Un solicitante de asilo afgano de 17 años, blandiendo un hacha y gritando "Alahu Akbar" ("Alá es el más grande") hirió gravemente a cinco personas en un tren en Würzburg, en el estado alemán de Baviera. El atacante fue abatido por la policía después de que éste les amenazara con el hacha.
El adolescente, que había pedido asilo tras llegar a Alemania en junio de 2015 como menor sin acompañante, había sido alojado con una familia de acogida tan sólo dos semanas antes del ataque, como premio por "haberse integrado bien".
El ministro de Interior bávaro, Joachim Herrmann, dijo que la policía había encontrado una bandera del Estado Islámico pintada a mano en su habitación de la casa de acogida, en la localidad cercana de Ochsenfurt. También encontraron una carta de despedida dirigida a su padre que decía: "Ahora rezad por mí, para que pueda vengarme de estos infieles. Rezad por mí para que pueda ir al paraíso".
Poco después del ataque, el Estado Islámico lanzó un vídeo en el que se se pretendía mostrar a un solicitante de asilo afgano sosteniendo un cuchillo y profiriendo amenazas contra Alemania:
En nombre de Alá, soy soldado del Califato y estoy lanzando una operación de martirio en Alemania.
Aquí estoy. He vivido entre vosotros, he vivido en vuestras casas. He planeado esto en vuestra propia tierra. Y voy a mataros en vuestras propias casas y en la calle.
Haré que os olvidéis de los espectaculares ataques en Francia, si Alá lo permite.
Lucharé hasta la muerte, si Alá lo permite. Os mataré con este cuchillo, y os degollaré con un hacha, si Alá lo permite.
En el vídeo, el Estado Islámico identificaba al atacante como Mohamed Riyad, al que se le oye hablar en pastún, lengua que se habla en Afganistán, Pakistán e Irán. Pero los medios alemanes identificaron al atacante como Riaz Jan Ahmadzai. Esa discordancia generó dudas sobre la verdadera identidad del adolescente.
La policía encontró un documento pakistaní en la habitación del adolescente, lo que ha llevado a algunos a creer que podría haber mentido sobre su origen afgano para tener más posibilidades de que se le concediera el asilo. Las autoridades alemanas, por lo general, clasifican a los migrantes de Pakistán como migrantes económicos, y a los de Afganistán como refugiados. Pero el ministro del Interior, Thomas de Maizière, dijo que no había motivos para dudar de que el agresor fuese efectivamente de Afganistán.
También hay preguntas sin responder sobre los vínculos del joven con el Estado Islámico. Herrmann, el ministro de Interior de Baviera, dijo que el vídeo era auténtico: "El individuo que aparece en el vídeo es el atacante de Würzburg". La oficina del fiscal federal en Karishue dijo que cree que "el agresor atacó como miembro del Estado Islámico".
En cambio, De Maizière dijo que el agresor era un "lobo solitario" que se había radicalizado por su cuenta, incitado por la propaganda del Estado Islámico. El fiscal general de Bamberg, Erik Ohlenschlager, dijo: "No tenemos pruebas de que tuviese contacto directo con el Estado Islámico".
Después de que el tren lleno de sangre –un testigo dijo que "parecía un matadero"– se detuviera en la estación de Heidingsfeld, cerca de Würzburg, el adolescente saltó del tren e intentó huir. Rodeado por la policía, embistió contra ellos con un hacha. La policía disparó y lo mató porque "no había otra opción".
Renate Künast, diputada del Partido Verde, criticó a la policía por haber empleado la fuerza letal. En un tuit, escribió: "¿¿¿Por qué no se pudo incapacitar al agresor sin matarlo??? ¡Pregunto!"
Los comentarios de Künast provocaron una reacción furiosa; muchos la acusaron de mostrar más simpatía por el agresor que por las víctimas. El estallido de indignación con Künast indica que Alemania ya está harta de la corrección política de sus políticos.
El presidente del sindicato de la policía alemana, Rainer Wendt, dijo:
Disparar en un rescate está claramente regulado por la ley. Los policías fueron atacados y utilizaron sus armas de fuego para defenderse de un peligro inmediato para su vida y sus extremidades. Es su obligación legal. La diputada de los verdes, Renate Künast, no tiene la menor idea sobre la realidad de las acciones policiales peligrosas.
En el canal de televisión N24, Wendt añadió:
Künast no debería ver tantas películas malas. ¿Quién podría creer que si alguien ataca a la policía con un hacha y un cuchillo, la policía va a disparar contra el hacha para que salte de las manos del agresor? Es no tener ni idea, es estúpido.
Si los agentes de policía son atacados así, no van a ponerse a hacer kung fu. Por desgracia, a veces acaba con la muerte del agresor. Y esto no va a cambiar.
El jefe del sindicato de la policía en Baviera, Peter Schall, dijo: "Si un policía no puede disparar en esas situaciones, que deje de llevar arma, entonces".
Mike Mohring, miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), partido en el Gobierno, pidió penas más duras para quienes atacasen a agentes de la policía. Dijo que los ataques contra la policía están aumentando en toda Alemania y que "la única medida disuasoria es que la ley contemple un castigo adecuado". También dijo que la policía alemana debería ir equipada con cámaras corporales para protegerse a sí misma y a la población.
El ministro de Justicia bávaro, Winfried Bausback, pidió la dimisión de Künast: "Quien sospecha públicamente de la policía en una situación así, sin tener conocimiento del asunto –como ha hecho Künast en su tuit– es inaceptable como presidente de la comisión jurídica del Parlamento".
El líder de los verdes, Cem Özdemir, marcó distancias con Künast:
No entiendo lo que escribió ahí. Siempre es buena idea pensar qué vas a escribir antes de publicar un tuit. ¿Qué se supone que tiene que hacer la policía cuando la atacan? Protegieron a los demás y se protegieron ellos mismos. Su opinión no representa la postura de mi partido.
Andreas Scheuer, secretario general de la Unión Social Cristiana (CSU), partido bávaro hermanado con la CDU de Angela Merkel, dijo que los comentarios de Künast eran "perversos". Y añadió: "La política de la CSU es que la protección de las víctimas tiene prioridad sobre la protección de los agresores".
El comentarista alemán Klaus Kelle escribió:
Nuestra policía ha hecho en Alemania un gran trabajo y casi nunca se le agradece. Está mal pagada [...] y son continuamente cabezas de turco de políticas erróneas. Horas extras infinitas, ataques violentos –incluso en situaciones inofensivas como el aparcamiento ilegal– forman parte del día a día de nuestros hijos e hijas, al servicio de todos nosotros.
¿Dónde están los políticos que apoyan a nuestros policías, en vez de esos que los critican irracionalmente, como ahora? Señora Künast: ¿acaso no hay presunción de inocencia para los policías en este país?
La Oficina Federal de Investigación Criminal de Baviera ha puesto en marcha una investigación para determinar si estaba justificado que la policía disparara contra un yihadista.
Soeren Kern es analista de política europea para el Instituto Gatestone en Nueva York. Síguelo en Facebook y en Twitter. Su primer libro, Global Fire, estará a la venta en 2016.