Parece ser que Egipto está cada vez más preocupado por el incremento de movimientos islamistas en su vecina Libia. Recientemente, el líder militar egipcio y candidato presidencial, Abdul Fatah al Sisi, dijo que hacía falta ayuda militar estadounidense para ayudar a limpiar Libia de los campamentos de entrenamiento próximos a la frontera con Egipto. Sisi afirmó que, a menos que Estados Unidos ayudara a su país para contener el caos civil libio, era probable que el país vecino se convirtiera en "terreno fértil para el extremismo religioso". Añadió que ello tendría un efecto "desastroso" para Estados Unidos.
Sisi declaró además que, al negarse a desplegar tropas para ayudar a estabilizar Libia después de que fuerzas militares occidentales derrocaran al dictador Muamar el Gadafi a finales de 2011, Estados Unidos y otros miembros de la OTAN habían creado un vacío de poder que había dejado Libia a merced de "extremistas, sicarios y asesinos". "La historia les juzgará con severidad", añadió.
El 29 de abril, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Nabil Fahmy, visitó Estados Unidos para hablar sobre relaciones bilaterales y desarrollo regional. Según el principal diario saudí, Asharq al Awsat, durante la visita Fahmy habló con miembros de la Administración estadounidense sobre la actual situación libia, e hizo hincapié en la voluntad egipcia de cooperar con Naciones Unidas para permitir que el Gobierno libio controle las armas ilegales.
Fahmy destacó, según el diario saudí, que una de las preocupaciones egipcias en materia de seguridad relativas a Libia era la reciente formación de un nuevo movimiento islamista en el país, denominado Ejército Libre Egipcio, cuyo objetivo es la desestabilización de Egipto.
Pocos días antes, el 24 de abril, el periódico egipcio Al Ahram, de propiedad estatal, informaba de que el viceministro de Defensa libio, Jaled al Sherif, había afirmado que el denominado "Ejército Libre Egipcio" no existía. "La historia es falsa. No hemos encontrado pruebas que demuestren lo contrario", declaró Al Sherif. Sin embargo, el 2 de mayo, Asharq al Awsat informaba de que miembros de la seguridad egipcia habían confirmado al diario saudí que dicho grupo existía realmente.
El Ejército Libre Egipcio no está aún tan organizado como un verdadero Ejército, según el diario, pero es un movimiento que puede crearle a Egipto problemas de seguridad.
Los representantes de la seguridad egipcia declararon a Asharq al Awsat que el Ejército Libre Egipcio es un movimiento islamista antigubernamental, formado por yihadistas egipcios que fueron a combatir en Siria en la época en la que Mohamed Morsi, anterior presidente islamista egipcio, estaba en el poder, así como por otros miembros de los Hermanos Musulmanes egipcios que huyeron a Libia tras la caída de Morsi.
El jeque Nabil Naim, que fuera líder de la Yihad Islámica Egipcia entre 1988 y 1992, y fundador del Partido Democrático de la Yihad, declaró al diario saudí que el Ejército Libre Egipcio está formado por 600 militantes de los Hermanos Musulmanes y por unos 650 miembros del movimiento Jazem, cuyo líder islamista se encuentra encarcelado en Egipto. También hay partidarios del dirigente de Al Qaeda, Aymán al Zawahiri, y yihadistas que estaban establecidos en el Sinaí y que huyeron a Libia cuando el nuevo Gobierno provisional egipcio comenzó a dar caza a los terroristas tras la caída de Morsi.
Según el jeque Naim, el número total de miembros afiliados al Ejército Libre Egipcio está en torno a los 3.000, divididos en tres campamentos sitos en las siguientes ciudades libias: Zintán, una de las mayores ciudades del noroeste de Libia; Abu Salim, un distrito de la capital, Trípoli; y Derna, una ciudad portuaria del este que es un conocido bastión islamista.
Miembros de la seguridad egipcia informaron a Asharq Al Awsat de que, en Derna, los islamistas que forman el Ejército Libre Egipcio rondan los cuarenta años y algunos de ellos son buscados en Egipto. Entre sus miembros se encuentra también un islamistas sospechoso de ser uno de los atacantes de la embajada estadounidense en El Cairo en 2012, el cual había estado internado anteriormente en Guantánamo.
El exministro de Exteriores egipcio Mohamed Orabi dijo al diario saudí que el Ejército Libre Egipcio, de momento, sólo es un "espantapájaros". Sin embargo, Estados Unidos y los miembros de la OTAN deben detener el aumento del terrorismo en Libia ahora, antes de que los grupos islamistas se organicen lo suficiente como para hacer estallar la región y atacar intereses occidentales.