El gobierno austriaco ha amenazado con cerrar un polémico centro de diálogo interreligioso patrocinado por Arabia Saudí, debido a la falta de este último en condenar la flagelación de un activista de derechos humanos y bloguero Saudí.
Arabia Saudí ha respondido a la amenaza, amenazando con trasladar la sede permanente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) fuera de la capital de Austria, Viena.
El conflicto comenzó a mediados de enero, cuando el canciller austríaco, Werner Faymann expresó la indignación pública por la negativa del Centro Internacional Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural (KAICCID) por negarse a hablar en contra de la flagelación de Raif Badawi, un activista de derechos humanos y bloguero que ha sido condenado a 1.000 latigazos y 10 años de prisión por "insultar al Islam".
El KAICIID, que tiene su sede en el Palacio Sturany en el corazón de Viena y cuenta con estatus de organización internacional, está supuestamente dedicada a "servir a la humanidad" mediante la "fomentación del diálogo" entre las principales religiones del mundo, con el fin de "prevenir los conflictos".
El KAICIID dice que, si bien condena todas las formas de violencia, no se ha pronunciado específicamente sobre el caso Badawi, debido a que no quiere involucrarse en los asuntos internos de otros países.
El centro fue inaugurado en noviembre de 2012, con una extravagante ceremonia a la que asistieron más de 650 invitados de alto perfil de todo el mundo, entre ellos el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y los ministros de exteriores de los tres países fundadores del centro: Austria, España y Arabia Saudí.
Riad, que ha estado financiando el KAICIID durante los tres primeros años, con un presupuesto anual de entre 10 y 15 millones de euros (11-17 millones de dólares), ha prometido que habrá "cero política, y cero influencia en el centro".
Pero el enfoque principal del Centro Rey Abdullah ha sido el de promover un programa llamado "La imagen del otro", que examina "estereotipos y conceptos erróneos" acerca del Islam en la educación, los medios de comunicación y el Internet.
El KAICIID ha estado envuelto en polémicas desde su inicio, debido en gran parte al triste récord que los derechos humanos ocupan en Arabia Saudí. Algunos críticos han acusado que el centro es un intento por parte de Riad para establecer un "centro de propaganda permanente" en Europa, con el propósito de extender la conservadora secta del Islam wahabí.
Otros dicen que los líderes de Arabia Saudí han elegido deliberadamente Viena como sede de la nueva organización, debido al papel histórico de la ciudad en prevenir que el Islam invadiera la Europa cristiana durante el asedio de Viena en 1529 y la batalla de Viena en 1683. Dicen que los saudíes están luchando una nueva batalla de un conflicto muy antiguo.
El partido Verde de centro-izquierda, que gobierna Viena con una coalición, ha dicho que el KAICIID glorifica a un país "donde la libertad de religión y de opinión son palabras desconocidas". En un comunicado, el partido advirtió:
"Austria no debe permitirse ser manipulada de esta manera, ni permitirse estar involucrada en el encubrimiento por un régimen saudí represivo que está utilizando este centro como una hoja de higuera para ocultar su situación deshonrosa de derechos humanos".
En una editorial publicada en octubre de 2011, el diario de centro-derecha Die Presse, advirtió:
"El Gobierno austriaco tiene que preguntarse si sabe lo que está haciendo: ¿No sabe que la religión del estado de Arabia Saudí, el wahabismo, se opone ferozmente a otras religiones y usa el "diálogo intercultural" como un medio para hacer proselitismo agresivo?
"Para aclarar: el wahabismo es la única religión reconocida y permitida en Arabia Saudí de manera oficial. Otras formas de Islam y otras religiones están prohibidas y perseguidas por el Estado. Arabia Saudí es el único estado islámico en el que no hay iglesia, sinagoga, ni ningún otro lugar de adoración perteneciente a otros cultos o religiones. Los musulmanes chiíes han sido discriminados sistemáticamente durante décadas. Los judíos tienen prohibido entrar en el Reino.
