Que una institución tan grande recaude dinero de todo el país para financiar una escuela que propaga el odio y el belicismo se debería considerar, sin duda, enormemente problemático. En la imagen: Catedral de Uppsala, sede de la Iglesia de Suecia. (Fuente de la imagen: Jarvis/Wikimedia Commons) |
La Sociedad Sueca de Jerusalén, fundada en 1900, ha dedicado su misión a la obra benéfica en Jerusalén y Belén. Sin embargo, durante varias décadas, la Sociedad Sueca de Jerusalén ha sido hostil al Estado judío de Israel. La asociación tiene tres objetivos oficiales en los territorios palestinos:
- Fortalecer la posición de las mujeres
- Contribuir a la paz y la reconciliación
- Fortalecer a la minoría cristiana
A pesar de estos nobles objetivos, la Sociedad Sueca de Jerusalén publica una revista donde el contenido, aunque suele versar sobre Israel, tiene un tono extremadamente hostil y sesgado. En el primer número de la revista, de 2018, se puede leer en una entrevista a la directora de un colegio palestino, donde declara:
"Hemos sufrido demasiados años, y quizá suframos unos pocos más, pero es injusto darle nuestra capital a otro. ¿Por qué no compartirla?"
En el mismo número, el obispo de la Iglesia luterana de Jordania, que está a favor del documento de Kairós Palestina antisemita, dice en una entrevista:
"El pueblo elegido también lo somos los cristianos, yo también, no sólo el pueblo judío. Ser elegido nunca puede ser a costa de otros."
En el mismo número, en una entrevista con el político palestino Mustafá Barguti, compara el Estado de Israel con la Sudáfrica del apartheid. Es importante subrayar que cuando Barguti hizo esa comparación en la entrevista, no se le hizo ninguna pregunta crítica. Tampoco se permitió a ningún representante de la parte israelí hacer algún comentario o aportar algún tipo de refutación. En consecuencia, lo que impregna los contenidos de la revista de la organización es la demonización de Israel.
La mayoría de los miembros de la junta de la Sociedad Sueca de Jerusalén han sido empleados, o lo son aún, de una de las mayores instituciones de Suecia, la Iglesia de Suecia, que, en reciprocidad, cuenta con un representante oficial en la junta de la Sociedad. Que una asociación hostil a Israel tenga estrechas relaciones con la Iglesia de Suecia no es una sorpresa: esta autora ya ha relatado cómo la Iglesia de Suecia defiende el documento de Kairós Palestina, falso y sumamente distorsionado.
La principal actividad de la Sociedad Sueca de Jerusalén en los territorios palestinos parece consistir ahora en recaudar apoyos financieros para la Escuela Sueca del Buen Pastor en Belén. Aunque la escuela, que ofrece educación desde el primer grado de educación básica hasta el instituto, es oficialmente una escuela cristiana, el 98 por ciento de sus alumnos proceden de hogares musulmanes.
Aunque la Escuela Sueca del Buen Pastor es comercializada por la Sociedad Sueca de Jerusalén como una escuela que promueve la paz, Tobias Petersson, director del think tank Perspective on Israel, ha revelado que los libros de texto utilizados en la escuela contienen material yihadista que fomenta la guerra santa contra el Estado de Israel.
Los libros de texto ensalzan al terrorista palestino Dalal al Mugrabi, uno de los 11 terroristas que asesinaron a 38 civiles en Israel, entre ellos 13 niños, el 11 de marzo de 1978. En los libros de texto también se describe a los judíos como mentirosos y corruptos. Petersson ha revisado los contenidos de los libros de la escuela con traductores de árabe que viven en Suecia. También ha verificado las traducciones pidiendo segundas opiniones para confirmar su precisión.
Los mapas en los libros y las paredes de la Escuela Sueca del Buen Pastor no muestran el Estado de Israel, sino que sus contornos se han sustituido por otros, idénticos, del "Estado de Palestina". La escuela ha recibido con los brazos abiertos al polémico arzobispo ortodoxo griego palestino Atallah Hanna, conocido por sus elogios a terroristas y sus palabras de odio contra Israel.
La Sociedad Sueca de Jerusalén, según una información en su web, recauda alrededor de 1,8 millones de coronas suecas al año (aproximadamente 167.000 euros) para financiar la Escuela Sueca del Buen Pastor en Belén. En Suecia, cualquiera puede optar por financiar colegios que adoctrinan a los niños con yihadismo, antisemitismo y cualquier belicismo general, aunque no sea ético. El problema es que el 65% del dinero que se le da a la Sociedad Sueca de Jerusalén proviene de lo que recauda la Iglesia de Suecia en todo el país de los miembros de sus congregaciones, que quizá no tengan ningún interés en financiar ese adoctrinamiento, y que podrían aborrecer todas las formas de violencia.
Los miembros de la Iglesia de Suecia quizá no compartan siempre la hostilidad hacia Israel que defiende el clero. La mayoría son personas normales que se convirtieron automáticamente en miembros de la Iglesia de Suecia cuando se convirtió en la oficial del Estado, antes del año 2000, cuando todos los ciudadanos de Suecia se convirtieron automáticamente en miembros de la Iglesia.
La Iglesia de Suecia, que empezó como iglesia estatal, fue parte oficial del Estado sueco hasta el año 2000. Desde entonces, ha seguido siendo una de las mayores instituciones de Suecia, y tiene un "estatus de relación especial" con el Estado. La Iglesia recauda las tarifas funerarias de todos los residentes suecos, al margen de cuál sea su religión, y es responsable de las actividades fúnebres, salvo en los municipios de Estocolmo y Tranås. Actualmente, el 57,7% de la población de Suecia es miembro de la Iglesia de Suecia, lo que significa que, de una población que no llega a los diez millones de habitantes, 5,9 millones son miembros de la Iglesia de Suecia.
Que una institución tan grande recaude dinero de todo el país para financiar una escuela que propaga el odio y el belicismo se debería considerar, sin duda, enormemente problemático. La práctica demuestra que no sólo la ayuda sueca va a organizaciones que propagan el odio; también que grandes instituciones de Suecia han abierto canales extraoficiales para mandar millones de coronas suecas al año a escuelas que, como la Escuela Sueca del Buen Pastor, también propagan el odio.
Para entender lo dañina que es esta situación, ¿se imaginan qué pasaría si una de las mayores instituciones de Israel —o de cualquier otro país— recaudara dinero para financiar una escuela que les enseñara a los niños a odiar Suecia y ensalzara terroristas que han asesinado a suecos? Por supuesto, sería un gran escándalo y totalmente inaceptable. Pero en Suecia es esto exactamente lo que está pasando.
Que el dinero se recauda en las congregaciones de la Iglesia de Suecia y se envía a la Escuela Sueca del Buen Pastor mediante la Sociedad Sueca de Jerusalén es algo que la Iglesia de Suecia no niega. La Iglesia también reconoce que puede haber antisemitismo y yihadismo en los libros de texto. Cuando la Asociación Amistad Suecia-Israel mantuvo una reunión con la Iglesia de Suecia sobre la Escuela Sueca del Buen Pastor y otras escuelas de la Margen Occidental financiadas por la Iglesia de Suecia, el director internacionales de la Iglesia, Erik Lysén, dijo que los valores transmitidos en las escuelas preponderan sobre el material didáctico. Añadió:
"El problema de los materiales didácticos es parte del actual diálogo que la Sociedad Sueca de Jerusalén mantiene con la administración de la escuela y se volverá a plantear la cuestión."
Es lamentable que una de las mayores instituciones de Suecia, especialmente una iglesia, esté aportando fondos para la promoción de un conflicto letal entre los palestinos e Israel al financiar a una escuela que enseña a los jóvenes palestinos a odiar. Una iglesia que financia el odio jamás puede ser una voz para la paz en el mundo ni un ejemplo de conducta moral.