El líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, se ha comprometido a prohibir la "islamofobia" si se convierte en el próximo primer ministro en las elecciones generales del 7 de mayo.
La medida, que un observador ha llamado "completamente aterradora" debido a sus implicaciones para la libertad de expresión en Gran Bretaña, es parte del esfuerzo de Miliband para complacer a los votantes musulmanes en una sufragio que él ha descrito como "la elección general más apretada para toda una generación".
Con los conservadores que gobiernan y la oposición laborista igualados en las encuestas pocos días antes de que los ciudadanos emitan su voto, los musulmanes británicos — que votaron mayoritariamente a favor del partido laborista en las elecciones generales de 2010 — podrían determinar quién será el próximo primer ministro.
En una entrevista con The Muslim News, Miliband dijo:
"Vamos a hacer de la [islamofobia] un crimen agravado. Vamos a asegurarnos de que quede registrado en el expediente policial, para garantizar que la islamofobia quede erradicada como un crimen de odio.
"Vamos a cambiar la ley en este asunto para dejar absolutamente claro nuestro aborrecimiento de los crímenes de odio y de la islamofobia. Será la primera vez que la policía registrará los ataques islamófobos en todo el país".
Miliband parece estar tratando de reabrir un debate de larga duración en el Reino Unido acerca del denominado odio religioso. Entre 2001 y 2005, el entonces gobierno laborista encabezado por el primer ministro Tony Blair hizo dos intentos (aquí y aquí) para modificar la parte 3 de la Ley de orden público de 1986 para ampliar las disposiciones existentes acerca de la incitación al odio racial para incluir la incitación al odio religioso.
Esos esfuerzos encontraron la oposición de críticos que señalaron que las medidas llegaron demasiado lejos y amenazaban la libertad de expresión. En ese momento, los críticos argumentaron que la definición del gobierno laborista de "odio religioso" tenía un alcance tan severo que habría hecho que cualquier crítica del Islam fuera un delito.
En enero de 2006, la Cámara de los Lores aprobó la Ley de odio racial y religioso de 2006, después de modificar el texto para que la ley se limitara a prohibir solamente palabras "amenazantes" y no las que son solamente abusivas o insultantes. Los legisladores también dijeron que el delito requeriría la intención — no sólo la posibilidad — de fomentar el odio religioso. Agregaron que el proselitismo, el debate, la crítica, el abuso y la burla de la religión, creencia o práctica religiosa no sería un delito.
La promesa renovada de Miliband de hacer de la "islamofobia" (un término que él no ha definido) un "delito agravado" puede señalar un intento de convertir la Ley de 2006 — que ya establece una pena máxima de siete años de prisión por incitar al odio religioso — en una ley de blasfemia musulmana.
De acuerdo con el comentarista británico Leo McKinstry, "la propuesta de Miliband va en contra de toda la tradición de la democracia de occidente, que sostiene que las personas deben ser castigadas sólo por sus hechos, no por sus opiniones". En un artículo de opinión, añadió:
"En la Gran Bretaña de Miliband, se volverá imposible criticar cualquier aspecto de la cultura islámica, sea que se trate de la propagación de la burka, el establecimiento de los tribunales de la ley Sharia, o la construcción de grandes y nuevas mezquitas. Estamos viviendo en una sociedad donde Mohamed es ahora el nombre más popular para niños y donde es más probable que un niño nacido en Birmingham sea musulmán y no cristiano. Si Miliband gana, se asegurará de que la islamización acelerada de nuestro país se quede sin respuesta".
McKinstry dice que Miliband está ganándose el favor de una fuerte comunidad de tres millones de musulmanes de Gran Bretaña para "apuntalar el voto urbano para el partido laborista".
Los musulmanes están surgiendo como un grupo de votantes clave en la política británica y están a punto de determinar el resultado de las elecciones locales en muchas partes del país, según un informe del Consejo Musulmán de Gran Bretaña.
