Está establecido que la población musulmana de Alemania se incrementará casi cuatro veces hasta alcanzar una cifra sorprendente de 20 millones en los próximos cinco años, de acuerdo a un pronóstico demográfico efectuado por los legisladores bávaros.
El gobierno alemán espera recibir 1,5 millones de solicitantes de asilo en 2015, y posiblemente aún más en 2016. Después de incluir la reunificación familiar — y basándose en el supuesto de que quienes reciban la aprobación de la solicitud de asilo llevarán posteriormente un promedio de cuatro miembros adicionales de la familia a Alemania — ese número se incrementará exponencialmente. Esto sumado es en adición a los 5,8 millones de musulmanes que ya viven en Alemania.
Según el presidente de la Asociación de Municipios de Baviera (Bayerische Gemeindetag), Uwe Brandl, Alemania ahora está en camino de tener "20 millones de musulmanes en 2020". El aumento de la población musulmana de Alemania representa un cambio demográfico de proporciones épicas, que cambiará la cara del país para siempre, "pero simplemente estamos de pie, viendo como sucede".
Dirigiéndose a una exposición en Núremberg el 14 de octubre, Brandl advirtió que la migración sin límites implicará grandes costos para los contribuyentes alemanes y también dará lugar a disturbios sociales. Él dijo:
"Una familia de refugiados de cuatro miembros recibe hasta 1.200 euros al mes en ayudas, además de alojamiento y comidas. Ahora, un desempleado alemán con familia que ha trabajado quizás 30 años, recibe junto con su familia sólo un poco más. Estas personas nos están preguntando si nosotros los políticos realmente vemos que esto es algo justo y equitativo".
Brandl dijo que esto también se aplica a la tarjeta sanitaria electrónica, que ofrece a los solicitantes de asilo los mismos beneficios que tienen los alemanes que han pagado al sistema de seguridad sanitaria durante muchos años. Criticar esto como injusto "no tiene nada que ver con racismo o extremismo de derecha".
Las preocupaciones de Brandl se repiten en un documento de inteligencia filtrado, que advierte que la afluencia de más de un millón de migrantes de países musulmanes este año aumentará la inestabilidad política en Alemania.
El documento — partes de este fueron publicadas por Die Welt el 25 de octubre — revela la creciente alarma dentro de las más altas esferas del sistema de inteligencia y seguridad de Alemania, sobre las consecuencias de la política de puertas abiertas de inmigración de la canciller Ángela Merkel.
El llamado documento no oficial (el autor del documento permanece en el anonimato) advierte que la "integración de cientos de miles de migrantes ilegales será imposible debido al gran número involucrado y a las sociedades paralelas musulmanas que existen en Alemania". El documento añade:
"Estamos importando el extremismo islámico, el anti-semitismo árabe, los conflictos étnicos y nacionales de otras personas, así como una comprensión diferente de la sociedad y la ley. Los organismos de seguridad alemanes son incapaces de hacer frente a estos problemas importados de seguridad, y a las reacciones provenientes de la población alemana".
Un funcionario de seguridad de alto rango no identificado dijo a Die Welt:
"La elevada afluencia de personas de otras partes del mundo, dará lugar a la inestabilidad de nuestro país. Estamos produciendo extremistas al permitir esta migración masiva. La sociedad en general se está radicalizando porque la mayoría no quiere la migración, que está siendo forzada por las élites políticas. En el futuro, muchos alemanes se apartarán del estado constitucional".
Las advertencias se producen en medio de las crecientes críticas a Merkel, cuya decisión el 4 de septiembre de abrirle la puerta a los migrantes en Hungría ha agravado la crisis.
El Ministro-Presidente de Baviera, Horst Seehofer, que también dirige la Unión Social Cristiana (CSU), el partido hermano de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel (CDU), se ha convertido en uno de los críticos más acérrimos de Merkel. "Estoy convencido de que la canciller ha elegido otra visión para Alemania", dijo. "Esto ha sido un error que nos ocupará durante mucho tiempo. No veo ninguna manera de poner al genio de regreso en la botella", añadió.
