
De Taybe a Tucker Carlson, los palestinos intentan abrir una brecha entre el mundo cristiano e Israel mientras el Gobierno israelí parece un guardia dormido en servicio.
En los últimos meses, hemos sido testigos de una bien planificada campaña de la Autoridad Palestina, organizaciones de la sociedad civil y elementos cristianos antiisraelíes -algunos de ellos declaradamente antisemitas- para socavar las relaciones entre el Estado israelí y las comunidades cristianas de todo el mundo, sobre todo la de los cristianos evangélicos y proisraelíes.
Esta campaña incluye complots falsos, ataques en los medios de comunicación, mensajes antijudíos y antiisraelíes, e incitaciones bajo la apariencia de discursos religiosos o a favor de los derechos humanos. Cuatro acontecimientos notables ocurridos este año indican el tremendo poder de esta campaña:
- El libelo de sangre del falso incendio de la Iglesia de San Jorge en Taybe;
- un episodio de The Tucker Carlson Show con una monja estadounidense que vertió una serie de afirmaciones antisemitas sin ninguna base factual, histórica o teológica;
- la Declaración del Consejo Mundial de Iglesias de junio de 2025;
- un anuncio de un producto alimenticio palestino que se burlaba del cristianismo.
La trama del incendio de una iglesia en Taybe
En julio de 2025, medios de comunicación de todo el mundo afirmaron que "colonos israelíes incendiaron una antigua iglesia bizantina" en el pueblo cristiano de Taybe, en la zona de Binyamin. El patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Teófilo III, el patriarca latino (católico) de Jerusalén, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, y otros altos cargos de las iglesias celebraron una conferencia de prensa condenando el supuesto ataque, del que se informó ampliamente alrededor del globo y en las comunidades cristianas en particular.
Figuras como embajadores extranjeros se sumaron a la condena, echando leña al fuego. Las palabras escritas por el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, fueron, probablemente, la culminación del proceso:
"Taybe es un tranquilo pueblo cristiano palestino al sur de Jerusalén con muchos ciudadanos estadounidenses que ha sido objeto de vandalismo -incluidos incendios en una antigua iglesia-. Hoy he estado allí. Profanar una iglesia, mezquita o sinagoga es un crimen contra la humanidad y contra Dios".
Las redes sociales y los medios de comunicación internacionales no dejaron caer el tema durante semanas, pero poco a poco empezaron a surgir grietas en la narrativa predominante: una investigación independiente del Servicio de Prensa de Israel (TPS-IL) reveló que el incendio se produjo en realidad en un campo adyacente y ni siquiera tocó a la iglesia, y presentó videos en los que pastores judíos corren a apagar el fuego con sopladores y otros equipos de extinción. El informe añade:
"Además, se documentaron otros incendios los días 7, 8 y 11 de julio en zonas de pastos situadas a decenas de metros del recinto de la iglesia. En todos los casos, un granjero judío cuya granja está junto al recinto de la iglesia se quejó a la policía de que alguien había incendiado la zona en la que su rebaño estaba pastando. El TPS-IL ha obtenido documentación con fecha y hora de estos informes".
Al final, la Policía israelí anunció que el templo no había sufrido ningún daño, y tras las conclusiones y la investigación, Huckabee se retractó de sus comentarios e incluso criticó la conducta de los medios de comunicación internacionales.
Un caso así requiere el uso de portavoces gubernamentales expertos en diplomacia eclesial que apelen a los líderes eclesiásticos, publiquen documentación traducida al inglés y al árabe, e informen a los escritores cristianos. Los recursos existen, también las personalidades y las organizaciones necesarias, pero en este caso los ministerios del Gobierno israelí fueron silenciados.
Asimismo, la misma falta de acción ordenada puede verse en las bases de apoyo cristianas a Israel en Estados Unidos y otros países. Quienes sí actuaron para exponer la verdad fueron organizaciones de la sociedad civil como Regavim, TPS-IL y activistas independientes que trabajaron entre bastidores, así como el Consejo Binyamin.
Tucker Carlson: ¿cómo apoyan los cristianos estadounidenses la opresión israelí de los cristianos?
El 11 de agosto, Tucker Carlson publicó un podcast de 80 minutos en que entrevistaba a la madre Agapia Stephanopoulos, una monja ortodoxa griega estadounidense.
Stephanopoulos afirmó que Israel practicaba el apartheid, perseguía a los cristianos y cometía crímenes contra la humanidad, con un mensaje claro: los cristianos deben dejar de apoyar a Israel. Acusaciones que incluyen distorsiones teológicas como "Palestina bíblica" y "Jesús palestino", invalidadas desde hace tiempo por historiadores, arqueólogos e innumerables iglesias y organizaciones cristianas.
El episodio fue visto por millones de personas. El daño ya está hecho, especialmente entre los cristianos evangélicos estadounidenses. También en este caso, en lugar de proporcionar una refutación cimentada en hechos con la cooperación de cristianos israelíes y partidarios de Israel en todo el mundo, el Gobierno israelí no hizo nada.
