Durante los últimos meses, en la OLP se libra una silenciosa batalla por la sucesión. La lucha entre bambalinas prosigue incluso mientras la dirección de la Autoridad Palestina se reúne en conversaciones de paz secretas con Israel.
De hecho, las negociaciones patrocinadas por Estados Unidos han servido de catalizador para que aumenten los llamamientos de altos cargos de la OLP y Fatah a hacer planes para el día después de que Mahmud Abás desaparezca de la escena.
Como su antecesor, Yaser Arafat, Abás, de 78 años, ha dirigido la Autoridad Palestina de forma autocrática desde que fuera elegido presidente en enero de 2005. Y, al igual que su predecesor, ha logrado mantener callados a sus críticos proporcionándoles dinero, oficinas y vehículos de lujo, secretarios, guardaespaldas y ayudantes. Por ejemplo, muchos miembros destacados de la OLP y de Fatah reciben de Abás decenas de miles de dólares mensualmente para que cubran los gastos de alquiler de vehículos y oficinas, así como los salarios de sus asistentes y esbirros.
Sin embargo, los fondos no han servido para que el presidente de la AP pueda comprar la tranquilidad absoluta. Su controvertida decisión de reanudar las conversaciones de paz con Israel hace varias semanas ha hecho que varios palestinos comiencen a hablar de la necesidad de acabar con la autocracia del rais.
Merece la pena señalar que Abás decidió regresar a la mesa de negociación con Israel poco después de que la mayoría de los miembros del Comité Ejecutivo de la OLP votara en contra de esa decisión. Desde entonces, ha tenido que hacer frente a un número creciente de llamamientos para que se designe un vicepresidente de la AP como medio para limitar sus poderes. Durante una reciente reunión del Comité Central de Fatah, uno de sus miembros, Tawfik Tirawi, no vaciló en plantear la cuestión en presencia de Abás.
Tirawi, un antiguo comandante de las fuerzas de seguridad en la Margen Occidental, propuso que Abás nombrara vicepresidente al encarcelado líder de Fatah Marwan Barguti, que cumple una quíntuple cadena perpetua por su papel en atentados terroristas contra israelíes durante la segunda intifada. Representantes de Fatah dijeron que Abás no hizo comentarios sobre la sugerencia.
Fuentes palestinas afirmaron que no faltan figuras que se consideren a sí mismas candidatos adecuados a vicepresidente. Entre ellos están Yibril Rayub, antiguo comandante de seguridad; Mohamed Shtayeh, antiguo ministro y miembro del equipo de negociación con Israel; Saeb Erekat, negociador principal de la OLP, y Nabil Shaath, antiguo ministro de Exteriores de la Autoridad Palestina.
Quienes desean que Abás nombre un adjunto lo que le están diciendo en realidad es que están hartos de su continua negativa a compartir el poder o a consultar a otros sobre cuestiones fundamentales, como las conversaciones de paz con Israel. Sus detractores se quejan a menudo de que mantiene a oscuras a la mayoría de miembros de la OLP y de Fatah respecto a las actuales negociaciones de paz. Sólo hay tres palestinos que sepan lo que ocurre verdaderamente en la sala cerrada donde tienen lugar las conversaciones: Abás, Erekat y Shtayeh. El presidente de la AP ha justificado su negativa a informar al respecto a sus compañeros diciendo que la Administración estadounidense ha prohibido que israelíes y palestinos hablen públicamente de la cuestión.
Pero las conversaciones de paz con Israel son sólo una de las cosas que critican los oponentes de Abás. Algunos miembros de la OLP y de Fatah han estado hablando recientemente de la necesidad de un "cambio de liderazgo". Sostienen que es hora de que los palestinos empiecen a pensar en sustituir el régimen de la vieja guardia del actual rais por unos líderes jóvenes y frescos.
Sin embargo, Abás, cuyo mandato expiró en enero de 2009, no ha mostrado por ahora signo alguno de estar dispuesto a aceptar el principio del poder compartido. Por tanto, es probable que la batalla por la sucesión se intensifique en semanas y meses venideros, lo que arrojará una sombra no sólo sobre su régimen, sino sobre las conversaciones de paz con Israel.