En una entrevista con Bild, Seehofer, dijo:
"Creemos de manera rotunda que la inmigración debe ser controlada y limitada si Alemania quiere hacerle frente. La gravedad de la situación es cada día más clara. La población no quiere palabras astutas o visitas inconclusas a las instalaciones. ¡Quiere acción!"
Después de atacar durante meses a los críticos de las políticas de inmigración de Merkel como xenófobos de derecha, el vicecanciller Sigmar Gabriel, y el ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, reconocieron que con la crisis migratoria se corre el riesgo de dividir a la sociedad alemana. En un ensayo conjunto publicado por Der Spiegel, los dos escribieron: "No podemos indefinidamente absorber e integrar a más de un millón de refugiados cada año".
El ministro de Finanzas de Baviera Markus Söder dijo: "Tenemos que tener claro que debe haber límites y cuotas para la inmigración — no podemos salvar al mundo entero. La afluencia de refugiados no se detendrá a menos que aseguremos nuestras fronteras y enviemos una señal clara de que no todo el mundo puede venir a Alemania".
El ex ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich (CSU) describe la política de inmigración de Merkel como un "error político sin precedentes" que tendrá "consecuencias devastadoras a largo plazo". Dijo que el trabajo de los políticos es pensar más allá del presente y tomar decisiones para el futuro. En vista de la afluencia masiva de migrantes hacia Alemania sin ningún tipo de control policial, Friedrich concluyó: "Hemos perdido el control". Y agregó:
"Es totalmente irresponsable que decenas de miles de personas están fluyendo hacia el país sin control y sin registro, y sólo podemos estimar de manera poco fiable cuántos de ellos exactamente son combatientes del Estado Islámico o islamistas dormidos. Estoy convencido de que ningún otro país en el mundo sería tan ingenuo e iluso para exponerse a un riesgo como este".
El legislador Michael Stübgen del CDU dijo: "El desacuerdo [con Merkel] es fundamental. Nuestras capacidades están agotadas y existe la preocupación de que el sistema va a colapsar si no recuperamos el control de nuestras fronteras, pero la canciller no está de acuerdo y así el conflicto está sin resolver".
El 21 de octubre, más de 200 alcaldes de Norte-Westfalia firmaron una carta abierta a Merkel, en la que advertían que ya no eran capaces de recibir a más migrantes. La carta dice:
"Estamos seriamente preocupados por nuestro país y por las ciudades y los pueblos que representamos. La razón: El flujo masivo y en su mayoría descontrolado de migrantes a Alemania y a nuestras ciudades y pueblos.
"Todas las opciones de alojamiento disponibles están agotadas, incluyendo tiendas de campaña y contenedores de transporte. Administrar los albergues para migrantes consume tanto tiempo que nuestro personal ya no puede atender a otras responsabilidades municipales".
Al dirigirse a los asistentes de una reunión del Partido Popular Europeo en Madrid el 22 de octubre, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, advirtió de las consecuencias de las políticas de inmigración de Merkel. Él dijo:
"Estamos en serios problemas. La crisis migratoria tiene el potencial para desestabilizar a gobiernos, países y a todo el continente europeo....
"Lo que hemos estado enfrentando no es una crisis de refugiados. Se trata de un movimiento migratorio compuesto por migrantes económicos, refugiados y también combatientes extranjeros. Este es un proceso no controlado y no reglamentado.... También quiero subrayar que existe una cantidad ilimitada de personas, después de Siria, Irak, Pakistán, y Afganistán, ahora también África está en movimiento. La dimensión y el volumen del peligro están muy por encima de nuestras expectativas....
