El pasado lunes Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina y líder de Al Fatah, instó al "cese inmediato" de los ataques aéreos israelíes sobre la Franja de Gaza, pero no instó a que acabaran los lanzamientos de cohetes sobre Israel, omitiendo lo que ha desencadenado la actual ronda de enfrentamientos.
En vez de exhortar a Hamás, sus socios del Gobierno de consenso nacional, a detener sus ataques contra Israel, Abás hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que "interviniera" a fin de detener la "escalada" israelí.
Por lo que respecta a Abás, "todo comenzó cuando Israel devolvió los ataques" en respuesta a los cientos de cohetes disparados contra su territorio desde la Franja de Gaza en los últimos días.
¿Por qué el rais se ha abstenido de condenar los ataques con cohetes o de instar a su cese?
En primer lugar, Abás no quiere irritar a Hamás lanzando una condena de sus ataques, la cual, seguramente, causaría el colapso del acuerdo de reconciliación que su facción de Fatah firmó con el movimiento islamista el pasado abril.
En segundo lugar, criticar a Hamás equivaldría a admitir que el Gobierno de consenso nacional tiene parte de responsabilidad en el lanzamiento de cohetes desde la Franja. Al fin y al cabo, es un Gobierno de Fatah y Hamás, aunque se describa a sus ministros como "tecnócratas independientes".
En tercer lugar, Abás es plenamente consciente de que la opinión pública palestina no aceptaría semejante condena, sobre todo si se tiene presente la creciente tensión con Israel tras el secuestro y asesinato del adolescente hierosolimitano Mohamed Abu Khdeir.
Abás ya afronta una campaña de desacreditación por parte de numerosos palestinos por haber condenado el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes en la Margen Occidental el mes pasado.
En las últimas semanas han circulado por las redes sociales fotos en las que se muestra al asediado Abás como un rabino o un colono.
Algunos altos cargos de Fatah también se han unido a la campaña anti-Abás; varios de ellos han instado abiertamente a destituirlo por criticar el asesinato de los tres jóvenes israelíes y por decir que buscaría coordinar la seguridad con Israel.
En cuarto lugar, Abás no quiere condenar los ataques con cohetes porque sus propios partidarios de Fatah en la Franja de Gaza también están tomando parte en la lucha contra Israel.
Al Fatah tiene varios centenares de milicianos en la Franja, los cuales pertenecen a diversos grupos armados. Algunos, según fuentes gazatíes, son antiguos miembros de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina que siguen recibiendo sus salarios del Gobierno palestino de Ramala, financiado por Occidente.
Poco después de que Israel lanzara el lunes ataques aéreos contra objetivos de Hamás en la Franja de Gaza, el portavoz de Fatah, Fayez Abu Aita lanzó un llamamiento urgente a sus hombres para que participaran en "la defensa de la Franja de Gaza frente a la agresión israelí".
El portavoz, haciéndose eco del argumento de su organización de que "todo empezó cuando Israel contraatacó", acusó a los israelíes de "violar las leyes internacionales" al atacar a terroristas de la Franja.
La llamada de Abu Aita a unirse a la lucha contra Israel no cayó en saco roto. En sólo unos minutos, al menos dos grupos armados de Fatah anunciaron que habían comenzado a lanzar cohetes contra los "asentamientos" de Ashkelon y Sderot, ciudades que se hayan dentro de las fronteras israelíes anteriores a 1967.
Un grupo llamado Jaish al Karama ["Ejército de la Dignidad"] publicó una declaración titulada "Los días de la derrota se han ido; la victoria está cerca".
El grupo admitió, incluso, que una de sus "unidades de cohetes" se había librado por poco de un ataque aéreo israelí sobre el norte de la Franja.
Otro grupo de Fatah, llamado "Brigadas del Mártir Abdel Qader Huseini – Brazo Armado de Fatah", también reivindicó el lanzamiento de dos cohetes contra localidades israelíes.
Un tercer grupo de la facción, Jaish al Asifa ["Ejército de la Tormenta"], distribuyó panfletos en los que sus miembros reivindicaban el lanzamiento de 35 cohetes contra Israel desde el pasado domingo por la noche.
Los milicianos de Al Fatah en la Franja de Gaza actuaban también a instancias del líder de Hamás, Ismaíl Haniye, que llamó a todos los grupos palestinos de la Franja a cerrar filas para luchar contra el enemigo común israelí.
La implicación de Fatah en los lanzamientos de cohetes contra Israel demuestra que el pacto de reconciliación con Hamás es mucho más que una asociación política. Evidentemente, los milicianos de ambas organizaciones están colaborando sobre el terreno para llevar a cabo ataques contra el estado israelí.
Lo que está sucediendo en Gaza estos días no es sólo un enfrentamiento más entre Israel y Hamás; es un enfrentamiento entre Israel, por una parte, y Hamás y varios grupos armados, incluido Al Fatah, por otra.
Por eso Abás encuentra difícil condenar los lanzamientos de cohetes. Semejante acción lo situaría en trayectoria de choque no sólo con Hamás; también con Fatah, la Yihad Islámica, el Movimiento de Resistencia Popular y al menos otras 10 células yihadistas que operan en la Franja de Gaza.
Además, el rais parece preocupado porque si el mundo se entera del papel de Fatah en los ataques, ello afectaría a la ayuda económica occidental a su Autoridad Palestina, dominada por su facción.