La gran mayoría de los palestinos deja muy claro que no cree en la "solución de los dos Estados" y que prefiere que el grupo terrorista Hamás sustituya a la Autoridad Palestina dirigida por Mahmud Abás. En la foto (Mohamed Alostaz/PPM vía Getty Images), Abás habla con el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, el 5 de abril de 2007 en la ciudad de Gaza. |
Mientras la Administración Biden sigue hablando de su compromiso con la «solución de los dos Estados», la mayoría de los palestinos dicen que apoyan al grupo terrorista islamista Hamás y que quieren más ataques terroristas contra los judíos.
La Administración Biden vive bajo la ilusión de que la solución de los dos Estados, que supondría el establecimiento de un Estado palestino independiente y soberano junto a Israel, es la única manera de lograr la paz, la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio. Sin embargo, la gran mayoría de los palestinos deja muy claro que no cree en ella y que prefiere que Hamás, grupo terrorista respaldado por Irán cuya carta fundacional llama a la eliminación de Israel, sustituya a la Autoridad Palestina (AP), dirigida por Mahmud Abás.
El 30 de junio, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, habló con Abás sobre el próximo viaje del presidente Biden a Oriente Medio. «El secretario Blinken subrayó el compromiso de EEUU con la mejora de la calidad de vida del pueblo palestino de forma tangible, así como el apoyo de la Administración a una solución negociada de dos Estados», declaró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
En vísperas de la visita de Biden a Israel, la Margen Occidental y Arabia Saudí, una encuesta realizada por el Palestinian Center for Policy and Survey Research reveló un descenso significativo del apoyo de los palestinos a la solución de los dos Estados y un aumento de su apoyo a un retorno a la intifada (levantamiento) armada y a los ataques terroristas en Israel.
Según dicho sondeo, la oposición a la idea de la solución de los dos Estados se sitúa en el 69%. Otro 75% expresó además su oposición a la idea de una solución de un solo Estado, en la que israelíes y palestinos vivirían juntos y disfrutarían de los mismos derechos.
La encuesta reveló que el 55% de los palestinos apoya la vuelta a los enfrentamientos armados y a la intifada, lo que supone un aumento respecto al 51% registrado hace tres meses. Además, una mayoría del 59% dijo que apoyaba los ataques terroristas palestinos llevados a cabo dentro de Israel en los últimos meses.
La gran mayoría (69%) se opone igualmente a la reanudación sin condiciones de las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes. Otro 65% se opone al diálogo con la Administración Biden.
El sondeo reveló que la mayoría de los palestinos no confía en Abás, con quien la Administración Biden anda negociando. Si se celebraran hoy elecciones presidenciales, el líder de Hamás, Ismaíl Haniyeh, recibiría el 55% de los votos, mientras que Abás sólo obtendría el 33%.
El 73% de los palestinos manifestó su descontento con el desempeño de Abás, y el 77% expresó su deseo de que dimitiera.
La mayoría dijo que Hamás es quien más merece representar y liderar al pueblo palestino.
La creciente popularidad de Hamás entre los palestinos significa que el Estado palestino que la Administración Biden pretende establecer junto a Israel estaría pronto gobernado por un grupo islamista cuya carta fundacional proclama:
Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo erradique, como erradicó a otros con anterioridad.
La mayoría de los palestinos quiere reemplazar a Abás con un líder de Hamás, lo cual significa que el Estado palestino proyectado asumirá los compromisos del grupo terrorista, que no cree en el derecho de Israel a existir.
Si la Administración Biden y el resto de la comunidad internacional no estuvieran al tanto de los planes de Hamás, deberían echar un vistazo a lo que dice su carta fundacional, cuyo artículo 11 reza:
El Movimiento de Resistencia Islámica cree que la tierra de Palestina es un 'waqf' islámico consagrado para las distintas generaciones musulmanas hasta el Día del Juicio Final. No debe ser dilapidada, ni ninguna parte de ella, ni debe ser cedida. Ni un solo país árabe ni todos los países árabes, ningún rey o presidente, ni todos los reyes y presidentes, ninguna organización ni todas ellas, sean palestinas o árabes, tienen derecho a hacerlo.
El artículo 7 recuerda a los musulmanes un célebre hadiz (dicho) atribuido al profeta Mahoma:
El Día del Juicio Final no llegará hasta que los musulmanes luchen contra los judíos, cuando el judío se esconda detrás de las piedras y los árboles. Las piedras y los árboles dirán, oh musulmanes, oh Abdulá, hay un judío detrás de mí, ven y mátalo.
El Estado palestino que la Administración Biden está impulsando será sin duda utilizado por Hamás y sus patrocinadores en Irán como plataforma para la aniquilación de Israel.
Los líderes de Hamás siempre han sido claros y coherentes en lo tocante a la eliminación de Israel y el asesinato de judíos.
Durante una reciente visita al Líbano, Haniyeh, el candidato preferido de los palestinos para la presidencia de AP, proclamó que «no hay futuro» para Israel en «la tierra de Palestina». Haniyeh afirmó que Hamás se estaba preparando para una «batalla estratégica» contra Israel. «La entidad sionista tiene ante sí un lúgubre futuro debido a la resistencia islámica», dijo, y ensalzó a los palestinos que llevan a cabo ataques terroristas contra Israel.
Haniyeh aseguró que, en caso de un nuevo enfrentamiento militar con Israel, Hamás lo destruiría en un santiamén. «La entidad sionista será golpeada con 150 cohetes en menos de cinco minutos», amenazó.
Durante su visita a Líbano, el líder de Hamás participó en una reunión de la llamada Conferencia Islámica Nacional junto con los líderes de la milicia terrorista Hezbolá, respaldada por Irán. A la cita asistieron también representantes de varios países árabes, como Egipto, Libia, Kuwait, Siria, Marruecos, Jordania, Yemen, Líbano y Argelia; y en ella se apoyó plenamente a Hamás y el terrorismo contra Israel y se arremetió contra los países árabes que han normalizado sus relaciones con Israel.
«La conferencia toma nota de los logros y heroísmos de la resistencia palestina en la lucha contra el enemigo sionista», rezaba una declaración emitida al final de la misma. «La conferencia apoya todas las formas de resistencia frente al enemigo sionista».
Asimismo, condenó los esfuerzos de algunos países árabes «por normalizar [relaciones] con el enemigo sionista y abrir sus [puertas] a su ejército, economía, colonos y políticos». Además, denunció los esfuerzos de esos países por establecer «alianzas militares con el enemigo sionista» y pidió la anulación de los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993 por Israel y la OLP. La conferencia afirmó «el derecho del pueblo palestino a su tierra histórica desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediterráneo]».
Ese declaración supone un gran logro para Hamás, pues los firmantes respaldaron su empeño terrorista en la destrucción de Israel para reemplazarlo con un Estado islamista apoyado por Irán y dirigido por Haniyeh y los mulás de Teherán.
Hamás y sus partidarios no creen en la solución de los dos Estados de Biden ni en ningún proceso de paz con Israel. La única solución que quieren es que Israel y los judíos desaparezcan de este mundo. Lamentablemente, como demuestra la última encuesta, la mayoría de los palestinos comparten la ideología de Hamás y quieren que se siga matando a los judíos.
La Administración Biden tiene que entender que, en las circunstancias actuales, promover la idea de una solución de dos Estados equivale a abogar por el derramamiento de sangre y la violencia en Oriente Medio. También tiene que entender que Abás, el líder palestino en el que confía para conseguir la paz, carece por completo del respaldo de su pueblo para cualquier plan de paz con Israel.