"Nuestra responsabilidad moral es devolverle a estas personas sus hogares y sus países. Nuestro objetivo no puede ser darles una nueva vida europea. La dignidad humana y la seguridad son derechos básicos. Pero el estilo de vida alemán, austriaco o húngaro no es un derecho básico de todas las personas en la tierra. Es sólo un derecho de aquellos que han contribuido a ello. Europa no es capaz de aceptar a todos los que quieren una vida mejor. Tenemos que ayudarles a recuperar sus propias vidas con dignidad y tenemos que enviarlos de regreso a sus propios países.
"No podemos evitar hablar de la calidad de nuestras democracias. ¿Es libertad de información y de expresión cuando los medios de comunicación por lo general muestran a las mujeres y a los niños, mientras que el 70% de los migrantes son hombres jóvenes que parecen un ejército? ¿Cómo puede ser que nuestros ciudadanos sienten que su opinión no se está tomando en cuenta? Y tenemos que abordar la cuestión de si nuestra población quiere lo que ha estado sucediendo. ¿Fuimos autorizados por ellos para permitir que millones de migrantes entren a nuestro continente? ... no, distinguidos delegados, no lo fuimos.
"No podemos ocultar el hecho de que la izquierda europea tiene una agenda clara. Ellos apoyan la migración. Realmente importan futuros votantes de izquierda a Europa escondiéndose detrás del humanismo. Es un viejo truco, pero no entiendo por qué tenemos que aceptarlo. Consideran que registrar y proteger las fronteras es algo burócrata, nacionalista y que va en contra de los derechos humanos. Ellos sueñan con una sociedad mundial construida políticamente, sin tradiciones religiosas, sin fronteras, sin naciones. Atacan valores fundamentales de nuestra identidad europea: la familia, la nación, la subsidiariedad y la responsabilidad".
En una columna el 26 de octubre para el Financial Times, titulada "El Fin de la época de Merkel está a la vista", Gideon Rachman escribió:
"La crisis de refugiados que ha estallado sobre Alemania probablemente simboliza el fin de la era Merkel. Con el país en fila para recibir a más de un millón de solicitantes de asilo sólo este año, la ansiedad pública está aumentando — y también el criticismo a la señora Merkel dentro de su propio partido. Algunos de sus aliados políticos reconocen que es claramente posible que la canciller deberá dejar el cargo antes de las próximas elecciones generales de 2017. Incluso si ella finaliza un término completo, la idea de una cuarta administración Merkel, ampliamente discutida hace unos meses, ahora parece improbable...
"El problema es que el gobierno de Merkel ha perdido claramente el control de la situación. Los funcionarios alemanes apoyan públicamente la declaración de "podemos hacer esto' de la canciller. Pero hay pánico justo debajo de la superficie: los costos están en aumento, los servicios sociales están gimiendo, los sondeos de opinión de la señora Merkel están cayendo y la violencia de extrema derecha va en aumento.
"A medida que se altera la plácida superficie de la sociedad alemana, los argumentos acerca del impacto positivo de la inmigración en lo económico y lo demográfico, están perdiendo su impacto. En su lugar, los temores acerca de las consecuencias sociales y políticas a largo plazo de recibir a tantos recién llegados — particularmente del colapsado Medio Oriente — están ganando terreno. Mientras tanto, los refugiados siguen dirigiéndose a Alemania — a un ritmo de aproximadamente 10.000 por día. (Por el contrario, el Reino Unido ha ofrecido aceptar 20.000 refugiados sirios durante los próximos cuatro años.)...
"Algunos votantes parecen haber llegado a la conclusión de que Mutti [una forma familiar alemana para 'madre'] ha enloquecido — lanzando las fronteras abiertas de Alemania para los desdichados de la tierra...
"La crisis de refugiados marca un punto de inflexión. La década después de que la señora Merkel llegó al poder en 2005, se ve ahora como un período de bendición para Alemania, en el que el país fue capaz de disfrutar de la paz, la prosperidad y el respeto internacional, manteniendo los problemas del mundo a una distancia segura. Esa época dorada ya ha terminado".
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter. Su primer libro, Global Fire, estará a la venta a principios de 2016.