La Declaración del Consejo Mundial de Iglesias
En junio de 2025, el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que representa a 349 iglesias de diversas corrientes en distintas geografías, emitió una declaración en la clausura de su conferencia en Johannesburgo, Sudáfrica.
Junto con los elogios que dedicó al Gobierno sudafricano "por apelar a la justicia y a la responsabilidad a través de la Corte Internacional de Justicia", la declaración del Consejo Mundial de Iglesias a favor de Sanciones a Israel incluyó la recomendación de un embargo de armas y de eliminar el "bloqueo" de Gaza, así como el apoyo al "derecho al retorno", a la "resistencia" de las comunidades cristianas palestinas y a la investigación en el tribunal de La Haya por "crímenes contra la humanidad".
A lo largo de los años, el CMI ha intentado vestir la máscara de una organización neutral. Con esta declaración y a la luz de la presente campaña antiisraelí parece que se ha atrevido a decir abiertamente lo que siempre quiso pero no se atrevía.
Utiliza claros mensajes antisemitas, y el artículo constitucional Entrada en Israel (Artículo 2D) deja claro que ésta es una razón válida para prohibir el ingreso de miembros del consejo al Estado judío. La respuesta esperable del Gobierno israelí era, por tanto, que declarara la prohibición de entrada a todo miembro del CMI o a cualquier activista del programa ilegal PEAPI, que el consejo lleva a cabo en Israel desde 2002. Pero no hubo tal prohibición.
El único organismo que respondió al asunto fue la Jerusalemite Initiative (el escritor es uno de sus fundadores), que trabaja para integrar a los cristianos de habla árabe de Jerusalén a la sociedad israelí, y está formada por activistas, clérigos y académicos cristianos y judíos. La organización emitió una carta pública en inglés en respuesta a la declaración del CMI. La misiva exponía la hipocresía, la ignorancia y el antisemitismo en la declaración, y demostraba que debería considerarse una violación de varias leyes que prohíben el boicot a Israel en muchos de los países en los que se encuentra el consejo.
Tolerancia cero
De la Autoridad Palestina (AP) podemos aprender mucho sobre la comercialización de narrativas al mundo. Mientras la población cristiana es perseguida bajo la AP (como aquí y aquí), exteriormente transmite una imagen totalmente opuesta.
La Autoridad Palestina invierte considerables recursos en mensajes para el mundo cristiano bajo el Comité Presidencial Superior para Asuntos de la Iglesia en Palestina, que opera desde Belén y Ramala; a diferencia del Israel oficial, que le dedica medio departamento en el Ministerio de Religiones (que se encarga de todas las religiones) y otro medio en el Ministerio del Interior, así como un anacrónico enfoque en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En junio de 2025, Al-Qasrawi Food Products, un importante fabricante de aperitivos de Hebrón, publicó la campaña El último aperitivo: un cartel con la imagen de la Última Cena en la que los personajes de Jesús y sus discípulos eran sustituidos por ovejas y la mesa estaba cubierta con los productos de la empresa. Tras una amplia protesta (incluida la quema de productos) por parte de cristianos que viven bajo la AP y de cristianos israelíes, la compañía eliminó la campaña y emitió una disculpa por "daño involuntario".
Esta campaña anticristiana en las zonas de la AP no llegó al resto del mundo ni a los medios de comunicación internacionales. Pero todos tenemos claro que, si ocurriera lo contrario, la Autoridad Palestina sabría utilizarla bien en su beneficio. Es probable que los ministerios del Gobierno israelí no sean conscientes del asunto, o que no piensen de manera proactiva.
El fracaso sistémico para hacer frente a la campaña antiisraelí
Los acontecimientos mencionados no son accidentales. Forman parte de una amplia campaña bien dirigida por la Autoridad Palestina, las organizaciones de BDS y los elementos antisemitas de las instituciones religiosas mundiales, cuyo objetivo es perjudicar las relaciones de Israel con el mundo cristiano, debilitando su apoyo y aislándolo en la escena internacional.
La falta de una respuesta gubernamental eficaz por parte del Ministerio de la Diáspora y del Ministerio de Asuntos Exteriores a una campaña antiisraelí a gran escala perjudica los lazos estratégicos de Israel con las comunidades cristianas de todo el mundo, especialmente con los evangélicos.
Nuestras fallas son evidentes: falta de sensibilización, falta de voluntad, falta de herramientas y de interlocutores, nulo uso del lenguaje eclesiástico (la diplomacia eclesial) y de los propios interlocutores cristianos. Los recursos humanos existen -en Israel y en todo el mundo-, pero simplemente no se movilizan. El desconocimiento y la falta de familiaridad con el mundo cristiano internacional y local -con los actores, los mensajes y los hechos- crea un vacío explicativo y diplomático ante el público objetivo cristiano. Vacío fácil de llenar con narrativas antisemitas y antiisraelíes.
Un cristiano israelí comentó:
"Israel actúa como si no existiéramos. Mientras otros escriben su historia, ella a veces no escribe nada o, cuando lo hace, es desprestigiada apresuradamente y barrida por personas que prefieren su propia desinformación a hechos inconvenientes".
Amit Barak es un veterano activista y experto en Israel y el mundo cristiano.