Este mes la cadena alemana de televisión ARD (Consorcio de Emisoras Públicas de Alemania, por sus siglas en alemán) emitió filmaciones que documentaban el tráfico de esclavos por parte del Estado Islámico (ISIS) a través de una oficina de enlace en la provincia turca de Gaziantep (o Antep), cerca de la frontera siria.
En agosto de 2014 yihadistas del Estado Islámico atacaron Sinyar, hogar de 400.000 yazidíes. Naciones Unidas confirmó que 5.000 hombres fueron ejecutados y que hasta 7.000 mujeres y niñas se convirtieron en esclavas sexuales.
Si bien algunas han escapado o han sido liberadas tras haber sido pagado un rescate por ellas, miles siguen desaparecidas.
El mes pasado, después de que fuerzas kurdas recuperaran la zona, se descubrieron fosas comunes en las que se cree que están los restos de las mujeres yazidíes.
Los canales alemanes NDR y SWR relataron en su página web:
El [Estado Islámico] ofrece a mujeres y a niños en una especie de mercado virtual de esclavos, con fotos para la venta. (...) La transferencia de dinero, como descubrió el reportero, tiene lugar a través de una oficina de enlace en Turquía. (...)
Durante semanas, la NDR y la SWR acompañaron a un mediador yazidí que, en representación de las familias, negocia con el EI la liberación de las esclavas y de sus hijos. (...) las mujeres son vendidas al mejor postor en un mercado virtual de esclavos. Un precio típico oscila entre los 15.000 y los 20.000 dólares. Para liberar a las yazidíes se exige un rescate por una cifra similar. El dinero es transferido al grupo terrorista a través de oficinas de enlace e intermediarios.
La NDR y la SWR estuvieron presentes en la liberación de una mujer y de sus tres hijos pequeños, de entre dos y cuatro años, y siguieron las negociaciones. No está claro cuántas esclavas yazidíes siguen siendo 'propiedad' del EI. Los expertos calculan que podrían teniendo centenares.
El negociador reveló a la NDR y a la SWR que en un año había transferido al ISIS más de 2 millones y medio de dólares procedentes de las familias de 250 mujeres y niños yazidíes para liberarlos.
También dijo que para anunciar a los esclavos el ISIS asigna números a mujeres y niños y publica sus fotos a través de WhatsApp.
Como respuesta a estas informaciones, el Colegio de Abogados de Gaziantep presentó una querella criminal contra la Organización Nacional de Inteligencia Turca (MIT) y los agentes de la ley que cometieron negligencia y mala praxis al no adoptar las medidas necesarias y no llevar a cabo actividades de inteligencia preventiva requeridas antes de que los medios se ocuparan de dichos incidentes.
El colegio también exigió que la Fiscalía comenzara a procesar y castigar a los responsables de los delitos de "tráfico de personas, prostitución, genocidio, privación de libertad, crímenes contra la humanidad y contrabando de inmigrantes", de acuerdo al Código Penal turco.
"La trágica realidad", comentó el abogado Bektas Sarkli, presidente del Colegio de Abogados, "es que Gaziantep es una ciudad multitudinaria; los terroristas suicidas cruzan con facilidad [a Siria e Irak]. Por desgracia, Gaziantep exporta terrorismo".
Sarkli añadió: "Al ver la munición aprehendida y, sobre todo, cuando se tiene en cuenta el dinero que se transfiere aquí, [queda claro que] el ISIS encuentra fácil refugio en esta ciudad. Gaziantep es el centro logístico del ISIS."
Mahmud Togrul, un parlamentario del Partido Democrático Popular (HDP), formación prokurda, formuló una moción a Efkan Ala, ministro de Interior turco, en la que le preguntó por la supuesta oficina en la que los miembros del ISIS se dedicaban al comercio sexual y al tráfico de esclavos. Entre otras cosas, preguntó lo siguiente: "¿Cuántas oficinas de enlace vinculadas a la organización terrorista ISIS hay en Gaziantep? Si las hay, ¿tienen base legal dichas oficinas? ¿Bajo qué nombre operan? ¿Están dichas oficinas vinculadas a alguna institución?".
El ministro Ala aún no ha dado respuesta alguna.
Togrul afirmó:
Según la prensa local de Gaziantep, así como la nacional, la localidad se ha convertido en una ciudad con casas para células durmientes del grupo terrorista ISIS; sus miembros abundan y se mueven libremente.
La Plataforma de Lucha por las Mujeres Apresadas, el Congreso por una Sociedad Democrática (DTK) y el Congreso Kurdo de Mujeres Libres (KJA) de Diyarbakir también han presentado una demanda en la que instan a la Fiscalía a investigar las acusaciones y hacer responder por ellas a los criminales.
Reyna Yalcindag, una destacada abogada pro derechos humanos kurda, declaró:
Los miembros del ISIS han establecido un oficina en Antep; en ella, mujeres y niños secuestrados por el ISIS son vendidos por elevadas sumas de dinero. ¿Dónde están los ministros y los agentes de la ley de este país que hablan de estabilidad?
"Turquía", añadió, "ha firmado diversos tratados internacionales, pero es el primer país a la hora de no cumplir los relacionados con los derechos humanos".
La copresidenta de la Federación Yazidí de Europa, Leyla Ferman, hizo referencia a la cantidad de genocidios de los que los yazidíes afirman haber sido víctimas a lo largo de la historia.
