Muchos musulmanes británicos no comparten los valores de sus compatriotas no musulmanes, y dicen que quieren llevar vidas separadas bajo la ley islámica de la sharia, según los resultados de una nueva encuesta.
El sondeo, que demuestra que una parte significativa de la comunidad musulmana británica se está convirtiendo en una "nación separada dentro de una nación", ha vuelto a abrir el debate sobre el fracaso de treinta años de multiculturalismo británico y la necesidad de medidas más contundentes para promover la integración musulmana.
La encuesta fue realizada por ICM Research para el documental de Channel 4 What British Muslims Really Think, emitido el 13 de abril.
La encuesta, de 615 páginas, revela que más de 100.000 musulmanes británicos simpatizan con los terroristas suicidas y con quienes cometen otros actos terroristas. Además, sólo uno de cada tres musulmanes británicos (34 por ciento) llamaría a la policía si creyera que alguien de su entorno ha tenido alguna relación con los yihadistas.
Por añadidura, el 23 por ciento de los musulmanes británicos dijo que la ley islámica de la sharia debería sustituir a la ley británica en las zonas con gran población musulmana.
En cuanto a los asuntos sociales, el 52 por ciento de los musulmanes encuestados dijeron que, a su juicio, la homosexualidad debería ser ilegal, frente al 22 por ciento de los británicos no musulmanes. Casi la mitad cree que es inaceptable que un gay o una lesbiana den clases a sus hijos. Al mismo tiempo, casi un tercio (31 por ciento) de los musulmanes británicos cree que la poligamia debería ser legalizada. En la franja de los 18 a los 24 años, el 35 por ciento considera aceptable tener más de una esposa.
El 39 por ciento de los musulmanes encuestados creen que las mujeres siempre deberían obedecer a sus maridos, frente al 5 por ciento de los no musulmanes. Uno de cada tres musulmanes británicos se niega rotundamente a condenar la lapidación de las mujeres acusadas de adulterio.
El sondeo también reveló que una quinta parte de los musulmanes británicos no han entrado en la casa de un no musulmán durante el año pasado.
El 35 por ciento de los musulmanes británicos encuestados cree que los judíos tienen demasiado poder en Reino Unido, frente al 8 por ciento de los no musulmanes.
En un artículo publicado en el Sunday Times, Trevor Phillips, presentador del documental y exdirector del organismo británico Equality and Human Rights Comission, advirtió de un creciente "abismo" entre los musulmanes y no musulmanes británicos que "no va a desaparecer en el corto plazo".
Phillips escribió que la encuesta revela la "desapercibida creación de una nación dentro de la nación, con su propia geografía, sus propios valores y su propio futuro separado". Y añadía: "Yo pensaba que los musulmanes de Europa se irían adaptando al entorno. Tendría que haberme dado cuenta".
Phillips se refería a su cometido para poner en marcha el informe de 1997 titulado Islamophobia: A Challenge for Us All. El documento, también conocido como Informe Runnymede, popularizó el término "islamofobia" en Gran Bretaña y fue singularmente responsable del silenciamiento de las críticas hacia la inmigración masiva del mundo musulmán. Veinte años después, Phillips admite que ha cambiado de parecer.
En un artículo en el Daily Mail, Phillips escribió:
Hay una lucha a vida o muerte en el espíritu del islam británico, y esta es una batalla en la que el resto de nosotros no podemos mantenernos al margen. Tenemos que elegir bando. (...)
El cuatro por ciento –lo que equivale a más de 100.000 musulmanes británicos– respondió a los investigadores que simpatizaban con quienes participaban en los atentados suicidas para luchar contra la injusticia. Cuando se les preguntó si conocían a alguien que apoyara el terrorismo en Siria, sólo uno de cada tres dijo que lo denunciaría a la policía. (...)
Uno de los hallazgos es verdaderamente escalofriante. Los musulmanes que tienen visiones distintas sobre cómo quieren vivir en Gran Bretaña son mucho más proclives a apoyar el terrorismo que quienes no las tienen. Y hay demasiados de los primeros como para pensar que podremos vencer gradualmente la amenaza. (...)
Los musulmanes de mentalidad liberal llevan algún tiempo diciendo que nuestra actitud tolerante ha permitido que crezca un clima en el que las ideas extremistas han prosperado entre las comunidades musulmanas de Gran Bretaña. Los políticos han tratado de reconfortarnos diciéndonos que sólo una pequeña minoría tiene posturas peligrosas. (...)
Entretanto, hay chicas que son enviadas a que les mutilen los genitales, chicos y chicas jóvenes que son presionados para casarse contra su voluntad, y adolescentes que son seducidos para que se pongan chalecos explosivos o se conviertan en novias yihadistas. (...)
Hemos sido demasiado comprensivos, y muy poco críticos, y hemos sacrificado así a una generación de jóvenes británicos por unos valores que son opuestos a las creencias de la mayoría de nosotros, incluidos muchos musulmanes. (...)
