El pasado 10 de febrero (Miércoles de Ceniza según el calendario cristiano occidental), el obispo luterano palestino, Munib Yunán, en nombre del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), lanzó la campaña cuaresmal de la Red Ecuménica del Agua (REDA). Con el lema Siete semanas por el agua, la campaña fue presentada en la Iglesia luterana alemana del Redentor, en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
Yunán, un firmante/no firmante del infausto documento publicado por Kairos Palestina en 2009, estuvo flanqueado por otros conocidos partidarios de la agitación palestina contra Israel:
- El Dr. Antje Jackelen, arzobispo de Suecia (otro partidario/crítico del documento).
- El reverendo Dr. Olaf Fykse Tveit, secretario general del CMI (encabeza el organismo que dio lugar a Kairos Palestina y sigue siendo su principal patrocinador).
- Hind Jury, actual secretaria general de Kairos Palestina; además es una economista palestina de Belén y fue delegada general de la OLP en Francia entre 2006 y 2010.
- Dinesh Suna, coordinador de la Red Ecuménica del Agua.
La Iglesia luterana del Redentor, en Jerusalén, Israel. (Imagen: Wikimedia Commons). |
Todos ellos formaban un grupo impresionante de avezados activistas propalestinos, reunidos para celebrar una liturgia prefabricada de 10 páginas durante un servicio religioso que duró una hora. El escaso público asistente fue sensibilizado sobre una presunta injusticia cometida contra el pueblo palestino: la supuesta privación de cantidades de agua a las que tendría derecho a manos de unos israelíes supuestamente malvados. Para introducir algo de acción en lo que, por lo demás, fue un torrente de información distorsionada, a cada participante se le impuso una cruz de ceniza en la frente; probablemente, uno de los pocos vestigios de la tradición cristiana de la Cuaresma que hubo en la ceremonia.
En los servicios religiosos de Cuaresma habituales, celebrados en las siete semanas anteriores a la Pascua, lo fundamental para los cristianos es la solemne memoria de la divina misericordia para con los pecadores de este mundo. En este caso lo fundamental fue la comisión de un pecado de palabra: lanzar una mentira sobre una escasez de agua provocada por los israelíes y padecida por los palestinos; un pecado en el que están invitadas a participar todas las iglesias del CMI.
Esos líderes de iglesias protestantes, convertidos en propagandistas políticos sin disimulo alguno, se sirvieron del púlpito jerosolimitano de manera injusta para instar a los fieles protestantes de todo el mundo a escuchar libelos de agua palestinos contra el Estado de Israel. Esa liturgia abusó de las lecturas bíblicas como medio para reforzar el igualmente falso mensaje de Kairos Palestina: que Israel ocupa el territorio de Palestina y no tiene derecho a estar donde está.
Los acólitos del CMI reunidos en la Iglesia del Redentor difundirán ahora esta propaganda mediante una confusa red de organizaciones aparentemente distintas que, tras una atenta inspección, resultan ser subsidiarias del Consejo.
Destacaron dos organizaciones: en primer lugar, Peregrinación de Justicia y Paz (PJP), lanzada en 2013 en la 10ª asamblea del CMI, celebrada en Corea del Sur. La PJP estuvo acompañada en Jerusalén por tres grupos de apoyo estratégicos: el Grupo de Estudio Teológico, el Grupo de Referencia y el Grupo de Investigación Internacional. En segundo lugar, la Red Ecuménica del Agua (REDA), una red de iglesias y organizaciones cristianas lanzada en 2008 para vigilar el acceso al agua. Aunque la PJP y la REDA parezcan dos entidades distintas, la oficina de prensa del CMI anunció su campaña Siete semanas por el agua como una
peregrinación por la justicia en materia de agua en Oriente Medio, con una referencia específica a Palestina. Las reflexiones bíblico-teológicas y los recursos para las siete semanas estarán basados en la crisis hídrica en Oriente Medio, y considerará cuestiones relativas a la justicia y la paz.
Ahí lo tienen: la labor de la PJP y la de la REDA están estrechamente vinculadas. De hecho, ambos grupos están comprometidos con la causa palestina y pueden considerarse más correctamente como parte de la red patrocinada por el Consejo Mundial de Iglesias que aplica el plan de Kairos Palestina.
