La criatura conocida como el judío no es amada por nadie en el mundo salvo por el judío y quienes son innobles (...) En nuestro idioma, expresiones del tipo "como un judío", "no te comportes como un judío", "bazar judío", "parece una sinagoga"... dan la idea del valor que nuestra raza ha dado a esta vil nación. Así como el fango no puede convertirse en acero aun cuando lo metas en un horno, el judío no puede ser turco por mucho que lo intente. La turquidad es un privilegio que nadie tiene garantizado, especialmente quienes son como los judíos (...) Si acabamos enfureciéndonos, no sólo exterminaremos a los judíos como hicieron los alemanes, iremos más allá (...)
Motivados por los escritos de Atsiz y otros autores antisemitas, los turcos atacaron a los judíos de Tracia oriental en los pogromos registrados entre el 21 de junio y el 4 de julio de 1934, que empezaron con un boicot a los comercios judíos y continuaron con ataques contra las propiedades judías, que fueron saqueadas e incendiadas. Los judíos varones fueron golpeados, y se informó de que algunas mujeres judías fueron violadas. Aterrorizados, multitud de judíos huyeron de la región. Según el historiador Rifat Bali, muchos de los seguidores de Atsiz participaron directamente en los disturbios.
Atsiz contribuyó sustancialmente a la intoxicación judeófoba de las mentes turcas. Según se lee en El odio es nuestra religión: un estudio del fascismo turco, del doctor Fatih Yasi, Atsiz escribió:
¿Pueden ser iguales un hijo de la nación turca, que durante siglos esgrimió la espada y se pasó la vida en los campos de batalla, y un hijo de la nación judía, que durante siglos vivió en la deshonestidad y el fraude? Aun cuando llevaras a la misma escuela a un niño turco y a un niño judío nacidos el mismo día, les enseñaras sólo el esperanto y les dieras la misma educación en las mismas condiciones, el chico turco será de nuevo definitivamente valiente, y el judío de nuevo definitivamente cobarde.
Atsiz hacía también a menudo declaraciones deshumanizadoras de otras gentes no turcas. Así, respecto de los griegos, e ignorando convenientemente el genocidio turco de armenios, asirios y griegos, escribió:
¿Pueden los griegos ser considerados humanos? (...) El griego es como el escorpión. Así como el escorpión que picó a la tortuga que le ayudó a cruzar el río y dijo "¿qué [otra cosa] puedo hacer? Es mi [traicionera] costumbre", los griegos han sido igualmente ahormados en el hábito de la hostilidad hacia los turcos.
Atsiz odiaba a casi todos los pueblos no turcos. Dirigiéndose a su hijo Yagmur, que contaba entonces un año y medio, en su testamento Atsiz escribió:
Los judíos son el peor enemigo de todas las naciones. Los rusos, los chinos, los persas y los griegos son nuestros enemigos históricos.
Los búlgaros, los alemanes, los italianos, los británicos, los franceses, los árabes, los serbios, los croatas, los españoles, los portugueses, los rumanos son nuestros nuevos enemigos.
Los japoneses, los afganos y los americanos son nuestros futuros enemigos.
Los armenios, los kurdos, los circasianos, los abjasios, los bosnios, los albaneses, los pomacos, los lazes, los lezguinos, los georgianos, los chechenos son nuestros enemigos en el interior [de Turquía].
Uno ha de estar bien preparado para combatir a tantos enemigos.
No obstante, Yagmur acabó siendo un individuo crítico con las ideas de su padre. En 2005 escribió un libro en el que contó cómo su padre medía cráneos en un intento de determinar el "grado de turquidad" de la gente.
A Nihal Atsiz le aterraban los solideos. Medía el cráneo a gente que no conocía de nada, así como a su entorno inmediato y a sus vecinos. Lo hacía con meticulosidad y les informaba de si eran turcos o no. Así, les decía que eran turcos en un 37%, en un 90% o en un 69,4%. Para quienes les salían unos niveles bajos de turquidad tenía siempre unas palabras de consuelo. Por ejemplo, decía: "Pero puedes eliminar parcialmente tu deficiencia innata mediante un extraordinario esfuerzo de la voluntad y una toma de conciencia nacional siempre alerta".
Por supuesto, quienes sacaban una baja turquidad abandonaban [nuestra] casa extremadamente perturbados.
Yagmur Atsiz añadía que la "herramienta" que su padre empleaba para medir cráneos era una suerte de compás, de unos 45 centímetros de largo, que tenía siempre en su escritorio. Y que midió y midió durante decenios.
Atsiz siguió también influyendo en la vida política turca durante decenios. Escribe Guttstadt:
Inspirados por el ejemplo alemán, los antisemitas y los fascistas fueron una constante en el sistema político turco después de la Segunda Guerra Mundial. En 1962, Nihal Atsiz y otros de su cuerda fundaron la Asociación Turquista (Türkçülük Derneği), precursora del fascista Partido de Acción Nacional (Milliyetçi Hareket Partisi, MHP), responsable de incontables asesinatos de estudiantes, sindicalistas e intelectuales izquierdistas durante los años 70. El líder del movimiento era Alparslan Türkes, compañero de armas de Atsiz.
El MHP comprende asimismo el movimiento racista y ultraderechista de los Lobos Grises (Bozkurtlar), recientemente proscrito en Francia tras la vandalizacion de un monumento en memoria de las víctima del genocidio armenio de 1914-23. Oficialmente denominado Corazones Idealistas (Ülkü Ocakları), ha estado implicado en multitud de episodios de violencia contra civiles, así como contra personalidades políticas y religiosas. Entre ellos se cuenta la matanza de alevíes en la ciudad meridional de Maras (1978) y el intento de asesinato del papa Juan Pablo II de 1981.
La cosmovisión racista de Atsiz se ha cobrado muchas vidas y provocado una enorme destrucción. No obstante, al menos otros tres parques de Ankara y Antalya y una calle de Amasya llevan su nombre.
¿Qué es lo que encuentran digno de promover, entre los pensamientos y actividades de Atsiz, tantos miembros de la posición turca, empezando por el alcalde de Estambul? ¿Comparte esa oposición lo de medir cráneos, el nazismo, el racismo, el odio, el supremacismo?
En las agresivas políticas turcas de hoy en día contra los armenios, los griegos, los chipriotas, los judíos, los kurdos, Occidente e Israel subyacen las ideas racistas de Atsiz y compañía. Durante décadas, millones de turcos han sido envenenados con las ideas de Atsiz, tan parecidas a las nazis.
Al parecer, muchos miembros de la oposición manejan ideas no tan distintas de las del presidente del país, el supremacista Recep Tayyip Erdogan.
Mientras los líderes y políticos de la oposición no afronten con honestidad crítica el legado nacional de crímenes, matanzas y racismo sistemático, en Turquía la auténtica democracia no será más que un sueño.