Mientras el secretario de Estado estadounidense John Kerry prosigue en sus esfuerzos por alcanzar un acuerdo de paz entre los dirigentes de la Autoridad Palestina e Israel, Hamás reafirmó que no respetará ningún acuerdo que no cumpla sus objetivos.
Este anuncio de Hamás sirve como recordatorio de que ningún acuerdo entre Israel y la AP, patrocinado por Estados Unidos, supondrá el fin del conflicto.
De hecho, el presidente de la AP, Mahmud Abás, no está en posición de firmar documento alguno que inste a acabar el conflicto con Israel.
Abás no ejerce ningún control sobre la Franja de Gaza, gobernada por Hamás desde el verano de 2007. Cualquier acuerdo con Israel que firme sólo se aplicará a las áreas bajo control de la AP, en la Margen Occidental o en los territorios que le sean cedidos por los israelíes.
Hamás no es el único partido palestino que rechazaría un acuerdo patrocinado por Estado Unidos. La mayoría de los grupos que integran la OLP, entre ellos el Frente Popular para la Liberación de Palestina y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina, han declarado ya su oposición a las conversaciones de paz palestino-israelíes. Además, hay otros grupos radicales palestinos que no pertenecen a la OLP; el primero y principal de ellos, la Yihad Islámica.
"Los palestinos no están obligados por ningún acuerdo que surja de las actuales negociaciones [entre Israel y la AP] y que perjudique sus derechos", declaró Mahmud Zahar, principal líder de Hamás en la Franja de Gaza. "Los negociadores palestinos no tienen legitimidad y no están autorizados a hablar en nombre de los palestinos".
Zahar afirmó que Abás y su facción de Fatah estaban negociando con Israel sólo debido a la presión estadounidense y para asegurarse de que Occidente siga financiando a la Autoridad Palestina.
Incluso altos cargos de Fatah parecen estar de acuerdo con la valoración de Zahar. En los últimos meses, algunos de ellos, como Sufian Abu Zaida, Husam Jader y Mohamed Dahlan, no han vacilado en manifestarse públicamente en contra de las conversaciones de paz y de cualquier futuro acuerdo con Israel.
"Los palestinos han alcanzado un nivel de concienciación en el que no permitirán que nadie decida su destino", explicó Zahar, en referencia a las vigentes negociaciones entre la AP e Israel. "Las conversaciones prosiguen y, si no hacemos algo ahora, podríamos acabar con un Acuerdo de Oslo II".
En cualquier caso, Hamás y sus aliados palestinos nunca aceptarán el derecho a existir de Israel. Así que, aunque Abás consiguiera hoy el 100% de la Margen Occidental, de la Franja de Gaza y de Jerusalén Oriental para establecer un Estado palestino, Hamás, que representa a una parte sustancial del pueblo palestino, seguiría luchando para "liberar el resto de Palestina".
Como declaró Zahar, "nuestra batalla no está fuera de Palestina, sino dentro de ella. Nuestro programa es liberar Palestina".
Kerry debe escuchar estas voces y tenerlas en cuenta mientras sigue hablando de un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos. No basta con que escuche lo que Abás y Saeb Erekat, el negociador en jefe, le dicen en inglés; tiene que oír lo que Hamás y otros grupos dicen en árabe.