La aplastante victoria de Hamás el pasado día 22 en las elecciones al consejo de estudiantes de la Universidad Bir Zeit demuestra que el movimiento islamista sigue manteniendo una fuerte presencia en la Margen Occidental.
Los partidarios de Hamás en el campus lograron 26 puestos, frente a los 16 de sus rivales de Fatah, facción encabezada por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.
El resultado electoral significa que Bilal Barguti, que cumple 16 cadenas perpetuas por su implicación en una serie de atentados suicidas contra Israel, se ha convertido en presidente honorario del consejo estudiantil de la Universidad Bir Zeit.
La victoria de Hamás tuvo lugar menos de 48 horas después de que sus partidarios lograran otro gran éxito en otro campus, el de la Universidad Politécnica de Palestina en Hebrón, en el que obtuvieron el mismo número de representantes que sus rivales de Fatah, lo que los dirigentes del movimiento islamista han calificado de "enorme logro".
Además de ser una victoria moral y política para Hamás, estamos ante un voto de desconfianza a Abás y a Fatah.
El resultado de las elecciones en ambos campus muestra que muchos palestinos no creen en el programa político de Abás, especialmente en el proceso de paz con Israel, y, además, que muchos siguen sin considerar que Fatah sea una alternativa mejor que Hamás.
En 2006, Fatah perdió frente a Hamás las elecciones al Consejo Legislativo palestino, en buena medida debido a su fracaso en las reformas y la lucha contra la corrupción financiera y administrativa. Desde entonces, la facción no ha hecho nada por sacar conclusiones de esa derrota.
Los mismos dirigentes que condujeron a Fatah a la derrota de 2006 siguen conservando puestos clave en la organización, y hacen caso omiso a las exigencias de reforma y transparencia.
La arrolladora victoria de Hamás en la Universidad Bir Zeit se ha producido pese a las enérgicas medidas de seguridad en vigor, con las que Abás y Fatah han tratado de reprimir a los partidarios del movimiento islamista en la Margen Occidental.
En los últimos meses, la represión ha llegado a los campus universitarios, en los que decenas de estudiantes afiliados a Hamás han sido detenidos o requeridos para ser interrogados por las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina.
Los resultados en las elecciones de la Universidad Bir Zeit muestran que la represión no ha logrado debilitar ni disuadir a los partidarios de Hamás en la Margen Occidental.
De hecho, resulta evidente que la campaña de Abás contra Hamás ha tenido un efecto bumerán, y lo que ha logrado es que haya un mayor apoyo para el movimiento islamista entre los palestinos, sobre todo entre los que viven en la Margen Occidental. Cuando a la gente se le dice que los judíos son horribles, que no quieren la paz y que lo único que quieren es matar árabes y destruir sus hogares y lugares sagrados, entonces la gente dice: "Eso significa que Hamás tiene razón. Deberíamos estar matando a los judíos y no haciendo las paces con ellos".
Hamás considera que su triunfo electoral es una "victoria para el proyecto de resistencia" contra Israel. "Esto es un referéndum que demuestra la fuerza de Hamás [en la Margen Occidental]", dijo el portavoz de Hamás Sami Abu Zuhri. "También es una victoria para nuestro proyecto de resistencia".
Otro representante de Hamás, Husam Badran, dijo que el resultado de las elecciones al consejo estudiantil de la Universidad "demuestran que los palestinos en general, y los jóvenes en particular, han respaldado nuestro programa de resistencia". Afirmó que los resultados también demostraban que Hamás sigue gozando de amplio apoyo entre los palestinos.
Lo que están diciendo los representantes de Hamás es que muchos palestinos siguen prefiriendo la opción de la lucha armada frente a unas negociaciones pacíficas con Israel.
Poco después de que se anunciaran los resultados de Bir Zeit, los partidarios de Hamás salieron a la calle en varios lugares de la Margen Occidental y de la Franja de Gaza para celebrar su victoria. Los partidarios de Hamás también planean para el 24 de abril una "concentración de la victoria" en la universidad para celebrar los resultados electorales.
La victoria de Hamás en la Universidad Bir Zeit demuestra por qué a estas alturas no es una buena idea celebrar elecciones legislativas o presidenciales en los territorios palestinos. El propio Abás es consciente desde hace tiempo de que unas elecciones libres y democráticas tendrían como resultado otra victoria de Hamás. Por eso no ha tenido ninguna prisa por convocar a los palestinos para acudir a las urnas.
Pero Abás no es el único que debería estar preocupado por la victoria de Hamás. También es una mala noticia para los intentos de resucitar las paralizadas conversaciones de paz entre Israel y los palestinos. Tras el triunfo de Hamás, es difícil ver cómo Abás o cualquier otro líder palestino va a firmar un acuerdo de paz con los israelíes.
La victoria de Hamás no fue ninguna sorpresa para quienes han estado siguiendo atentamente los mensajes antiisraelíes procedentes de la Autoridad Palestina. Su incitación contra Israel es una de las principales razones por las que los palestinos se han estado volviendo hacia Hamás.
Aparentemente, ahora el movimiento islamista se ha vuelto a alinear con Irán, que está "reconstruyendo las relaciones con el brazo militar de Hamás". Además, parece que la República Islámica ha enviado a Hamás millones de dólares en los últimos meses. El movimiento palestino comparte "los mismos objetivos a largo plazo que los ayatolás:la completa destrucción del Estado de Israel", y, para ello, quiere minar y destruir a cualquiera que reconozca a Israel.
Para evitarlo, la Autoridad Palestina debe empezar por detener su actual campaña de desligitimación y aislamiento de Israel, campaña que libra a través de los medios, las mezquitas y el discurso público.
La AP también debe mantener la coordinación de la seguridad con Israel. Ésta es vital para la propia AP, no sólo para los israelíes, pues, sin la ayuda de éstos, no podrá evitar que Hamás se haga con el control de la Margen Occidental.
Finalmente, para evitar que los palestinos se pongan de parte de Hamás, la AP en general y Fatah en particular deben emprender reformas globales. Ante todo, han de dejar de impedir que surjan nuevos dirigentes y deben deshacerse de todos los símbolos de la corrupción y el mal gobierno.
A menos que la Autoridad Palestina haga estas tres cosas, la popularidad de Hamás entre los palestinos seguirá aumentando y eso hará que el movimiento islamista esté más cerca de hacerse con la Margen Occidental.