La pretensión de Hamás de haber 'ganado' en su última guerra con Israel ha sido objeto de escarnio entre numerosos árabes, que saben que lo único que le interesa a la organización terrorista es contentar a los mulás iraníes para que les sigan mandando armas y dinero. En la imagen (khamenei.ir/AFP, vía Getty Images), el "Líder Supremo" de la República Islámica, ayatolá Alí Jamenei, saluda al dirigente de Hamás Ismaíl Haniyeh (izquierda) en Teherán el 12 de febrero de 2012. |
La pretensión de Hamás de haber "ganado" en su último conflicto con Israel ha sido objeto de escarnio entre numerosos árabes que no temen arremeter contra el grupo terrorista respaldado por Irán por mentir a los palestinos y al resto del mundo. Tampoco trepidan a la hora de hacerle responsable de la destrucción masiva y de la muerte de inocentes palestinos e israelíes, todo para servir a los intereses de sus patronos iraníes.
Las imágenes de palestinos celebrando el triunfo de Hamás desataron una ola de condenas en el mundo árabe, sobre todo en los Estados del Golfo, lo cual demuestra que son ya muchos los que no se dejan engañar por la maquinaria propagandística del grupo terrorista. Los árabes comprenden que lo único que le interesa a Hamás es contentar a los mulás de Teherán para que le den más armas y dinero. Saben que hemos asistido a otra farsa de Hamás y, sobre todo, de Irán.
El prominente periodista Amyad Taha, experto en asuntos internacionales y comentarista popular en medios y redes sociales del Golfo, rompió a reír cuando en una entrevista de TV le preguntaron si creía que Hamás se había anotado una "victoria" contra Israel. "En la guerra de Gaza nadie ganó", afirmó. "Perdieron las mujeres y los niños de ambos lados. ¿Es una victoria utilizar a mujeres y niños como escudos humanos? ¿Es una victoria la muerte de 269 palestinos, y que otros 8.900 resultaran heridos?".
Taha incidió en que algunos de los palestinos muertos fueron víctimas de los cohetes de Hamás. "De los 3.700 proyectiles lanzados por Hamás, 400 cayeron en zonas residenciales de Gaza, y mataron a mujeres y niños", dijo. Y añadió:
Qué raro. Vivimos en un tiempo en que la derrota se torna victoria. Que a Ismaíl Haniyeh [líder de Hamás afincado en Qatar] le aprovechen el Mercedes, el Rolex y el traje de Armani. Que le aproveche a Hamás el mercadeo con la sangre de palestinos inocentes. Como siempre, Haniyeh gana y el pueblo pierde.
Haciéndose eco de la idea, muy extendida en el mundo árabe, de que Irán se está sirviendo de sus peones palestinos, Hamás y la Yihad Islámica, para obtener concesiones de EEUU y otras potencias mundiales en las negociaciones de Viena para la reinstauración del acuerdo nuclear de 2015, Taha agregó:
Las milicias de Hamás en Gaza pertenecen a Irán. Y lo que hicieron fue servir a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria iraní. Irán quiere utilizar la causa palestina como carta ganadora en las negociaciones de Viena para poner fin a una escalada que amenaza a Israel. El terrorista Ismaíl Haniyeh, que vive en Qatar, dijo: "Damos las gracias a Irán por procurarnos dinero y armas". Lo que pretende el dinero iraní es ayudar a los mercenarios a seguir traficando con la cuestión palestina. Las armas iraníes son para destruir, no para construir.
Las negociaciones entre Irán y las potencias mundiales por el acuerdo nuclear de 2015 se reiniciaron recientemente en Viena con el objetivo de llevar a EEUU de vuelta al pacto.
El periodista emiratí Mohamed Taqi fue aún más duro en sus críticas a la pretendida victoria de Hamás y la alianza de ésta con Irán. "Dios maldiga a quienes explotan la mezquita de Al Aqsa, la cuestión palestina y al pueblo palestino a cambio de gloria y dinero", dijo en un vídeo que subió a Twitter. "Dios maldiga a los traidores que sirvieron la causa palestina a los mulás iraníes en bandeja de plata".
Como muchos árabes, Taqi denunció a los dirigentes de Hamás por vivir lujosamente en Qatar y Turquía mientras sacrifican a su pueblo en Gaza para complacer a Irán. "¿De qué 'resistencia' hablas, Haniyeh, cuando tú y tus hijos vivís en hoteles cataríes y turcos?", interpeló al líder hamasiano, al que se vio circulando por Doha en un Mercedes nuevo mientras se producían los combates entre Israel y Hamás.
¿De qué "resistencia" hablas, cuando sacrificas a tu pueblo mientras tú y tus hijos os dais la buena vida? ¿Y luego pides a los árabes, a los que acusas de traición, que reconstruyan Gaza, mientras ofreces tu "victoria" a Irán?
El analista político marroquí Said al Kahel acusó a Hamás de convertir la causa palestina en un "activo comercial".
[Hamás] no desea poner fin al conflicto israelo-palestino porque quiere conseguir beneficios políticos y económicos. Hamás ha convertido la cuestión palestina en un activo comercial del que obtiene recursos de varias fuentes, y prosperidad y riqueza para sus dirigentes.
Al Kahel comparte la idea de que Irán se sirve de la campaña terrorista de sus aliados palestinos contra Israel para obtener de EEUU el levantamiento de las sanciones. "Hamás ha convertido la 'resistencia' en una carta de negociación en manos de Irán, que la utiliza en su conflicto con Occidente para conseguir que se levanten las sanciones sobre su programa nuclear", escribe.
