A medida que grandes ciudades suecas como Malmo se están convirtiendo en lugares donde los judíos están amenazados, el antisemitismo en Suecia ha empezado a llamar la atención internacional. Pero ¿merece Suecia esta mala reputación, o se trata de algún malentendido?
En diciembre de 2017, cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como capital de Israel, se desataron manifestaciones en Malmo. Los manifestantes, a menudo personas de origen árabe, gritaban: "Queremos recuperar nuestra libertad y vamos a disparar a los judíos", y una capilla en un cementerio judío fue atacada con bombas caseras. En Gotemburgo, la sinagoga de la ciudad también fue atacada con bombas caseras.
La sinagoga de Goteborg fue atacada con bombas incendiarias al 9 de diciembre de 2017. (Imagen: Lintoncat/Wikimedia Commons). |
El periódico local de Malmo, Kvällsposten, explicó cómo la congregación judía de Malmo —no israelíes: judíos suecos— intenta protegerse.
En la sinagoga de Malmo, la congregación judía ha instalado bolardos para impedir ataques con vehículos. Además, el edificio está protegido por una valla alta que lo rodea. El área está vigilada durante gran parte del tiempo por la policía. En cuanto los feligreses celebran una misa, la policía vigila el edificio.
Uno podría decir justamente que los judíos de Malmo están bajo asedio. Las informaciones también señalan que los judíos en Malmo no pueden lucir ningún símbolo judío en público sin exponerse a sufrir ataques.
Los medios suecos sólo informan de los actos más descarada y explícitamente antisemitas. Muchas organizaciones que propagan el antisemitismo implícito no reciben la atención ni de los medios suecos ni de los llamados movimientos "antirracistas". La organización Youth Against Settlements (Jóvenes contra los Asentamientos, o YAS, por sus siglas en inglés), por ejemplo, que tiene su sede en Hebrón, visita institutos y celebra conferencias en Suecia, y está llevando a cabo una campaña contra los habitantes judíos de Hebrón. Un estudiante contó lo que dijo YAS cuando visitó la escuela Glokala Folkhögskolan de Malmo el 28 de febrero de 2018:
Hablaron de puestos de control por todas partes en el país [Israel], y de que paran constantemente a los árabes y les dan palizas y los matan. También dijeron que los palestinos viven en campos de concentración, como en la Segunda Guerra Mundial. Y que Israel ve y oye todo. Que tenían cámaras por todas partes y lo observaban todo. Quiero decir que contaban un montón de patrañas. Casi al acabar, todo el mundo tuvo que hacerse fotos con su bandera. Tuve que fingir que iba al baño para evitarlo. ¡Era enfermizo!
Otro estudiante dijo sobre la visita de YAS:
Lo más polémico que se dijo fue que los judíos controlaban Estados Unidos y los medios.
Estas entrevistas con los alumnos fueron realizadas por un bloguero suizo, Tobias Peterson, que las publicó en su blog. Que los institutos reciban visitas de una organización que demoniza a Israel y hace falsas e indignantes afirmaciones antisemitas debería, como mínimo, haber sido investigado por los medios. Pero los medios suecos ignoraron la difamación y ni verificaron ni repudiaron la información.
En su lugar, las dos personas que representaban a YAS y estaban de gira por Suecia, Zleija Al Muztaseb y Anas Amor, fueron descritas como "activistas pacíficos". En sus páginas de Facebook, sin embargo, se celebran los ataques con cuchillos, el martirio y la intifada. YAS también ha defendido los recientes disturbios en la frontera entre Israel y Gaza, a pesar de que estos disturbios han causado más muertes de palestinos, agravando el conflicto entre los israelíes y los palestinos, y que fueron organizados por Hamás, una organización terrorista antisemita cuyo objetivo declarado es destruir a Israel.
YAS fue invitada a celebrar conferencias para varias instituciones públicas en Suecia; y la ministra de Exteriores de Suecia, Margot Wallström, se reunió con YAS cuando visitó Ramala en diciembre de 2016. De este modo, YAS pasó a ser una organización legitimada por el Gobierno de Suecia. Cuando organizaciones como YAS visitan Suecia y son recibidas acríticamente, con los brazos abiertos, por institutos y otras instituciones públicas, este tipo de bienvenida legitima el tipo de antisemitismo que se presenta —no importa su falsedad— como una visión supuestamente fidedigna de Israel.
Otra organización que tiene claras tendencias antisemitas, y que recibe el apoyo de instituciones públicas en Suecia es el Grupo 194. Su nombre proviene de la Resolución 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas, adoptada en diciembre de 1948, durante la guerra árabe-israelí de 1948-1949 que siguió a la fundación de Israel. La Resolución 194 dice, entre otras cosas:
... debería permitirse a los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos lo hagan así lo antes posible, y que deberían pagarse indemnizaciones a título de compensación por los bienes de los que decidan no regresar a sus hogares y por todo bien perdido o dañado cuando, en virtud de los principios del derecho internacional o por razones de equidad, esta pérdida o este daño deba ser reparado por los Gobiernos o autoridades responsables.
