El 16 de junio, en el Kurdistán sirio, guerrilleros kurdos capturaron la ciudad de Tel Abiad de manos del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). Esta victoria kurda evita que el ISIS tenga una ruta directa para la importación de combatientes y suministros y pone gran presión sobre Raqa, su capital de facto.
Como apuntaba Rami Abdulrahmán, jefe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la captura de Tel Abiad fue "el mayor contratiempo para el ISIS desde que se anunciara su califato, un año atrás".
Aunque el éxito kurdo debería haber sido saludado por quienes están horrorizados con este grupo terrorista genocida, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, juró que impedirá el establecimiento de un Estado kurdo en la región:
"Me dirijo al mundo entero: jamás permitiremos la formación de un Estado en el norte de Siria, al sur de nuestra frontera".
En realidad, los kurdos sirios no reclaman un Estado independiente sino una administración federal o autónoma. Pero incluso si algún día pidieran la independencia, tendrían todo el derecho a hacerlo.
Si hay 21 Estados árabes y 6 turcos, ¿por qué no puede haber uno kurdo?
Antes de que fuera tomada por los kurdos, el ISIS había usado esa zona como nodo entre Turquía y Raqa, pero al parecer esto no molestaba a Ankara. Ningún oficial turco se levantó entonces para proclamar: "Jamás permitiremos que el Estado Islámico gobierne el norte de Siria".
Como dijo el Dr. Sherkoh Abás, presidente de la Asamblea Nacional del Kurdistán sirio, es "revelador" que la ruta de suministros a la capital del ISIS, Raqa, desbaratada por los kurdos, tuviera su origen en Turquía.
"Turquía se opuso también al Gobierno Regional del Kurdistán (GRK) en el Kurdistán iraquí, y ahora son socios comerciales y tienen buenas relaciones.
"Lo mejor para Turquía sería aceptar un Gobierno Regional Kurdo en en el Kurdistán sirio, para evitar que los radicales amenacen a kurdos y turcos. Ya va siendo hora de que la comunidad internacional, la Administración Obama y Turquía admitan que Irak y Siria son Estados fallidos y permitan que cada grupo étnico escoja su propio camino" [1].
Al parecer, para el Gobierno de Turquía, el Estado Islámico, que perpetra matanzas, violaciones masivas y limpiezas étnicas y que practica la esclavitud sexual, es preferible a los kurdos, que resisten al Estado Islámico y exigen los derechos y libertades que les han arrebatado los regímenes represivos que les gobiernan.
En las zonas del Kurdistán sirio controladas por el kurdo PYD (Partido de la Unión Democrática) y su brazo armado, las YPG (Unidades de Protección Popular), se promueven y practican la igualdad entre los sexos, el respeto por los derechos de las minorías y el secularismo.
El PYD, que controla la administración autónoma kurda en el Kurdistán sirio, define su meta en su página web:
"El principal objetivo de nuestro partido, en este momento histórico crucial, es asegurar y salvaguardar la naturaleza pacífica de este levantamiento popular e impedir cualquier posibilidad de que este movimiento popular derive en un conflicto kurdo-árabe. Nuestra estrategia es sembrar las semillas de la fraternidad entre los pueblos y lograr solidaridad y la igualdad entre ellos".
Con su limitada potencia bélica, sólo complementada por los aviones de la OTAN y los peshmergas, las YPG están combatiendo contra suicidas y decapitadores, y tratando de proteger a gente inocente que si no sería masacrada por el ISIS.
Las milicias kurdas –las YPG en el Kurdistán sirio y los peshmergas en el Kurdistán iraquí– son las únicas fuerzas musulmanas que verdaderamente resisten al ISIS sobre el terreno. Efectivamente, estas fuerzas kurdas son, en su mayoría, musulmanas. Al mismo tiempo, y a diferencia de los regímenes árabes y los ejércitos islamistas radicales de la región, son laicas y protegen a las minorías.
Por un lado tenemos a Turquía, que, pese a ser miembro de la OTAN, no ha impedido, ha hecho la vista gorda o incluso ha facilitado el tránsito de combatientes del ISIS hacia Siria, donde han asesinado o violado a yazidíes, alauitas, cristianos y otros miembros de minorías no musulmanas; y enfrente están los kurdos de Siria, hombres y mujeres que han resultado ser la fuerza más efectiva a la hora de combatir al ISIS y al Frente al Nusra. La diferencia no podría ser mayor.
Después de que tomasen Tel Abiad, el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y el viceprimer ministro de Turquía, Bulent Arinc, acusaron a las fuerzas kurdas de perpetrar una "limpieza étnica".
Sin embargo, de acuerdo con Rami Adulrahmán, jefe del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, en Tel Abiad no ha habido operación de limpieza étnica alguna "contra los turcomanos o los árabes".