Así pues, sea cual sea el resultado de la confrontación armada con Israel, Hamás no declarará su derrota. En vez de ello, lo convertirá en una victoria, aun cuando la celebre entre ataúdes y escombros. Cuanta más muerte y destrucción, más fondos recibirá Hamás, mientras los palestinos siguen sufriendo el asedio y la miseria. Lo peor es que las organizaciones políticas islámicas están orgullosas de la victoria ilusoria de Hamás. Ninguna de ellas se pregunta por la naturaleza de esa victoria, y en qué beneficia a los palestinos y su causa. ¿Cuánto territorio han liberado, cuántos prisioneros han puesto en libertad, cuántos refugiados [palestinos] han hecho retornar? No han conseguido nada de eso, y no lo conseguirán mientras Hamás controle el proceso de toma de decisiones palestino. La sangre palestina le sale barata a Hamás, así como al Movimiento Islámico [marroquí], cuyos dirigentes se precipitaron a felicitar al liderazgo hamasiano por su "clara victoria".
Samir Ghatas, exparlamentario egipcio y director del Foro Egipcio Mesoriental de Estudios Estratégicos, también advirtió del intento de Irán de utilizar a Hamás para obtener concesiones de EEUU y el resto de las potencias mundiales en las negociaciones de Viena.
Ghatas sostiene que Irán trató, desde el primer día de lucha entre Israel y Hamás, de asegurar su presencia en el campo de batalla mediante expresiones de apoyo a los grupos terroristas palestinos en Gaza. Expresiones que incluyeron una carta del general Esmaíl Qaani al architerrorista hamasiano Mohamed Deif en la que el jefe de la Fuerza Quds manifestaba su pleno apoyo a la guerra palestina contra Israel.
"Irán quiere conseguir avances cualitativos en las negociaciones de Viena, y está jugando la baza de las facciones y milicias que le son leales en la región: Hezbolá en el Líbano, los huzis en el Yemen, Hamás y la Yihad Islámica en Palestina, para asegurar su peso y poderío", dijo Ghatas, en una clara advertencia a las potencias mundiales que negocian con Teherán. "Irán explota a Hamás y la Yihad Islámica para su propio beneficio; si buscara el interés de los palestinos, habría contribuido a la reconstrucción de Gaza", añadió.
Teherán no está contribuyendo ni haciendo donaciones humanitarias o para proyectos de reconstrucción en la Franja, sino financiando la compra de armamento para convertir Gaza en un centro de armas que amenace la seguridad regional. La guerra del mes pasado y las que se produjeron en 2008, 2012 y 2014 no fueron sino oportunidades que Irán explotó política y militarmente para su propio beneficio, no en interés del pueblo palestino y de Gaza, sino a sus sangrientas expensas.
Muhamad Muyahid al Zayat, consultor del Centro Egipcio para el Pensamiento y los Estudios Estratégicos, dice que el apoyo de Irán a Hamás durante la guerra tenía el objetivo de enviar a Occidente el mensaje de que los grupos terroristas palestinos se han convertido en una baza negociadora en los tratos iraníes con Occidente. El conflicto de Gaza, sostiene, ha sido otro despliegue iraní de fortaleza y un indicio de que Teherán acudirá a las negociaciones de Viena con la victoria de Hamás en las manos, para que se le levanten las sanciones y obtenga lo que quiere del acuerdo nuclear.
En resumidas cuentas: este experto egipcio se suma a otros árabes a la hora de advertir a EEUU y las demás potencias occidentales de que no permitan que Irán sea recompensado por la guerra terrorista de Hamás contra Israel.
El analista político saudí Abdul Rahmán Altrairi brama ante la pretensión de Hamás de haber ganado la guerra y apunta que también la milicia terrorista libanesa proiraní Hezbolá declaró haber vencido a Israel tras provocar una masiva destrucción de las infraestructuras del País del Cedro durante la guerra de 2006.
Altrairi recuerda a los occidentales que se afanan por apaciguar a Teherán que los iraníes son responsables de la "destrucción y corrupción" de Irak, el Líbano, Siria y el Yemen. Asimismo, advierte a Occidente de que uno de los objetivos de Irán durante la guerra de Gaza era destruir los tratados de paz entre Israel y algunos países árabes y la "reposición de Israel como enemigo de los árabes".
El predicador emiratí Wasim Yusef condenó a Hamás por su hipocresía en sus relaciones con los árabes:
Hamás lanzó cohetes desde viviendas, y cuando se produjo la respuesta [israelí], lloró y gritó: "¿Dónde están los árabes? ¿Dónde están los musulmanes?". Hamás convirtió Gaza en un cementerio de inocentes. Hamás ha quemado las banderas de la mayoría de los países árabes, e insultado a todos los países árabes, no respeta a nadie.
Resulta gratificante escuchar voces árabes que ridiculizan a Hamás por cantar victoria contra Israel tras llevar el desastre a los palestinos de Gaza. Y constatar que son muchos los árabes conscientes de los peligros de la vinculación de Irán con unos grupos terroristas palestinos que buscan la eliminación de Israel, primero, y después la suya. No obstante, el mensaje más importante es el que dirigen a la Administración Biden y a los Gobiernos de las demás potencias occidentales al alertarles de que Irán trata de sacar tajada de la guerra de Gaza para obtener de ellos concesiones adicionales. Queda por ver si Biden y compañía se dan por aludidos o siguen enterrando la cabeza en la arena, en la pretensión de que, a cambio de sobornos descomunales apoquinados por EEUU, los mulás iraníes van a modificar su salvaje forma de proceder. La última vez no lo hicieron, ¿qué le pasará a la región si hacen otra vez lo mismo?