Si miramos atentamente la página web de la REDA no encontraremos estudios científicos, ni sobre la distribución del agua ni sobre la política hídrica para los territorios de Israel y la Autoridad Palestina (AP). El material de la red tampoco contiene referencia alguna a cualquiera de los estudios existentes relativos a la distribución de agua en Israel (por ejemplo, éste y éste). Tampoco se menciona la documentadísima mala gestión de los recursos hídricos por parte de la Autoridad Palestina, ni el justo y generoso suministro suplementario de agua que Israel proporciona, excediendo la cuota, a las zonas controladas por la AP.
Parece claro que el objetivo de la campaña deriva de una discriminación injusta y carente de fundamento contra el Estado de Israel, como difunde la declaración de Kairos Palestina. En su sermón, Tveit se refirió sin rubor alguno al propósito del lanzamiento de la campaña Siete semanas por el agua:
Como el grupo del CMI Peregrinación por la Justicia y la Paz está centrado en cuestiones de Oriente Medio, especialmente este año esperamos que vuestras historias y vuestra lucha por la justicia y la paz se conviertan en las historias y la lucha de todas las iglesias del mundo. Que esta Cuaresma nos ayude a reflexionar más hondamente sobre estas cuestiones. Ojalá las 'Siete semanas por el agua' durante esta Cuaresma nos ayuden a resaltar la crisis hídrica en palestina y en otros lugares del mundo que necesitan urgentemente más agua potable.
Ese tipo de historias palestinas fue recopilado, poco antes de la celebración en la Iglesia del Redentor, bajo la atenta mirada del obispo Yunán, cuando el Grupo de Investigación Internacional se reunió en Belén. Dinesh Suna escribió en su página de Facebook:
La reunión del Grupo de Investigación Internacional de la Peregrinación por la Justicia y la Paz del CMI comenzó hoy en Belén. Para marcar la pauta del debate escuchamos historias de lucha por el fin de la ocupación de Palestina por Israel. Para nosotros fue un momento muy conmovedor escuchar esas historias (...)
¿Esta gente se reunió también con israelíes? ¿El Grupo de Investigación Internacional ha llegado a investigar los incontables estudios académicos sobre la cuestión del agua, disponibles gratis en internet? No hay referencia alguna a que se haya hecho ninguna de las dos cosas.
En cambio, según se nos cuenta, la PJP del CMI está organizando "dos grupos muy importantes desde el punto de vista estratégico" en "Tierra Santa" entre el 9 y el 17 de febrero. Uno de ellos es el Grupo de Estudio Teológico, reunido en la iglesia católica de Santa Ana, en Jerusalén, entre el 9 y el 11 de febrero, "para profundizar en la Teología a fin de acompañar a la PJP".
El otro es el Grupo de Referencia de la PJP en Belén, reunido entre el 12 y el 17 de febrero, probablemente para exhibir a más "testigos de la crisis hídrica". Los palestinos, ciertamente, están viviendo una crisis hídrica: la cuestión es –o debería ser, por su propio bien– hasta qué punto ellos mismos son responsables de dicha situación, y hasta qué punto sus líderes son responsables por mantenerlos como víctimas para que parezcan más desgraciados a fin de realizar un marketing internacional más efectivo.
Tveit y su personal del CMI acompañan a ambos grupos. El propósito de la cara campaña de estos bien remunerados clérigos-políticos no es solucionar miseria alguna. Más bien, como sermoneaba Tveit, es éste:
Esperamos que vuestras historias y vuestra lucha por la justicia y la paz se conviertan en historias y lucha para las iglesias de todo el mundo.
En resumidas cuentas: el Consejo Mundial de Iglesias invita al mundo cristiano a unirse a un ataque contra el Estado de Israel. Ése es el verdadero mensaje latente en Kairos Palestina y en la campaña de las Siete semanas por el agua de la PJP.
Es previsible que los proyectos de la PJP del Consejo Mundial de Iglesias encuentren a unos cuantos seguidores cristianos jóvenes, entusiastas, desinformados e ingenuos a quienes engañar. Y la Iglesia luterana del Redentor, en Jerusalén, es un lugar perfecto desde el que lanzar más iniciativas de este tipo. Qué curioso.
También resulta curioso que la Iglesia protestante alemana, a la que pertenece la Iglesia luterana del Redentor en Jerusalén, y que está comprometida con la reconciliación con Israel, parezca consentir las iniciativas del CMI en su contra, bajo los auspicios del obispo palestino. ¿Acaso el obispo Yunán no es más que un hombre de paja voluntario para encubrir la agitación de la Iglesia protestante alemana contra Israel? ¿O es que esta Iglesia no sabe lo que sucede en su propio templo de Jerusalén?