Mientras que, en Siria, grupos terroristas palestinos leales al presidente Bashar al Asad amenazan con atacar objetivos estadounidenses y occidentales en represalia por un posible ataque militar dirigido por EEUU, los palestinos de la Margen Occidental temen que dichos ataques afecten a sus propias relaciones con Norteamérica y la Unión Europea.
Les preocupa especialmente que cualquier actividad terrorista realizada por los palestinos de Siria pueda afectar a la ayuda económica que reciben todos los demás, incluida la Autoridad Palestina.
También les inquieta que la implicación palestina en el terrorismo les haga perder las simpatías y el apoyo político de los que gozan en muchos países occidentales.
Uno de estos grupos sirio-palestinos es el Frente Popular para la Liberación de Palestina – Comando General (FPLP-CG) encabezado por Ahmed Yibril. Fundado en 1968, es uno de los diversos grupos terroristas con base en Siria. En 1974 se escindió de la OLP para unirse al Frente del Rechazo, una alianza de grupos radicales opuestos a cualquier acuerdo de paz con Israel. Financiado y controlado por Siria e Irán, es responsable de una serie de atentados terroristas contra objetivos israelíes y estadounidenses cometidos en las últimas cuatro décadas.
El FPLP-CG lleva dos años ayudando al Ejército sirio en su enfrentamiento con los rebeldes. Miembros del grupo han combatido junto a los militares, y, en algunos casos, incluso han atacado a palestinos por ayudar a los enemigos de Bashar al Asad.
Fuentes palestinas afirmaron esta semana que si Siria es atacada por emplear armas químicas contra su población, es probable que Asad indique al Frente, que cuenta con algunos miles de milicianos, que se prepare para lanzar ataques terroristas contra intereses estadounidenses, europeos e israelíes.
Según dichas fuentes, Irán, que financia y arma a algunos de los terroristas palestinos, también les ha dicho que se preparen para realizar atentados contra objetivos occidentales.
El periódico Al Quds Al Arabi, con sede en Londres, fue informado por fuentes solventes de que el FPLP-CG había llegado a un acuerdo con el régimen sirio, Irán y Hezbolá para responder a un ataque militar encabezado por Estados Unidos, y que Israel sería el primer objetivo de ese contraataque.
Husam Arafat, uno de los líderes del Frente, afirmó que su grupo no se quedaría quieto "mientras Siria es masacrada":
Cualquier agresión occidental contra Siria serviría a los intereses de Israel; apoyaremos a Siria y nos uniremos a ella en la guerra.
También se sospecha que terroristas palestinos que se encuentran en campos de refugiados del Líbano estarían preparándose para "defender a Siria de la agresión occidental". Muchos de ellos están afiliados a los aliados del régimen sirio en el país del Cedro: el grupo terrorista chií Hezbolá.
La Yihad Islámica Palestina advirtió anteriormente que sus miembros responderían cuando Siria fuera atacada. La organización, con sede en Damasco, tiene a algunos miles de terroristas en la propia Siria y en el Líbano.
El régimen sirio se ha servido de grupos terroristas palestinos en el pasado para lanzar ataques contra intereses israelíes y occidentales, además de contra ciertos árabes.
Representantes de la Autoridad Palestina en la Margen Occidental han manifestado su temor de que la implicación de grupos terroristas palestinos en la crisis siria tenga consecuencias desastrosas para su pueblo. Señalaron que cientos de miles de ellos han pagado ya un precio muy alto por inmiscuirse en los asuntos internos sirios.
Más de 1.500 palestinos han muerto en Siria desde que estallara el conflicto. Además, cientos de miles se han visto obligados a abandonar sus hogares en diversos campamentos sirios de refugiados.
"Pagaremos un precio muy alto si alguno de los grupos palestinos que se encuentran en Siria comienza a atacar objetivos occidentales para ayudar a Asad", declaró un alto cargo de la AP en Ramala. "Nos preocupa que Asad use a sus agentes palestinos para crearnos graves problemas con Estados Unidos y los países europeos".