Mosab Hasán Yusef nació en 1978 en Ramala y es hijo del jeque Hasán Yusef, fundador de Hamás. Tras haber participado en actividades antiisraelíes, fue detenido por el Shin Bet, el servicio de seguridad israelí. Al principio de entrar en la cárcel decidió convertirse en un agente doble. Pero después vio la enorme diferencia que había entre la actitud de Israel y la de Hamás y empezó a trabajar como un agente clave de los servicios de seguridad israelíes. Siguió ejerciendo esas funciones durante diez años.
La historia de Yusef se narra en un libro publicado en 2010 con éxito de ventas: Hijo de Hamás. Un apasionante relato de terror, traición, intriga política y dilemas inconcebibles, traducido a múltiples idiomas. La película que cuenta su historia, El Príncipe Verde, se estrenó en 2014. Yusef se convirtió al cristianismo y ahora vive en Estados Unidos, donde se le concedió el asilo en 2010.
Mosab Hasán Yusef. (Courtesy of Music Box Films) |
La entrevista se llevó a cabo el 27 de septiembre de 2017, dos días después de que Yusef hablara bajo los auspicios de UN Watch en el Consejo de Derechos de Naciones Unidas en Ginebra. En nuestra conversación repitió varias de las afirmaciones que hizo ante el Consejo.
"Hamás, que yo conozco bien, es una organización política ideológica que considera la extrema violencia como un medio para lograr sus fines políticos", dijo Yusef.
En el siglo XXI, un individuo o grupo que trate de alcanzar sus objetivos por medios violentos no debería ser legitimado por nadie. Según mi definición, Hamás es una organización terrorista.
He visto cómo la conducta del democrático Israel difiere radicalmente de la de Hamás y Fatah. Hamás sigue viviendo en el siglo VII, algo que Europa no puede ni entender. Con los años me he dado cuenta de que, por sus puntos de vista religiosos, Hamás no puede hacer la paz con Israel. Por su interpretación del islam, con los infieles sólo es posible el alto el fuego, no la paz. Ese alto el fuego no puede durar más de 15 años. Ninguna solución política satisfará nunca a Hamás en el largo plazo. No se trata de fronteras, sino de quién cree en su Dios y quién no. El objetivo de Hamás no es sólo Israel, sino que el islam prevalezca sobre todos los no creyentes.
En relación con la Autoridad Palestina, Yusef dijo que la AP no fue elegida por el pueblo palestino. Al contrario: la AP fue puesta a dedo y no rinde cuentas ante su pueblo. Como prueba de sus palabras señaló los actuales atentados contra los derechos humanos por parte de la AP.
Yusef citó lo que ya había dicho sobre la AP en el Consejo:
De hecho, el individuo palestino y su desarrollo humano es la última de vuestras preocupaciones. Secuestráis a estudiantes palestinos de los campus y los torturáis en vuestras celdas. Torturáis a vuestros rivales políticos. El sufrimiento del pueblo palestino es consecuencia de vuestros intereses políticos egoístas. Sois el mayor enemigo del pueblo palestino.
Yusef dijo: "He dicho a menudo que a los israelíes les importan más los palestinos que a los líderes de Fatah o Hamás". Añadió: "No creo que la lucha violenta palestina esté justificada". En otro encuentro en Suiza apuntó que ni Hamás ni Abás tienen interés en poner fin al conflicto, ya que mantenerlo permite a sus organizaciones recibir miles de millones de dólares.
Sobre el asunto general del islam, Yusef dijo:
Nací musulmán, yo no lo elegí. El islam tiene un dogma ambicioso que incluye la violencia. Yo con esa violencia estoy totalmente en desacuerdo. El asesinato en nombre de Alá es un problema más general del islam del que las sociedades occidentales no son suficientemente conscientes. La corrección política occidental favorece el terrorismo islámico. Yo no quiero que colapse el islam, pero rechazo la violencia en nuestro tiempo. Creo que hay que educar a una nueva generación de musulmanes para que aprendan a amar en vez de odiar.
Decidí convertirme al cristianismo, una religión que los musulmanes ven con malos ojos. El cristianismo me ayudó a amar a los demás. Israel y Occidente aman la vida; Hamás y Fatah glorifican la muerte. Esa es otra razón por la que es tan difícil negociar. ¿Cómo encuentras un interés común cuando se viene de sistemas de valores tan distintos?
En relación con la paz entre Israel y los palestinos, Yusef dice:
El pueblo palestino está muy harto. Han sido engañados por los líderes palestinos con falsas esperanzas de fronteras abiertas, independencia y autodeterminación. Es hora de que el pueblo palestino se dé cuenta por fin de que Israel es una realidad y que no se puede poner en riesgo su seguridad en la región.
Los palestinos tienen que empezar a pensar en prioridades. ¿Su prioridad es realmente un objetivo político? Si eligen ser engañados por sus líderes, su destino seguirá siendo el sufrimiento, el dolor y la miseria. Las prioridades también pueden ser no políticas: desarrollar su economía, trabajar por una mejor educación, ampliar los derechos individuales, una mejor sanidad y unas infraestructuras renovadas. Para que eso suceda, el pueblo palestino tiene que empezar a ser proactivo.
En ese caso, Israel y el resto del mundo pueden ayudarles a mejorar sus pueblos y ciudades. Esto les permitiría desarrollar no sólo una economía sólida y unas mejores instituciones médicas. También permitiría que el pueblo palestino construyese puentes con el mundo. Estas me parecen unas prioridades mucho mejores que seguir extravagantes objetivos políticos impuestos por políticos corruptos a los que no les importa el destino de su pueblo.
Preguntado si va a crear algún movimiento, Yusef se rio y dijo:
No estoy pensando en poner en marcha ningún movimiento ni pertenezco a ninguna organización. Soy un individuo que no represento a nadie. Por lo tanto, hablo por mí mismo basándome en mi propia experiencia. Y si me pregunta cuál es mi foro principal, le respondo: principalmente mis sueños. Toda la existencia del ser humano no es más que un sueño individual.