Mientras las fuerzas radicales afiliadas a Al Qaeda llegan masivamente a las zonas fronterizas con el norte y el sur de Israel, la Defensa israelí se prepara para una nueva realidad posterior a la Primavera Árabe.
Según informes de la Seguridad israelí, miles de radicales yihadistas han llegado a Siria desde el extranjero y se han unido a combatientes locales del mismo signo, constituyendo así la mayor presencia de partidarios de Al Qaeda en la región.
La preocupación ahora es que Siria servirá de trampolín para la yihad, y los terroristas se desplazarán desde allí a los estados vecinos -Líbano, Jordania y la península del Sinaí en Egipto- para crear zonas de extremismo y violencia.
Esta tendencia ha empezado a tomar forma en un vecino de Siria, Irak, donde, desde la primavera, miles de personas han muerto a causa de bombardeos y tiroteos en renovados ataques de Al Qaeda, sobre todo contra objetivos chiíes.
Estos elementos iraquíes de Al Qaeda, que recientemente se han visto fortalecidos, están vinculados al mayor grupo afiliado a AQ en Siria, el Frente Al Nusra.
Cuando el régimen de Bashar al Asad se derrumbe (si es que lo hace) y estos rebeldes tomen Damasco, Israel y Estados Unidos tendrán que hacer frente inmediatamente a la cuestión de cómo asegurar el inmenso arsenal sirio de armas químicas. Permitir que esas y otras armas caigan en manos de los radicales es impensable.
Mientras, al sur de Israel, miles de yihadistas han convertido la península del Sinaí en una base terrorista. Los militares egipcios, pese a estar ocupados tratando de estabilizar El Cairo, Alejandría y otras ciudades, han asumido el alcance de la nueva amenaza existente en la península, y están ocupándose de preparar una gran ofensiva antiterrorista para frenar a los radicales. El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalón, dijo que, seguramente, Egipto lanzaría la ofensiva en un futuro próximo y que ésta se prolongaría durante un largo periodo de tiempo.
A pesar de los crecientes esfuerzos antiterroristas de Egipto, altos cargos de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han declarado que esperan que los terroristas del Sinaí, antes o después, volverán a atacar a Israel.
Estos ataques podrían adoptar dos formas: en primer lugar, podrían disparar cohetes contra centros de población israelíes, como Eilat, localidad a orillas del Mar Rojo, que depende enormemente del turismo y está situada a un tiro de piedra de la península del Sinaí.
Eilat ha sido atacada varias veces en los últimos años con cohetes disparados por los terroristas desde el Sinaí; las IDF trasladaron recientemente una batería anticohetes Iron Dome ("Cúpula de Hierro") cerca de la ciudad para protegerla de la amenaza de futuros lanzamientos.
El segundo tipo de amenaza implica un ataque por tierra llevado a cabo por células de terroristas armados con bombas, cohetes portátiles y armas automáticas, con la intención de penetrar por la frontera israelí y, una vez dentro del país, atacar un objetivo de alto valor, o bien un centro de población.
Dado el aumento de actividad yihadista en la región, cuanto más tiempo pasa, más aumenta la probabilidad de un incidente semejante.
Las IDF no se duermen en los laureles y ha puesto en práctica un plan a gran escala para preparar las fronteras norte y sur del país para las amenazas que afrontan.
En ambas fronteras se han construido vallas con sofisticados sensores electrónicos. Se está movilizando, en un número creciente, a brigadas de infantería para que realicen patrullas fronterizas. Y los mandos han aumentado el número de unidades de los cuerpos de Artillería y Acorazados.
Como respuesta directa a esta creciente amenaza, la semana pasada la Brigada de Paracaidismo de las IDF llevó a cabo sus mayores maniobras, en el curso de las cuales, para practicar la movilización sin previo aviso de un gran contingente de fuerzas tras las líneas enemigas, mil soldados se lanzaron desde aviones de transporte Hércules. Después de aterrizar, los paracaidistas practicaron cómo formar rápidamente en batallones, enlazar en zonas de escala y lanzar ataques contra objetivos enemigos.
Una fuente de alto rango de las Fuerzas de Defensa dijo que el ejercicio se estaba realizando porque "los enemigos de nuestro entorno se están reuniendo cerca de nuestras fronteras". Describió la capacidad para lanzar a mil paracaidistas tras las líneas enemigas como "una gran ventaja".
El coronel Eliezer Toledano, comandante de la Brigada Paracaidista, declaró:
Muchos ojos están observándonos durante estas prácticas: los ojos del pueblo israelí, que debe saber que, cuando Israel lo decida, podrá enviar a mil combatientes a lo profundo del territorio enemigo sin previo aviso; los ojos del Alto Mando de las Fuerzas de Defensa de Israel, que sabe que sólo tiene que señalar el lugar y estaremos allí; y los ojos de nuestros enemigos, que sabrán que, en cualquier momento, más de mil paracaidistas deseosos de entrar en combate escupirán fuego tras sus líneas.
Además, las Fuerzas de Defensa están esforzándose por conseguir mejores imágenes de inteligencia de lo que está ocurriendo más allá de las fronteras norte y sur del país -un esfuerzo que incluye la instalación de nuevas unidades de vigilancia sobre el terreno.
Durante todo este tiempo, las IDF están perfeccionando su capacidad para identificar y neutralizar objetivos lo más rápidamente posible, empleando potencia precisa desde diversas plataformas.
En una región que afronta su etapa más incierta desde hace décadas, Israel está adoptando todas las medidas posibles para asegurarse de que está preparado para cualquier cosa.