"Arabia Saudí practica la forma de Sharia más brutal del mundo. Arabia Saudí siempre ha rechazado la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Las mujeres no pueden conducir un coche y pueden ser castigadas con la flagelación. El castigo corporal, incluyendo amputaciones y ejecuciones, son parte de la vida cotidiana en el país. Hace solo dos semanas un inmigrante de Sudán fue decapitado públicamente por "brujería". Arabia Saudí es uno de los pocos países en el mundo en el que la pena de muerte se impone incluso a adolescentes.
"¿Realmente el Ministerio de Relaciones Exteriores de Austria quiere darle a tal estado la oportunidad de construir un centro de propaganda internacional en Austria?"
El Canciller Faymann es el político austríaco de más alto rango que ha sugerido que el KAICIID debe cerrarse. En una entrevista el 16 de enero con el diario Der Standard, Faymann dijo:
"Este centro no cumple en absoluto el mandato del diálogo y permanece en silencio acerca de los asuntos básicos de los derechos humanos. No vamos a tolerar esto. Es claro para mí desde la perspectiva actual que debemos salir".
En una entrevista el 20 de enero con la radio pública OE1, Faymann dijo:
"Un centro de diálogo interreligioso que permanece en silencio cuando es el momento de hablar con claridad sobre los derechos humanos, no es digno de ser llamado un centro de diálogo. Se trata de un centro de silencio.
"No puede ser posible que tengamos un centro en Austria con el título de 'diálogo interreligioso' cuando al mismo tiempo alguien que realmente se involucra en este tema, está en la cárcel y temiendo por su vida".
Sin embargo, el ministro de exteriores, Sebastián Kurz, está llamando a la moderación. En un informe de 22 páginas publicado el 27 de enero, argumenta que cerrar el KAICIID completamente podría tener una serie no deseada de repercusiones económicas, diplomáticas y políticas, incluyendo el causar grandes daños a la imagen de Viena como una ciudad que es sede de muchas organizaciones internacionales.
Kurz está extremadamente preocupado de que Arabia Saudí pueda cumplir las amenazas hechas al embajador de Austria en Riad de trasladar la sede de la OPEP lejos de Viena, donde ha estado desde 1965. Arabia Saudí es el mayor productor de petróleo de la OPEP y su miembro más influyente.
En cualquier caso, el informe concluye: "Cerrar el centro no servirá para mejorar la situación de los derechos humanos en Arabia Saudita".
El informe, que señala que hay "deficiencias en la estructura, métodos de trabajo y la política de comunicación del centro", propone un curso alternativo de acción: El KAICIID debe ser radicalmente reformado.
El primer paso en esta reforma aparentemente consiste en destituir a la subdirectora del KAICIID, la ex ministra de Justicia de Austria, Claudia Bandion-Ortner, que ha sido criticada por minimizar el récord de derechos humanos de Arabia Saudí. Por ejemplo, en una entrevista con la revista Profil, en octubre de 2014, Bandion-Ortner defendió el reino Saudí. "No hay decapitaciones allí cada viernes", dijo. "Eso es una tontería".
Faymann ha aceptado — por ahora — considerar propuestas para una "reorganización estructural de fondo" del KAICIID que, como mínimo, requeriría que el centro "haga un claro compromiso con la libertad religiosa" y un "fuerte compromiso con los derechos humanos". Sin embargo, si el centro no puede ser reformado en este sentido, Faymann dice que Austria debe iniciar una "retirada ordenada".
Faymann se mantiene escéptico de que el KAICIID pueda ser reformado. En una entrevista el 28 de enero con el periódico Wiener Zeitung, dijo:
"Personalmente, no veo ninguna base para reformar el centro, ni ahora, ni en el futuro. Si este centro dice que representa el diálogo interreligioso, entonces debe hacerlo. Pero si quiere seguir siendo sólo un centro económico con una hoja de higuera religiosa, entonces Austria ya no debe formar parte de él. En cualquier caso, Austria no se permitirá ser amenazada o chantajeada".
Mientras tanto, Kurz planea viajar a Riad durante la segunda quincena de febrero para disminuir la crisis en las relaciones bilaterales Austriaco-Saudíes. Aún no está claro si va a pedir a las autoridades saudíes la liberación de Raif Badawi.
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York y el Grupo de Estudios Estratégicos en Madrid. Síguelo en Facebook y en Twitter.