Hasta ahora, los palestinos han mostrado poco interés (si es que han mostrado alguno) por las próximas elecciones israelíes, convocadas para el 17 de marzo.
Pero si hay algo que a la mayoría de los palestinos les gustaría ver es al primer ministro Benjamín Netanyahu y a los partidos de derecha fuera del poder.
Los palestinos, en muchos aspectos, parecen haberse sumado a la campaña "Que no sea Bibi" (el apodo de Netanyahu) o "Cualquiera menos Bibi", lanzada por Isaac Herzog y Tzipi Livni, los líderes de la Unión Sionista, uno de sus rivales.
En privado, algunos miembros de la Autoridad Palestina en Ramala han manifestado esta semana sus esperanzas de que Netanyahu sea derrotado en las elecciones.
Pese a que la política oficial de la AP es no inmiscuirse en los asuntos internos israelíes, esos representantes palestinos expresaron además su esperanza de que sean Herzog y Livni quienes formen el nuevo Gobierno.
"Cualquiera es mejor que Netanyahu", afirmó un alto cargo de Ramala. "Aunque somos escépticos respecto a las posturas de Herzog y Livni, creemos que son buenos para los palestinos y para el proceso de paz".
Uno de los representantes palestinos señaló que Herzog ha visitado Ramala al menos en dos ocasiones en los últimos dos años para reunirse con el presidente Mahmud Abás, y añadió:
A diferencia de Netanyahu, Herzog y Livni consideran al presidente Abás un interlocutor para la paz. Ya es buena señal que estén planeando adoptar una política completamente diferente.
De hecho, el propio Herzog ha dado motivos a los palestinos para que tengan esperanzas. Tras reunirse con Abás en diciembre de 2003, declaró:
Mi impresión es que tenemos a un interlocutor que está dispuesto a llegar lejos con tal de alcanzar la paz, a dar pasos creativos y valerosos en cuestiones fundamentales.
De manera análoga, los palestinos afirman haberse visto animados por la disposición de Livni a hacer "amplias concesiones" en aras de la paz. Señalan una reciente entrevista de la político en The Jerusalem Post, en la que no descartó la posibilidad de dividir Jerusalén. En esa misma entrevista dijo además que, aunque Abás "fue terrorista, ya no lo es".
Los Expedientes palestinos de Al Yazira, revelados en 2011, se hacían eco del entusiasmo palestino por Livni. Citaban al exnegociador de la OLP Ahmed Qurei, el cual le habría dicho: "Votaría por usted".
Los Expedientes palestinos son una colección de documentos secretos relativos a las negociaciones de paz palestino-israelíes.
Dichos documentos revelaban asimismo que el negociador en jefe de la OLP, Saeb Erekat, se habría ofrecido a aparecer en actos públicos junto a Livni para reforzar la posición de ésta en su partido.
Desvelaban además que miembros de la Autoridad Palestina buscaron también la ayuda de Washington para reforzar a la político. En octubre de 2009, en reuniones con miembros de la Administración Obama, Erekat preguntó:
¿Por qué no librarnos de Liberman [presidente de Israel Beitenu] y traer a Livni [a la coalición de Gobierno]?
Según el análisis de los Documentos palestinos realizado por Al Yazira, éstos sugieren que la mayoría de los negociadores palestinos son muy partidarios de Livni.
Otro motivo por el que los palestinos están emocionados con ella es el hecho de haber sido miembro del Gobierno de Ehud Olmert, cuando el que fuera primer ministro les ofreció más del 90% de la Margen Occidental –oferta que fue finalmente rechazada por Abás.
Ahora, la Autoridad Palestina espera que un Gobierno encabezado por Herzog y Livni reanudase las conversaciones de paz desde el punto en el que quedaron durante el Gobierno de Olmert. Eso supone que los palestinos no van a aceptar menos de lo que rechazaron entonces.
Naturalmente, hay otros palestinos que no están de acuerdo, y que consideran que, pese a sus opiniones aparentemente moderadas, Livni también ha empleado una política dura en algunas de las cuestiones fundamentales, primera y principalmente en el derecho de retorno de los refugiados palestinos a sus antiguos hogares en Israel. Mencionan además su insistencia en el reconocimiento palestino de Israel como Estado judío y su papel en la guerra de Gaza entre 2008 y 2009.
Al final, realmente no importa quién forme el nuevo Gobierno israelí. Herzog y Livni no van a ofrecerle a la Autoridad Palestina mucho más de lo que los primeros ministros Ehud Barak y Ehud Olmert les ofrecieron en los últimos 15 años.
El próximo Gobierno israelí se enfrentará además a dos bandos palestinos: uno que exige el 100% de lo que Israel tomó en 1948, y otro que pide prácticamente el 100% de la Margen Occidental, la Franja de Gaza y Jerusalén Este.
Y no olvidemos que esos dos bandos palestinos, Hamás y Fatah, siguen en guerra el uno con el otro. Así que aunque el futuro Gobierno israelí logre un acuerdo con el presidente Abás y con su Autoridad Palestina, es seguro que Hamás y muchos otros palestinos lo rechazarán.
Mientras Hamás sigue buscando la destrucción de Israel mediante la violencia y el terrorismo, la Autoridad Palestina se esfuerza por aislarlo y deslegitimarlo por la vía diplomática. Parece decidida a proseguir con su campaña, independientemente del resultado de las elecciones israelíes.
Ni Herzog ni Livni serán capaces de impedir que los palestinos acusen a Israel de "crímenes de guerra" ante la Corte Penal Internacional. Además, tampoco podrán cambiar la actual política de la AP basada en imponerle a Israel una solución con ayuda de la comunidad internacional.
Herzog y Livni pueden prometer todo lo que quieran a los votantes israelíes que revivirán el proceso de paz con los palestinos. Pero de lo que tienen darse cuenta los electores es de que la Autoridad Palestina ya ha tomado una decisión estratégica para intentar imponer una solución a Israel por medio de la comunidad internacional, no mediante negociaciones. También deben saber que cualquier acuerdo con Abás y su AP no es una receta para la paz y la coexistencia.