En mi opinión, hemos de adoptar un enfoque mucho más potente sobre la inmigración que nunca y que sustituya la fracasada política del multiculturalismo.
Phillips añadía:
Los musulmanes quieren ser parte de Gran Bretaña, pero muchos no aceptan los valores y conductas que hacen de Gran Bretaña lo que es; creen que el islam ofrece un futuro mejor. Y una pequeña minoría siente que estas creencias sinceras justifican los intentos de destruir nuestra democracia. (...)
Los musulmanes británicos liberales imploran que se haga frente a este desafío. La complacencia que hemos mostrado hasta ahora les está dejando solos en la batalla, y poniendo a nuestra sociedad en peligro. No podemos permanecer pasivos con la esperanza de que el problema desaparezca.
Por otra parte, la encuesta revela que el 88 por ciento de los musulmanes británicos cree que Gran Bretaña es un buen lugar para que vivan los musulmanes. Según Phillips, esto se debe a que la tolerancia de que disfrutan en Reino Unido les permite hacer lo que quieran.
Algunos musulmanes británicos han rechazado las conclusiones de la encuesta, de la que dicen que utiliza una metodología defectuosa, porque se llevó a cabo en zonas donde los musulmanes suponen más del 20 por ciento de la población, frente al 5,5 por ciento del total. Dicen que los resultados de la encuesta están sesgados porque son representativos de los musulmanes de esas zonas y no de los musulmanes británicos en conjunto.
Sin embargo, en una entrevista con la CNN, el director del ICM, Martin Boon, dijo que más de la mitad de todos los musulmanes británicos viven en zonas donde los musulmanes son más del 20 por ciento, y que los resultados del sondeo son sólidos. "A mi juicio, es el sondeo más riguroso sobre los musulmanes aparte de las encuestas más amplias y caras realizadas por el gobierno de Reino Unido", dijo Boon.
El presidente del British Polling Council, John Curtice, dijo a la CNN que había empleado los métodos estándar para encuestas a minorías étnicas en Reino Unido.
A diferencia de otros muchos sondeos de opinión musulmana, que por lo general se han realizado por teléfono o por internet, ICM hizo una investigación presencial y a domicilio para interrogar a una muestra representativa de 1.081 musulmanes de toda Gran Bretaña.
La población musulmana de Gran Bretaña superó los tres millones y medio en 2015 convirtiéndose en el 5,5 por ciento de la población general, de 64 millones, según las cifras extrapoladas de un estudio reciente sobre el crecimiento de la población musulmana en Europa. En términos reales, Gran Bretaña tiene la tercera mayor población musulmana de la Unión Europea, por detrás de Francia y después Alemania.
En un comunicado, el Consejo Musulmán de Gran Bretaña (vinculado a los Hermanos Musulmanes) se quejó de que el sondeo carecía de "rigor académico" y advertía de que "no hará más que endurecer las posturas de ambas partes". Y proseguía:
A muchos musulmanes británicos les dejará perplejos que los comentaristas y los medios hayan intentado constantemente y en vano mostrar una imagen de los musulmanes británicos que choca con el resto del país. La manera en que se ha formulado y presentado este sondeo, en este clima de miedo hacia los musulmanes, es muy desafortunada.
En un artículo de opinión en el Guardian, Miqdaad Versi, subsecretario general del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, sostenía que a Phillips "le falta sutileza" y que "interpreta de manera distorsionada las diversas comunidades musulmanas de Reino Unido". Escribía:
Los debates y propuestas para promover la integración y la cohesión son siempre bienvenidos. Pero el punto de partida no debería ser que el problema son los musulmanes, que no son lo suficientemente británicos, y que deben ser civilizados según un concepto preexistente de britanidad.
Por el contrario, Sir Gerald Howarth, diputado conservador por Aldershot, dijo:
Tres hurras por Trevor Phillips. Creo que tiene toda la razón. Hay un elemento en la comunidad musulmana que rechaza nuestros valores mientras se beneficia de nuestra tolerancia. (...)
Somos una nación tolerante porque estamos enraizados en la fe cristiana, que es una religión tolerante. A medida que nuestra propia observancia religiosa decae, se crea un vacío que está aprovechando la comunidad islamista de la línea dura. (...)
Hemos sido una sociedad muy complaciente.
Allison Pearson, columnista del Daily Telegraph, pidió la prohibición inmediata de todos los tribunales de la sharia en Gran Bretaña y pidió al Gobierno que asegurara que todos los ciudadanos se sometan a la ley británica. Y resumía así el atolladero británico:
La situación es grave. A menos que lo logremos, la actitud de "vive y deja vivir" que hace de Gran Bretaña un magnífico lugar podría acabar siendo su sentencia de muerte.
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter. Su primer libro, Global Fire, estará a la venta en 2016.