"El Gobierno turco es hostil a los kurdos tanto en Turquía como en Siria. Teme que se refuerce la posición kurda en la región. (...) en otoño de 2014 al menos 300.000 kurdos fueron expulsados por el Estado Islámico. En aquel entonces, el Gobierno turco no habló de 'limpieza étnica' contra los kurdos. Muy al contrario, el Gobierno turco ha cooperado con el Estado Islámico".
En realidad, han sido los kurdos de Siria los que han sido víctimas de operaciones de limpieza étnica a manos del régimen sirio, lo que ha alterado la demografía de la región. [2]
Según la Campaña por la Paz en el Kurdistán, entre las políticas de limpieza étnica y devastación cultural perpetradas por el régimen sirio se cuentan:
- La conversión de todas las tierras fértiles de la región kurda en propiedades públicas, en el marco de una "política de reforma agraria", y el asentamiento de tribus árabes en esos lugares luego de que se forzara a los kurdos a marcharse tras ser despojados de sus propiedades, sobre todo de las agrícolas.
- El cambio de nombre de todas las ciudades y aldeas kurdas por otras denominaciones sin relación histórica con las mismas. El objetivo principal: arabizar y transformar la composición demográfica de la zona.
- El asentamiento en tierras kurdas de tribus árabes damnificadas por inundaciones.
- La prohibición a los kurdos de celebrar sus propias festividades, como el Nouruz.
- La prohibición a los kurdos de apoyar a y de comunicarse con sus semejantes de otras partes del Kurdistán.
El historiador Jordi Tejel también escribe sobre las violaciones contra los derechos humanos de que han sido víctimas los kurdos de Siria en su libro Syria's Kurds: History, Politics and Society ("Los kurdos de Siria: historia, política y sociedad"). He aquí algunas de ellas: [3]
- Después de que en 1958 el partido Baaz llevara a Siria a integrarse con Egipto en la República Árabe Unida (RAU), bajo el mandato de Gamal Naser, "grabaciones de música kurda fueron destrozadas en los cafés. La publicación e incluso la posesión de libros escritos en lengua kurda eran consideradas delitos castigables con penas de cárcel. Se envió a profesores egipcios a las regiones kurdas".
- "En noviembre de 1960, los habitantes de Amuda (un pueblo kurdo) acusaron a las autoridades de incendiar un cine en el que murieron 283 niños kurdos. Los responsables de estos actos probablemente estuvieran motivados por un sentimiento antikurdo, fruto de la propaganda contra del nacionalismo kurdo, al que se asociaba con el sionismo y el imperialismo americano".
- "Entre 1946 y 1957, los kurdos de Siria carecían de organizaciones políticas para defender sus derechos (por ejemplo, los culturales)".
- El Partido Democrático del Kurdistán de Siria (PDKS) fue fundado en 1957. "El 5 de agosto de 1960 los líderes del comité ejecutivo de Alepo fueron arrestados y torturados. Se desmanteló la organización del partido y en pocos días más de 5.000 personas fueron detenidas e interrogadas. Los líderes del PDKS fueron acusados de separatismo y, finalmente, condenados a prisión".
- Una de las violaciones más graves contra los kurdos se produjo en el censo de 1962, cuando alrededor de 120.000 perdieron la ciudadanía en su propia patria y fueron registrados como "foráneos". [4]
- Los kurdos de Siria estuvieron expuestos a la propaganda racista de los medios de comunicación árabes. Una de las campañas comprendía lemas como "Luche contra la amenaza kurda".
- La enseñanza de la lengua kurda siguió estando prohibida en la época de Hafez al Asad. En la década de 1970, la escuela pública era para los kurdos no sólo un lugar de adoctrinamiento en el baazismo, como lo era para los demás sirios, también un centro de arabización.
- "Con el aumento de la alfabetización infantil en las regiones kurdas, y siguiendo el ejemplo de los turcos, se instauró allí un sistema de vigilancia, por medio de espías, para impedir que los niños hablaran kurdo entre ellos. Los que eran descubiertos en flagrante desafío podían ser objeto de castigos corporales".
- "A pesar de que la prohibición sobre las publicaciones kurdas se remontaba a la presidencia de Adib al Shiskali (1951-1954), la coerción legal se reforzó bajo el régimen baazista, lo que obligó a los autores y editores kurdos a imprimir sus obras en el Líbano, desde donde se mandaban de vuelta a Siria de forma ilegal".
- "Dos decretos de la década de 1980 prohibieron el uso del kurdo en los lugares de trabajo, así como en las ceremonias conyugales y en las festividades".
- "En 1992, en la provincia de Al Hasakah, los funcionarios del Registro Civil empezaron a aplicar de manera más estricta las restricciones al registro de niños con nombres kurdos, según lo estipulado en el decreto 122".
