Si la Margen Occidental tuviera una cuarta parte de las armas que tiene la Franja de Gaza, Israel sería eliminado en un solo día. Eso es lo que Mahmud Zahar, un dirigente de Hamás, les dijo a sus fieles durante un sermón pronunciado el 5 de septiembre.
Zahar, que estuvo escondido durante la operación israelí Margen Protector, habló así durante las oraciones del viernes en la mezquita del Mártir Abdulá Azam, en Gaza City.
Abdulá Azam, por cierto, fue un "erudito" palestino, profesor y mentor de Osama ben laden, el asesino líder de Al Qaeda. Azam fue asesinado en Pakistán en 1989.
Volviendo a Zahar, que pronunció su primer sermón desde que a finales de agosto se anunciara el alto el fuego negociado por Egipto entre Hamás e Israel, decidió recordarles a los palestinos y al resto del mundo el sueño de su movimiento: destruir a Israel.
"Si la Margen Occidental tuviera sólo una cuarta parte de los instrumentos de resistencia que tiene Gaza, la entidad israelí se acabaría en un día", declaró Zahar, que reiteró la afirmación de que Hamás ha logrado una "gran victoria" en la guerra.
El dirigente de Hamás prosiguió criticando a quienes aún dudan que Israel pueda ser destruido:
Quienes eran escépticos respecto a que Palestina pudiera ser liberada ya no tienen dudas después de que el enemigo fuera alcanzado desde la Franja de Gaza. ¿Podéis imaginar lo que pasaría si atacaran al enemigo desde la Margen Occidental, que constituye un 20% del tamaño de Palestina?
El deseo de Zahar de ver la Margen inundada de cohetes, morteros y otros "instrumentos de resistencia" fue reiterado por otros dirigentes y portavoces de Hamás y de la Yihad Islámica tras la reciente guerra en la Franja de Gaza.
Se ha comentado que, recientemente, Zahar declaró que ahora el objetivo de Hamás era "trasladar el ejemplo de resistencia en Gaza" a la Margen Occidental.
Hasta los iraníes parecen creer que ha llegado el momento de convertir la Margen en una plataforma de lanzamiento de ataques contra Israel.
Durante la guerra de Gaza, un alto mando de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria, Mohamed Reza Naqdi, anunció que Teherán tenía planes para "armar a los palestinos de la Margen Occidental" para destruir a Israel.
Naqdi alardeó de que las armas empleadas por Hamás y por otros grupos palestinos durante la reciente guerra habían sido fabricadas y suministradas por Irán.
Las amenazas de Hamás y de Irán respecto a la Margen muestran por qué es de importancia decisiva para Israel (y para la Autoridad Palestina) insistir en la desmilitarización de la Franja como parte de cualquier acuerdo de alto el fuego a largo plazo.
Y, lo que es más significativo, estas amenazas subrayan la necesidad de mantener a la Margen Occidental como área desmilitarizada en cualquier futuro acuerdo de paz, sobre todo en uno que contemplara el establecimiento de un Estado palestino independiente y soberano.
Además, las amenazas suponen un respaldo a la insistencia de Israel en mantener un control de seguridad permanente en la frontera con Jordania. Sin semejante presencia, las armas de fabricación iraní podrían entrar fácilmente en la Margen Occidental.
Lo que están diciendo Hamás e Irán es que cuando Israel se retire tras las líneas anteriores a 1967, si es que lo hace, entonces ellos, junto a otros palestinos, llevarán armas a la Margen para lograr su objetivo de eliminar a la "entidad sionista".
Zahar ni siquiera cree que sean necesarias grandes cantidades de armas; tan sólo una cuarta parte de lo que ya tienen Hamás y la Yihad Islámica en Gaza bastaría, según él, para destruir a Israel en un solo día.
Tras la Operación Margen Protector no resulta difícil entender por qué inundar con armas la Margen Occidental supone una amenaza existencial para Israel, pero es algo que también sembraría el caos entre los palestinos de la Margen.
Por suerte, Mahmud Abás y su Autoridad Palestina son plenamente conscientes de los intentos de Irán y de Hamás de convertir la Margen Occidental en una base para el terrorismo y el yihadismo. Gracias a Israel, también son conscientes de los esfuerzos de Hamás por derribar a la AP y sustituirla por un Gobierno islamista.
El mes pasado Israel anunció la detención de más de 90 miembros de Hamás de la Margen Occidental que planeaban dar un golpe contra Abás y reemprender los ataques terroristas contra israelíes. De no ser por los esfuerzos del Estado judío, Abás y su cúpula habrían sido asesinados o hechos prisioneros por Hamás.
Este episodio explica por qué Abás ha ordenado ahora una represión masiva contra los miembros de Hamás y sus partidarios en la Margen Occidental. Durante la guerra de Gaza, el rais se abstuvo de llevar a cabo medidas semejantes en contra de sus rivales de Hamás por miedo a ser acusado de "colaborar" con Israel.
Desde que entró en vigor el alto el fuego, las fuerzas de seguridad de Abás en la Margen Occidental han detenido a más de 80 hombres de Hamás. También han impedido que predicadores afiliados al movimiento islamista pronunciaran sermones durante las oraciones del viernes.
Abás sólo podrá mantener a raya a Hamás en la Margen Occidental si trata de coordinar la seguridad con Israel.
Sin embargo, no sería realista esperar que Abás o un Gobierno palestino desarmaran a Hamás y a sus aliados en la Franja de Gaza.
Abás y la AP no sobrevivirían ni un día en la Margen Occidental sin la presencia de las Fuerzas de Defensa de Israel, sobre todo si se tiene en cuenta la creciente popularidad de Hamás entre los palestinos después de la guerra.
La semana pasada Abás envió a Washington a dos altos cargos, Saeb Erekat y Mayed Faraj, para presentar su "nueva iniciativa de paz" al secretario de Estado John Kerry.
La iniciativa de Abás contempla el establecimiento de un Estado palestino en un plazo de tres años, bien mediante negociaciones o bien haciendo que el Consejo de Seguridad de la ONU le imponga una solución a Israel.
Sin embargo, esta iniciativa ignora la amenaza de Hamás y de Irán de emplear la Margen Occidental como plataforma desde la que destruir Israel. También ignora que el movimiento islamista podría hacerse fácilmente con el control de un futuro Estado palestino, mediante la fuerza o a través de las prometidas elecciones libres y democráticas, como aseguraba una reciente encuesta de opinión publicada por el Centro Palestino de Políticas y Demoscopia, con sede en Ramala.
Abás exige una completa retirada israelí tras las líneas anteriores a 1967 (incluida la frontera de Jordania). Pero no puede asegurar en absoluto que Hamás e Irán se sirvan de dicha frontera para introducir de contrabando armas en la Margen Occidental.
De hecho, Abás está exigiéndoles a israelíes y norteamericanos algo que supondría su propia perdición. Por ahora, su única opción es aferrarse al poder en la Margen Occidental y seguir colaborando con Israel contra su enemigo común: Hamás. El día que el Movimiento Islámico de Liberación acceda a deponer las armas y a abandonar su sueño de destruir a Israel, entonces él podrá ir a Estados Unidos y al Consejo de Seguridad y pedir un Estado independiente junto a Israel.