Una concentración multitudinaria celebrada en la Franja de Gaza el pasado 23 de marzo ha demostrado que Hamás continúa gozando de apoyo popular entre los palestinos. Decenas de miles de ellos tomaron las calles para asistir a la manifestación que conmemoraba el décimo aniversario del asesinato del jeque Ahmed Yasin, fundador del Movimiento de Resistencia Islámico.
Representantes de Hamás afirman que cerca de un millón de palestinos tomaron parte en la concentración, celebrada en el centro de Gaza. Esto supone que la organización, que pretende destruir a Israel, sigue tan fuerte como siempre en la Franja, pese a la guerra no declarada de Egipto contra el movimiento islamista palestino.
La guerra con Egipto ha dañado realmente a Hamás, sobre todo a raíz de la destrucción de cientos de túneles de contrabando en la frontera egipcia con la Franja. Sin embargo, la popularidad del movimiento entre los palestinos sigue, evidentemente, incólume, como demuestra la concentración multitudinaria.
Al dirigirse a la multitud, el primer ministro de Hamás, Ismaíl Haniye, admitió que la guerra con Egipto ha perjudicado a su movimiento. "Hamás atraviesa momentos difíciles", afirmó. "También afrontamos duros desafíos".
Haniye añadió que, pese a las medidas de seguridad adoptadas por Egipto contra su movimiento y la Franja de Gaza, Hamás no se encontraba dominado por el pánico.
En la concentración, desafiantes dirigentes de Hamás reiteraron amenazas de ataques terroristas contra Israel. Un representante de la organización, Fati Hamad, manifestó, incluso, su optimismo ante la idea de que su movimiento y otros grupos terroristas palestinos puedan destruir "a la entidad sionista en unos pocos años".
Hamás parece esperar, no obstante, que la concentración envíe un mensaje no sólo a Israel, sino a la Autoridad Palestina y a Egipto. El mensaje que pretende hacer llegar al país del Nilo es que, pese a su actual bloqueo de la Franja, el movimiento no muestra signos de debilidad.
Como explicaba el representante de Hamás Yusef Rizka, "éste es un mensaje para quienes pretenden debilitar a Hamás y dañar su reputación. No nos metemos en los asuntos internos de los países árabes".
Rizka afirmó, dirigiéndose a los egipcios, que han acusado a Hamás de estar implicado en atentados terroristas en Egipto:
La yihad en Palestina no es terrorismo; la yihad en Palestina es un deber sagrado.
Con todo, el mensaje más enérgico de la manifestación iba dirigido a la Autoridad Palestina. El presidente de la AP, Mahmud Abás, tiene buenos motivos para estar preocupado tras esta última demostración de fuerza de Hamás. Cuando decenas de miles de palestinos toman las calles de la Franja de Gaza para instar a la destrucción de Israel y a cancelar las conversaciones de paz entre la AP y los israelíes, está claro que un gran sector de la sociedad palestina sigue oponiéndose a acabar con el conflicto con Israel.
La concentración a favor de Hamás también pretendía enviar a la Administración estadounidense el mensaje de que Mahmud Abás no tiene autoridad para firmar cualquier documento que declare el fin del conflicto.
Es posible que el presidente Barack Obama y el secretario de Estado John Kerry puedan obligar a Abás, con presiones y amenazas, a firmar un acuerdo marco con Israel. Pero, como demuestra la manifestación del odio de la semana pasada en la Franja de Gaza, incluso tras la firma un acuerdo de paz palestino-israelí, buena parte de los palestinos no abandonará su sueño de destruir a Israel.