La resolución es utilizada por muchos palestinos para intentar demostrar el reconocimiento internacional a un "derecho al retorno" a lo que es hoy el núcleo de Israel, para borrar a Israel, como muestran abiertamente los mapas de "Palestina", y ostensiblemente reclamar casas que es probable que después de setenta años ya no existan.
El Grupo 194, una organización política propalestina, tiene vínculos estrechos con el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), una organización terrorista que ha asesinado a al menos 36 civiles israelíes, y que apoya al régimen de Asad en Siria. Por eso resultó extraño que la Junta de Servicios Sociales y Laborales del Ayuntamiento de Malmo, el 27 de octubre de 2017, concediera 132.00 coronas (aproximadamente 15.000 dólares) al Grupo 194 y otras dos organizaciones, para que pudieran patrullar el suburbio de Rosengård por la noche, para, supuestamente, hacer más segura la zona. En aras de la transparencia, el autor, miembro de esta junta municipal, y algunos de sus compañeros de partido, votaron contra esta propuesta, pero la mayoría de la junta la apoyó. Hoy, es un hecho que el Ayuntamiento de Malmo financia organizaciones propalestinas.
El Grupo 194 apoya el extremismo violento. En su página de Facebook se pueden ver fotos de menores con rifles Kalashnikov en la mano. En ella también hay imágenes antisemitas, como una viñeta difamatoria que muestra a un judío bebiendo sangre y comiéndose a un niño. ¿Por qué el Ayuntamiento de Malmo financia a tal organización con el dinero de los contribuyentes? El motivo es que Malmo y Suecia tienen graves problemas al gestionar el antisemitismo importado de Oriente Medio. Cuando los políticos suecos —por ignorancia o tolerancia hacia la conducta intolerante—aceptan el antisemitismo en una ciudad importante como es Malmo, supone un problema inaceptable. También es inaceptable que una mayoría de políticos locales de la tercera mayor ciudad de Suecia financien con dinero público una organización propalestina que ha hecho declaraciones antisemitas y promovido la violencia. Revela que, por lo visto, demasiados políticos suecos no pueden reconocer si quiera qué es el antisemitismo y cuándo adoptar una postura contra él. ¿Qué pensarán los judíos suecos?
El Grupo 194 también ha recibido un premio del Ayuntamiento de Malmo en una gala que organizó, y ha recibido contribuciones de varios ayuntamientos de Suecia durante años, incluidos los de Sundsvall y Landskrona, donde el Ayuntamiento coopera estrechamente con el Grupo 194. Cuando Landskrona celebró su fiesta oficial de verano, uno de sus organizadores fue el Grupo 194.
Barco a Gaza es una organización que suele tener mucha publicidad mediática. Cuando uno de sus activistas, Ferry Saarposhan, declaró que el tratamiento que Israel da a los palestinos "es peor que el Holocausto", los medios suecos guardaron silencio. El vídeo de estas declaraciones está publicado en la página oficial de Facebook de Barco a Gaza en Suecia, una página que tiene más de 35.000 "me gusta". Pero nadie ha respondido aún a esta calumnia.
Hay diferentes factores que acaban reforzándose unos a otros, como ya ha señalado este autor. Crean una caja de resonancia que después conduce a una situación en la que el antisemitismo árabe y musulmán se vuelve aceptable para las autoridades suecas. Algunos de estos factores son:
- Inmigración a gran escala de países donde el antisemitismo está normalizado.
- Una intensa actividad propalestina entre los políticos suecos que ha dado lugar a un debate totalmente equivocado y surrealista sobre el conflicto israelo-palestino, donde Israel es injustamente demonizado.
- Un afán de los partidos políticos de Suecia por ganar el voto inmigrante.
- Un multiculturalismo sueco que es tan acrítico con las culturas extranjeras que no puede diferenciar entre cultura y racismo.
- Temor por parecer críticos con la inmigración.
- Importantes instituciones suecas, como la Iglesia de Suecia, legitima el antisemitismo al avalar el documento contrafactual Kairós Palestina.
Hoy este proceso ha llegado tan lejos que muchos en Suecia han interiorizado totalmente este antisemitismo importado de Oriente Medio y lo han hecho parte integral de su ideología.
Hoy, en Suecia, apoyar a organizaciones que demonizan a Israel y difunden el antisemitismo se considera completamente normal. Ni siquiera es objeto de discusión, salvo que se haga alguna declaración extrema. Oldoz Javidi, candidata al Parlamento por el partido Iniciativa Feminista, por ejemplo, dijo que todos los judíos israelíes deberían irse a vivir a Estados Unidos para que "los palestinos puedan vivir en paz y reconstruir el país que una vez fuera suyo". Hasta que el Times of Israel y otros medios no suecos no escribieron artículos sobre este incidente, los principales medios suecos no empezaron a escribir sobre él, y a calificar las declaraciones de la candidata de antisemitas. Las críticas de los medios suecos obligaron a Javidi a retirar su candidatura.
