La guerra contra el terrorismo librada a ultranza por el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi, especialmente en la frontera con la Franja de Gaza, parece estar dando fruto. Es un contienda que tiene lugar lejos de la atención pública y sin que suscite apenas reacciones de la comunidad internacional.
Esta situación constituye un ejemplo perfecto de cómo a la comunidad internacional y a Naciones Unidas no les importa el sufrimiento de los palestinos cuando Israel no está implicado. La guerra de Sisi contra el terrorismo provocado, de momento, las mismas protestas –si es que ha suscitado alguna– que suelen acompañar las operaciones militares israelíes contra Hamás y sus túneles para el contrabando.
Como consecuencia de esta guerra –que comenzó en 2013, poco después de que Sisi llegara al poder, con la destrucción de cientos de túneles para el contrabando en la frontera entre Egipto y la Franja de Gaza–, Hamás y otros grupos armados están ahora más aislados que nunca.
Pero no es sólo el aislamiento lo que preocupa a Hamás, a la Yihad Islámica y a otros grupos de la Franja, sino, más bien, las estrictas medidas de seguridad egipcias (que incluyen la destrucción de más de 1.700 túneles y la creación de una zona de seguridad junto a la frontera con el enclave), que han hecho que el contrabando de armas se paralice casi por completo.
"El contrabando [de armas con la Franja de Gaza] se ha interrumpido casi del todo", admitía Abu Mohamed, un contrabandista de armas palestino de la localidad de Rafah, en el sur de la Franja. "Apenas se logra introducir de contrabando armas ligeras o municiones".
Abu Mohamed reveló que el contrabando de armas desde Egipto a la Franja se ha interrumpido prácticamente desde el pasado febrero. Se quejaba de que se ha vuelto imposible introducir misiles y cohetes en Gaza.
El contrabandista afirmó que la campaña de las fuerzas de seguridad egipcias contra los túneles de contrabando ha provocado la escasez de varios tipos de armas y munición en la Franja. Además, las enérgicas medidas de Sisi han hecho que suba el precio de muchas armas.
Por ejemplo, según Mohamed el precio de una bala, que solía venderse por un dólar, se ha doblado en los últimos meses. De manera análoga, el precio de un rifle de asalto AK-47 de fabricación egipcia ha pasado de 900 a 1.300 dólares.
Algunos palestinos dueños de túneles han intentado reconstruirlos, pero no lo han logrado, gracias a las vigentes medidas egipcias, explicaba el contrabandista palestino. Dichas medidas incluyen el empleo de explosivos y de aguas residuales para destruir los túneles.
Animadas por el éxito de su campaña antiterrorista, las autoridades egipcias estudian ahora la posibilidad de extender la zona de seguridad que crearon recientemente junto a la frontera con la Franja de Gaza. Los egipcios afirman que dicha medida es necesaria para evitar que grupos terroristas amplíen sus actividades en el norte del Sinaí.
Desde principios de año, las autoridades de El Cairo han descubierto y destruido en la frontera de Gaza otros 240 túneles de contrabando. Uno de ellos tenía casi tres kilómetros de largo y tres metros de profundidad, según miembros de las fuerzas de seguridad egipcias. Es el túnel más largo que han descubierto hasta la fecha.
El presidente Sisi ha decidido ahora luchar contra los túneles también mediante medidas legales. La semana pasada refrendó una nueva ley, conforme a la cual cualquiera que excave un túnel en la frontera egipcia se enfrenta a cadena perpetua.
Esta ley llega a la vez que la noticia de que algunos yihadistas antigubernamentales han recibido tratamiento médico en hospitales de la Franja. Estas informaciones confirman los temores de las autoridades egipcias de que los yihadistas del Sinaí están colaborando con Hamás para minar la seguridad y la estabilidad del país.
La nueva ley es aprobada tras otra sangrienta jornada en la que cinco personas resultaron muertas y cerca de 30 heridas en la explosión de varias bombas en una instalación de seguridad de la localidad de El Arish, en el Sinaí. Anteriormente otro atentado contra las fuerzas de seguridad causó la muerte de siete soldados cerca de Sheik Zuweid, una localidad del norte del Sinaí próxima a la frontera con la Franja.
Sisi ha demostrado verdadero coraje y determinación en su lucha por desecar las ciénagas terroristas. Las enérgicas medidas que ha adoptado en la frontera han demostrado ser más efectivas, incluso, que las operaciones militares israelíes contra los túneles de los contrabandistas.
Que la Franja de Gaza viva una escasez de armas es una buena noticia no sólo para Israel y Egipto, sino para los palestinos del enclave.
Resulta difícil ver cómo Hamás va a poder lanzarse a otro enfrentamiento militar contra Israel –en el que los palestinos tendrían que pagar, una vez más, un elevado precio– en un momento en el que el Ejército de Sisi destruye a destajo túneles de contrabando y el precio de los rifles y las balas en la Franja de Gaza se pone por las nubes.