A los yazidíes les han condenado a 73 penas de muerte. La gente es masacrada por el Estado Islámico. Hay miles de mujeres yazidíes desaparecidas. Cinco mil personas han sido hechas prisioneras. Las mujeres y niños son violados y luego vendidos. Hoy, a causa de la guerra, las mujeres han sido dispersadas por todas partes. Todo esto debe ser considerado un crimen.
No es la primera vez que la presencia del ISIS en Antep aparece en las noticias.
El mes pasado, tras los atentados de París, un grupo que enarbolaba banderas negras del Estado Islámico apareció tocando la bocina de sus coches y celebrando por las calles de Antep. La grabación de todo ello fue ampliamente difundida por las redes sociales. Un usuario escribió : "Esto es Turquía, que supuestamente está combatiendo al ISIS. Éste es el convoy del ISIS celebrando en Antep la masacre de París".
Los yazidíes, una comunidad perseguida a lo largo de la historia, son de etnia kurda, pero no son musulmanes. Su religión, el yazidismo, está ligada a las antiguas religiones mesopotámicas. Los miembros de esta comunidad son nativos del norte de Mesopotamia y de Anatolia; parte de su hogar se encuentra en la moderna Turquía; el resto, en Siria e Irak.
Los yazidíes se han visto sometidos a campañas de islamización forzosa y de asimilación, según el sociólogo turco Ismail Besikci, un destacado especialista en el Kurdistán:
Durante las deportaciones de los griegos del Ponto entre 1912 y 1913 y el genocidio armenio de 1915, los yazidíes también fueron expulsados de sus tierras. A lo largo de la historia de la República turca se han ensayado todos los métodos para islamizar a los yazidíes. Por ejemplo, antes de 1915 Suruc era una ciudad completamente yazidí, lo mismo que Viransehir. Hoy no queda un solo yazidí en Suruc. Además, puede verse que los yazidíes islamizados tienen un comportamiento ofensivo con los que siguen siendo yazidíes.
Como son kurdos, el Estado no ha reconocido su condición de tales, y al ser yazidíes el Estado no les ha reconocido su religión. El apartado religión de los documentos de identidad yazidíes está en blanco; en algunos casos aparece una X o un guión.
"Según las investigaciones, en 2007 sólo quedaban 377 yazidíes en Turquía", afirma Erol Dora, un parlamentario asirio miembro del Partido Demócrata Popular (HDP):
Los yazidíes, al igual que otras minorías de Turquía, se han visto sometidos a la discriminación y al discurso del odio; por eso han tenido que abandonar sus tierras. (...) Sus pueblos y tierras han sido usurpados, y sus lugares sagrados atacados. Todas estas conductas racistas siguen produciéndose actualmente; la lengua, la religión y la cultura de los yazidíes se enfrenta a la extinción.
Los yazidíes afirman haber sido objeto de 72 intentos de exterminio o de genocidio. Hoy en día son víctimas de otra tentativa de genocidio en Irak, a manos de los yihadistas del ISIS.
"Según muchas mujeres y niñas huidas con las que hablé en el norte de Irak, el número de yazidíes secuestrados, principalmente mujeres y niños, supera los 7.000", declaró Mirza Ismail, fundadora y presidenta de la Organización Internacional por los Derechos Humanos de los Yazidíes, en su discurso ante el Congreso estadounidense.
Algunas de esas mujeres y niñas han tenido que ver cómo criaturas de 7, 8 o 9 años de edad se desangraban hasta morir ante sus ojos tras ser violados varias veces al día por milicianos del ISIS.
Me he encontrado con mujeres cuyos hijos les fueron arrebatados por el Estado Islámico. Esas mismas madres fueron a rogar que se los devolvieran, y sólo les informaron de que a ellas, sus madres, el ISIS les había dado de comer la carne de sus propios hijos. Niños asesinados y dados de comer a sus propias madres.
Las milicias del ISIS han quemado vivas a muchas chicas yazidíes por negarse a convertirse y a casarse con hombres del Estado Islámico. Hay niños yazidíes que son entrenados para convertirse en yihadistas y terroristas suicidas. Todos nuestros templos de la zona controlada por el EI son volados y destruidos. ¿Por qué? Porque no somos musulmanes, y porque nuestro camino es el de la paz. Por eso nos queman vivos: por vivir como hombres y mujeres de paz.
Los yazidíes, uno de los pueblos más pacíficos de la tierra, luchan por sobrevivir a un nuevo genocidio islámico ante la mirada del mundo entero.
Mientras buena parte del planeta ha guardado silencio, un miembro de la OTAN, Turquía, ha sido abiertamente cómplice: ha posibilitado el terrorismo yihadista. Hay informes y testigos que afirman que el Estado turco ha contribuido al auge del Estado Islámico al permitir que armas y combatientes crucen la frontera. Algunos de los combatientes van a unirse al grupo terrorista yihadista.
Las últimas informaciones revelan que en Turquía, un país que se considera candidato a entrar en la Unión Europea, mujeres y niños yazidíes son esclavizados y sometidos a esclavitud sexual. Entretanto, el Gobierno turco ni siquiera se ha molestado en hacer una sola declaración al respecto.
Es lo que sucede cuando a un Gobierno jamás se le exigen responsabilidades.