A la hora de hacer frente al antisemitismo importado de Oriente Medio, parece simplemente haber temor a un conflicto, especialmente a ser llamado "racista" o "antimigración". Estos temores parecen conducir en el mejor de los casos a un deseo o intento de ocultar los problemas celebrando "diálogos" para encontrar "soluciones de compromiso".
En agosto de 2017, Basem Nasr, representante del Partido Verde en el consejo municipal de Malmo, escribió un artículo que criticaba el antisemitismo en el seno de las organizaciones propalestinas. Aunque parezca extraño, Nasr fue aplaudido por el establishment sueco, que a menudo tacha de racista a cualquiera que critique el antisemitismo árabe y musulmán.
Sin embargo, los medios no dijeron una palabra sobre Nasr. En 2006, invitó a la organización terrorista antisemita Hamás a Malmo. La visita nunca tuvo lugar, sólo porque a uno de los representantes de Hamás se le denegó el visado de entrada a Europa. Nasr, sin embargo, nunca explicó por qué, para empezar, invitó a representantes de Hamás; nunca se disculpó ni siquiera.
En 2008, Basem Nasr escribió —incorrectamente— en un artículo de opinión:
El hecho es que no ha habido ningún primer ministro israelí en la historia que tenga tan poca sangre en las manos como el presidente iraní.
Cuando Nasr hizo esta afirmación, Mahmud Ahamdineyad, que negó que el Holocausto hubiese ocurrido, era presidente de Irán. El hecho de que Irán sea una dictadura islamista y el segundo país, por detrás de China, que más ejecuciones practica del mundo —incluso de menores— hace la afirmación de Nasr aún más estrambótica.
Lo que parece haberle servido al establishment sueco es que Nasr no hizo sugerencias sobre cómo contrarrestar el antisemitismo en Malmo y Suecia, salvo que era "tarea de los profesores". Que Nasr invitara una vez a Hamás a Malmo y haya participado activamente en organizaciones propalestinas durante varios años, evidentemente da la impresión de que con un "diálogo", cómodo y de no confrontación, según parecen creer muchos legisladores de Suecia, se puede combatir el antisemitismo.
Una fuente de antisemitismo de Oriente Medio son los mensajes que provienen de las mezquitas de Suecia. En abril de 2017, una mezquita de la localidad sueca de Borås invitó a un orador que había sido condenado en Alemania por llamar al asesinato de judíos. En julio de 2017, un imán de una mezquita de la localidad sueca de Helsingborg dijo que los judíos descendían de los monos y los cerdos.
Cuando el Gobierno, después de varios escándalos relacionados con el extremismo en las comunidades religiosas musulmanas, quiso investigar los criterios para obtener financiación del estado, Ulf Bjereld, que ha defendido a islamistas en diferentes contextos, fue nombrado director de la investigación. Bjereld es también presidente de los Socialdemócratas Religiosos de Suecia. Esta organización ha sido criticada varias veces por excusar y legitimar el antisemitismo, y es parte del Partido Socialdemócrata, que actualmente gobierna Suecia.
Nombrar a alguien como Bjereld para esta investigación demuestra que el gobierno nacional y los gobiernos locales de Suecia no están dispuestos a plantar cara al antisemitismo árabe y musulmán, sino que prefiere mantener un amable y tranquilo "diálogo" al respecto.
En Suecia, el antisemitismo importado de Oriente Medio está siendo financiado con el dinero de los contribuyentes, así que cuando se produce un escándalo, lo suelen abordar las mismas personas que han participado en la difusión del mensaje.
No se están tomando medidas efectivas contra la proliferación del antisemitismo en Suecia.
En diciembre de 2017, este autor presentó una moción al consejo municipal de Malmo para localizar y analizar el antisemitismo en la ciudad. Es una medida que proporcionaría a los políticos una imagen clara de por qué el antisemitismo ha aumentado aquí, para que se puedan tomar medidas correctivas. Pero esta propuesta es impopular, porque dicho análisis del antisemitismo en Malmo obligaría a las autoridades a darse cuenta de que el antisemitismo árabe y musulmán es un enorme problema.
Igual que el antisemitismo europeo fue derrotado cuando se rechazó y condenó como ideología tras la Segunda Guerra Mundial, y se aisló a sus defensores, el "nuevo" antisemitismo de Suecia debe ser derrotado aislando a sus defensores y marginando a todas las organizaciones que difunden sus ideas. Esto significa que tiene que cesar toda la financiación directa e indirecta de estas organizaciones. Mientras eso no ocurra, los judíos de Suecia seguirán viviendo con miedo e inseguridad.