- "En mayo del año 2000, poco antes de la muerte de Hafez al Asad, la resolución 768 ordenó el cierre de todas las tiendas que vendían cintas, videos y discos en lengua kurda y reforzó la prohibición de usar esta lengua durante reuniones y festividades".
Hoy en día, los kurdos han establecido administraciones autónomas de facto en casi todas las zonas kurdas del Kurdistán sirio donse se produjeron estos terribles abusos, concretamente en Kobani, Cezire y Efrin.
Ahora, los terroristas del Estado Islámico atacan a los kurdos; tratan de violar a sus mujeres, venderlas como esclavas y exterminarlos. El 25 de junio, en Kobani, tuvo lugar una de las peores matanzas llevadas a cabo por el ISIS: murireron al menos 145 personas. Esto es lo que pasa cuando los kurdos son cogidos por sorpresa o no pueden responder a los ataques. Y es por esto que las peticiones a Occidente de armar directamente a los kurdos y reconocer su autogobierno en unas fronteras seguras y defendibles es una cuestión de vida o muerte.
Desgraciadamente, en una región marcada por la falta de respeto a los derechos humanos y a las libertades, los kurdos sólo han sido capaces de disponer de algunos derechos humanos y nacionales en su patria, el Kurdistán, a través de rebeliones, guerras civiles o intervenciones militares de Occidente.
Al menos están a punto de terminar los días en que los kurdos de Siria no tenían siquiera documentos de identidas y eran considerados apátridas en sus tierras ancestrales. Pero los regímenes que gobiernan a los kurdos todavía niegan su idioma y su cultura, los detienen ilegalmente, los exponen a todo tipo de abusos e incluso los torturan o asesinan, simplemente por el hecho de haber nacido kurdos.
Sería mucho mejor si los Estados que gobiernan a los kurdos reconocieran voluntariamente sus derechos sin derramamiento alguno de sangre de por medio, pero no es así como se funciona en la zona.
----------------
[1] En una entrevista con el Gatestone Institute.
[2] Por ejemplo, el denominado Cinturón Árabe (1973), en la región kurda de Cezire, a lo largo de la frontera turca, tenía por fin poner en práctica la limpieza étnica, la desposesión de los kurdos, que fueron considerados por el Estado sirio como elementos "no nacionales", así como el traspaso de su tierra a los árabes, elementos "nacionales". (Fuente: Syria's Kurds: History, Politics and Society, por Jordi Tejel, Routledge Advances in Middle East and Islamic Studies, 2008).
De acuerdo con la Campaña por la Paz en el Kurdistán, "el Cinturón Árabe resultó en el decomiso de las tierras de cultivo kurdas (350 kms de largo por 15 de ancho); miles de propietarios y granjeros kurdos fueron arrojados a la fuerza de sus propiedades, propiedades que fueron otorgadas a pobladores y granjeros árabes provenientes de regiones árabes".
En 1963 Mohamed Talab al Hilal, excomandante de los Servicios Secretos en Al-Hasakah, publicó un informe sobre la provincia kurda de Cezire en el cual afirmaba que los kurdos no existían porque no poseían ni "historia ni civilización, ni lengua ni origen étnico [particulares]". También reclamó un incremento de las medidas represivas en todos los ámbitos para borrar de Cezire cualquier signo de identidad kurda, ya que los kurdos eran "enemigos" y no existía diferencia alguna "entre kurdos e israelíes; Judistán y Kurdistán, por así decirlo, son la misma especie". (Fuente: Tejel, ob. cit.)
[3] Tejel, ob. cit.
[4] Los kurdos a los que se revocó la ciudadanía siria fueron registrados por como "foráneos". Y los que no figuraban en el censo pasaron a ser "no registrados" o literalmente "ocultos" . La falta de documentos de ciudadanía e identidad significaba que estos kurdos, a efectos prácticos, se habían vuelto inexistentes. Sus derechos básicos a la educación, el empleo, la posesión de propiedades, la participación política y el matrimonio quedaron severamente limitados, con lo que quedaron relegados a la marginalidad en la sociedad siria. Los kurdos no registrados tenían un estatus inferior incluso al de los foráneos y no tenían oportunidad alguna en Siria.
Hubo casos de familias en que nos miembros tenían la ciudadanía siria y otros no. Algunos padres, por ejemplo, tenían la nacionalidad, pero sus hermanos o hermanas no.
Muchas de las personas que perdieron la nacionalidad perdieron más tarde los derechos sobre sus propiedades. Esto fue aprovechado por el Gobierno para el reasentamiento de árabes desplazados.
Al carecer de la ciudadanía de otro país, los kurdos sirios eran considerados apátridas por la legislación internacional.