Según revelaban la semana pasada fuentes próximas a los fundamentalistas, los terroristas islámicos que operan en Irak y Siria han comenzado a desplazarse hacia los países circundantes. Estos terroristas, que forman parte del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), una escisión de Al Qaeda, estarían planeando llevar su yihad a Jordania, el Líbano, la Franja de Gaza y la Península del Sinaí, tras haberse hecho con amplias zonas de Siria e Irak, según se ha informado.
La caída en manos del EIIL de las ciudades iraquíes de Mosul y Tikrit durante la semana pasada ha generado que muchos árabes y musulmanes de la región estén preocupados por si sus países se convierten en objetivo de estos terroristas, que tratan de crear un emirato islamista radical en Oriente Medio. Hay fuentes que indican que Abú Baker al Bagdadi, el líder del EIIL, ha analizado con sus tenientes la posibilidad de extender su área de influencia más allá de Siria e Irak.
Una de las ideas barajadas consiste en centrar los esfuerzos del EIIL en Jordania, donde los movimientos islamistas ya tienen una presencia significativa, toda vez que este país comparte fronteras con Irak y Siria, lo que facilita la infiltración de los terroristas.
El analista político jordano Oraib al Rantawi ha lanzado la voz de alarma al afirmar que la amenaza del EIIL de trasladar su lucha al reino es real e inminente. "Los jordanos no nos podemos permitir el lujo de esperar y vigilar", ha advertido.
El peligro se está acercando a nuestros dormitorios. Se ha convertido en un peligro estratégico. Ya no se trata de una amenaza a la seguridad procedente de grupos o células. Debemos empezar a ver más allá. Ha llegado el momento de incrementar la coordinación y cooperación con los regímenes de Bagdad y Damasco para controlar la implantación del extremismo y el terrorismo.
Los terroristas del EIIL ven al rey Abdalá de Jordania, que cuenta con el apoyo de Occidente, como un enemigo del islam y un infiel, y han pedido públicamente su ejecución. De hecho, han difundido recientemente un vídeo en YouTube en el que lo califican como un "tirano" y amenazan con "sacrificarlo". Algunos de los terroristas que aparecen en el vídeo son ciudadanos jordanos que destruyen sus pasaportes ante la cámara y juran cometer ataques suicidas dentro del reino.
Fuentes de inteligencia de Amán muestran su profunda preocupación sobre los planes y las amenazas del EIIL de "invadir" el reino. Estas fuentes dicen que el rey Abdalá ha pedido ayuda militar urgente a Estados Unidos y otros países occidentales para intentar frustrar cualquier intento de que Jordania se convierta en un país controlado por los islamistas.
Marwan Shehadeh, experto en grupos islamistas, no descarta que Jordania sea un objetivo del EIIL porque éste considera que los regímenes árabes, incluido el reino hachemita, son "infieles" y "apóstatas" contra los que hay que luchar.
Las recientes victorias en Irak y Siria han envalentonado al EIIL y a sus seguidores por todo Oriente Medio, y ahora los terroristas están planeando mover su yihad no sólo a Jordania sino a la Franja de Gaza, el Sinaí y el Líbano.
Todo esto sucede ante los ojos del Gobierno norteamericano y de los países europeos, que parecen no tener claro qué hay que hacer para evitar que los terroristas islámicos invadan los países vecinos.
El EIIL constituye una amenaza no sólo para los árabes y los musulmanes moderados, también para Israel, que constituye el objetivo final de los terroristas. Estados Unidos y sus aliados europeos tienen que despertar rápidamente y adoptar las medidas necesarias para evitar que los terroristas islamistas consigan su objetivo.
La falta de acción tendrá como consecuencia el establecimiento en Oriente Medio de un peligroso imperio islamista que representará una amenaza para Estados Unidos y los intereses occidentales.