El informe muestra que la población musulmana de Gran Bretaña es mayoritariamente joven y que ejercerá cada vez más influencia política con el paso del tiempo. La edad promedio de los musulmanes de Gran Bretaña es de 25 años, comparada con la edad promedio de la población que es de 40 años.
Una extrapolación de la información disponible muestra que un millón de musulmanes británicos de 18 años y más tendrán derecho a votar en las elecciones de este año. Según un estudio, los musulmanes podrían determinar el resultado de hasta el 25% de los 573 escaños parlamentarios en Inglaterra y Gales.
Otros dicen que aunque la comunidad musulmana de Gran Bretaña está creciendo, también es étnicamente diversa y es poco probable que vote como un grupo único. Un analista ha argumentado que el potencial de influencia musulmana en las elecciones de este año "se mantendrá oculto debido a que el voto musulmán no está organizado de una manera significativa a nivel nacional".
Un estudio elaborado por Theos, un grupo de estudios de asuntos religiosos con sede en Londres, encontró que aunque los musulmanes votan consistentemente por el partido laborista, lo hacen basándose en consideraciones económicas y de clase, y no por motivos religiosos.
De hecho, una encuesta realizada por la BBC el 17 de abril encontró que casi una cuarta parte de los votantes "asiáticos" todavía no sabían qué partido apoyarían en la elección general. Algunos de los entrevistados por la BBC dijeron que los asuntos económicos determinarían su voto.
En cualquier caso, la influencia musulmana en las elecciones de 2015 será determinada en gran medida por el número de votantes musulmanes, que ha sido notoriamente bajo en elecciones anteriores: Se estima que sólo el 47% de los musulmanes británicos votaron en 2010.
Desde entonces, se han establecido varias campañas para animar a los musulmanes británicos a asistir a las urnas en 2015, incluyendo Get Out & Vote (Sal y Vota), Muslim Vote (Voto Musulmán) y Operation Black Vote (Operación Voto Negro). Otro grupo, YouElect (Usted Elige), afirma:
"Un asombroso 53% de los musulmanes británicos no votó en las elecciones generales de 2010, una cifra tan elevada de no votantes musulmanes indica que muchos musulmanes se sienten ignorados por los políticos y desilusionados por el proceso político.
"Con el aumento de la retórica islamófoba en la política y un incremento de la legislación antiterrorista dirigida específicamente a los musulmanes, ahora es más importante que nunca que los musulmanes usen el voto para enviar un mensaje a los políticos de que sus actitudes y políticas deben cambiar.
"YouElect quiere hacer llegar el mensaje de que hay algo que usted puede hacer acerca de los temas que le interesan. Hemos puesto en marcha una nueva campaña con la etiqueta #SortItOut, que llama a los musulmanes a utilizar el proceso político para abordar los asuntos que más les preocupan.
"Con 100.000 nuevos jóvenes musulmanes con derecho a voto este año y 26 distritos electorales con una población musulmana de más del 20%, la comunidad musulmana tiene una oportunidad real de impactar la política británica".
No todos los musulmanes están de acuerdo. El predicador islamista de origen británico Anjem Choudary está desalentando de manera activa que los musulmanes voten. En una serie de mensajes de Twitter utilizando la etiqueta #StayMuslimDontVote, Choudary ha argumentado que el voto es un "pecado" contra el Islam porque Alá es "el único legislador". También ha dicho que los musulmanes que votan o se postulan para cargos públicos son "apóstatas".
Otros islamistas británicos están siguiendo el ejemplo de Choudary. Carteles amarillos brillantes que dicen que la democracia "viola el derecho de Alá" han sido vistos en Cardiff, capital de Gales, y Leicester, como parte de una campaña llamada #DontVote4ManMadeLaw (no vote por la ley creada por el hombre).
Uno de los carteles dice:
"La democracia es un sistema por el cual el hombre viola el derecho de Alá y decide lo que es permitido o no permitido para la humanidad, basándose únicamente en sus caprichos y deseos.
"El Islam es la única solución real para el Reino Unido. Es un sistema integral de gobierno, donde se aplican las leyes de Alá y se observa la justicia".
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter.