China está incrementando significativamente sus capacidades armamentísticas nucleares. El desarrollo nuclear chino debe ser visto en el contexto de la ambición del Partido Comunista de tener, en palabras del presidente Xi Jinping, "un Ejército de clase mundial", y de conquistar la hegemonía global. En la imagen (Greg Baker/AFP, vía Getty Images), misiles balísticos intercontinentales DF-41, con capacidad para portar armas nucleares, en un desfile militar celebrado en Pekín el 1 de octubre de 2019. |
China está incrementando significativamente sus capacidades armamentísticas nucleares. Varios informes recientes muestran que está construyendo 120 silos para misiles balísticos intercontinentales (MBI) cerca de Yumen, en Gansu; otros 110 cerca de Hami, en el este de Xinjiang, y 40 en Ordos, en la Mongolia Interior. Los MBI tienen un alcance mínimo de 5.500 kilómetros y están diseñados para portar armamento nuclear.
"La construcción de silos en Yumen y Hami constituye la más significativa expansión del arsenal nuclear chino nunca vista", sostienen Matt Korda y Hans Kristensen en un informe para la Federación Americana de Científicos. "Los hallazgos indican que China puede estar construyendo unos 300 silos", escribieron en septiembre.
El número de aparentes silos misilísticos en construcción es similar al número total de cabezas nucleares del arsenal chino; excede el número de silos misilísticos rusos y se aproxima al de EEUU, y constituye la mayor construcción de silos desde que EEUU y Rusia establecieran sus dotaciones de MBI durante la Guerra Fría.
En mayo, el diario estatal chino Global Times citó a expertos militares chinos urgiendo a su Gobierno a incrementar el arsenal atómico del país. Así, Song Zhongping declaró:
Teniendo en cuenta que EEUU lo considera su principal enemigo imaginario, China ha de incrementar la cantidad y calidad de su armamento nuclear, especialmente de misiles balísticos lanzados desde submarinos, para salvaguardar eficazmente su seguridad nacional, su soberanía y el desarrollo de sus intereses.
También según el Global Times, "algunos expertos militares afirmaron que China debería incrementar el número de sus MBI más avanzados, los DF-41...". Transportados por carretera, tienen un rango operacional de hasta 15.000 kilómetros, lo que les permite alcanzar EEUU, y se ha informado de que podrían portar hasta 10 cabeza nucleares.
Igualmente importante para China, abundó Song Zhongping, es el reforzamiento de la disuasión estratégica nuclear marítima. Y añadió que los más avanzados misiles balísticos chinos lanzados desde submarinos (MBLS) podrían contener eficazmente la amenaza norteamericana. Ni que decir tiene que lo que la República Popular China (RPC) considera una "amenaza" –e "imaginario"– es altamente subjetivo.
Se ha informado de que el más novedoso MBLS chino, el JL-3, tiene un alcance de más de 10.000 kilómetros, lo que significa que podría alcanzar distintas zonas del territorio continental noteamericano, según dónde se encuentre el submarino que sirva de lanzadera. Dicho proyectil, una versión mejorada del JL-2, aún no está operativo, pero ha sido probado en tres ocasiones. China está trabajando en la próxima generación de submarinos –la clase 096–, que se espera puedan portar hasta 24 misiles JL-3. Pekín presentó su más reciente submarino de propulsión nuclear, del tipo 094A, en mayo, durante el 72º aniversario de la Armada del Ejército de Liberación Popular (ELP).
Según un reciente informe del Centro para los Estudios Internacionales y Estratégicos,
si se lanza desde aguas chinas, el JL-2 puede alcanzar a Estados nucleares de la región como Rusia y la India, pero no podría alcanzar los EEUU continentales. Ahora bien, podría amenazar Guam, Hawai y Alaska.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, manifestó su preocupación por el palmario acelerón nuclear chino en el último foro regional de la Asean. El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, afirmó tras el mismo:
El secretario (...) advirtió una honda preocupación ante el rápido crecimiento del arsenal atómico de la RPC, que revela cómo Pekín se ha desviado notablemente de la estrategia nuclear que ha seguido durante décadas, basada en la disuasión mínima.
El almirante Charles Richard, comandante del Mando Estratégico de los Estados Unidos, advertía en agosto:
El explosivo crecimiento y modernización de las fuerzas nucleares y convencionales chinas sólo puede ser descrito como asombroso. Francamente, esta palabra, 'asombroso', puede que no alcance... Hay mucha especulación sobre por qué están haciendo todo esto. Yo sólo quiero decir que en realidad no importa el porqué... Lo que importa es que están dotándose de la capacidad para ejecutar cualquier estrategia nuclear posible: es el último ladrillo en el muro de su capacidad militar de coerción.
Aunque los oficiales chinos no se han pronunciado al respecto, el Global Times, conocido por transmitir las posiciones de Pekín, ha venido publicando una serie de artículos sobre la cuestión. En uno de ellos, aparecido a finales de julio, se concluía:
Los norteamericanos deberían tener tan claro como los chinos de qué nivel de poderío nuclear ha de dotarse China. Debería ser lo suficiente para hacer temer a EEUU –tanto a los militares como al Gobierno–... El equilibrio dinámico se conseguirá cuando las élites radicales de EEUU pierdan completamente el ánimo de pensar siquiera en utilizar armamento nuclear contra China, y cuando toda la sociedad norteamericana sea plenamente consciente de que China es 'intocable' en términos de poderío militar.
"No hay información desde Pekín sobre si China está reforzando su capacidad nuclear debido a una amenaza realista procedente de EEUU", escribió Hu Xijin, director del Global Times, en una pieza más reciente.
Pero aun si la hubiera habido, no tendría nada que ver con los países del Sudeste Asiático, ni siquiera con Japón y Australia, porque en la política nuclear china se incluye un firme compromiso de no usar o amenazar con usar armas nucleares contra un Estado no nuclearizado. Una vez China refuerce sustancialmente sus capacidades nucleares, su único propósito será disuadir a EEUU (...) Debemos estar preparados para la posibilidad de que se produzca una guerra en los Estrechos de Taiwán o en el Mar del Sur de China.
Según Asia Times, en mayo del año pasado Hu Xijin llamó abiertamente desde las redes sociales a que el Ejército chino triplicara su arsenal de bombas y cabezas nucleares, hasta llegar al millar.
El desarrollo nuclear chino debe ser visto en el contexto de la ambición del Partido Comunista de tener, en palabras del presidente Xi Jinping, "un Ejército de clase mundial", y de conquistar la hegemonía global.
El año pasado, el Pentágono escribió en su informe comprehensivo sobre el poderío militar chino:
Aunque el PCC [Partido Comunista Chino] no ha definido qué significa un Ejército de 'clase mundial' en el contexto de la estrategia nacional de la RPC, es probable que Pekín busque desarrollar unas Fuerzas Armadas que para mediados de siglo sean iguales o en algunos ámbitos superiores a las de EEUU, o a las de cualquier otra gran potencia que la RPC vea como una amenaza.
Y en 2019 el Centro para el Progreso Americano escribió:
En junio de 2018, inmediatamente después de que la Administración Trump se retirara del acuerdo nuclear con Irán y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el presidente Xi dio un importante discurso sobre política exterior en el que aseveró que China "lideraría la reforma del sistema de gobernanza global". Ese discurso fue la primera desviación oficial de Pekín del principio instituido por Deng Xiaoping de "jamás reclamar el liderazgo" (1989), cuando estaba diseñando la estrategia de supervivencia del régimen después de Tiananmen. (...) De aquí en adelante, la comunidad internacional debería esperar que las actividades y ambiciones chinas se incrementen sustancialmente, sobre todo si EEUU sigue desentendiéndose del escenario multilateral y posibilitando un margen máximo de maniobra.
Semejante pretensión tiene poco sentido práctico, a menos que China logre un mínimo de paridad nuclear con EEUU. Aunque la política nuclear oficial china se basa en la "disuasión mínima" y en "no ser los primeros", no hay razón para que la comunidad internacional se fíe. China sigue reforzando sus capacidades militares espaciales, pese a su posición pública contra la weaponización del espacio. China es conocida por romper sus compromisos, sirvan como ejemplo su militarización de las islas artificiales del Mar del Sur de China o su represión sobre Hong Kong en contravención del tratado sancionado por la ONU sobre el territorio. Según el almirante Charles Richard, si sumas todos los esfuerzos modernizadores chinos, "lo que obtienes es algo inconsistente con su idea de la disuasión mínima".
Desde hace tiempo, sus acciones tienen un cariz más agresivo que su línea oficial; hay que atender a lo que hacen, no a lo que dicen (...) Con razón, China ha pensado que no puedes coaccionar a nadie –en otra palabras, a nosotros– sobre la base de la disuasión mínima.