Tan sólo unas horas antes de los atentados de París, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, compareció en una rueda de prensa junto al presidente de Chipre, Nicos Anastasiades.
La rueda de prensa tuvo lugar poco después de que un terrorista palestino asesinara a dos israelíes cerca de la localidad de Hebrón, en la Margen Occidental: el rabino Yaakov Litman, de 40 años, y su hijo, Netanel, de 18. Otros cinco miembros de la familia (la esposa de Litman, tres de sus hijas –de 5, 9 y 11 años– y un hijo de 16) sufrieron heridas leves. La familia se dirigía a la celebración previa a la boda de otra de las hijas cuando el terrorista palestino abrió fuego sobre su vehículo.
Sin embargo, en la conferencia de prensa de Ramala, el presidente Abás prefirió, una vez más, ignorar un atentado perpetrado por un palestino. Aunque sabía que un hombre judío y su hijo acababan de ser asesinados, no condenó el ataque.
Desde principios de octubre, cuando comenzó la actual oleada terrorista palestina antiisraelí, Abás y los dirigentes de la Autoridad Palestina se han negado a condenar el asesinato de civiles y soldados israelíes. En cambio, el rais ha criticado reiteradamente a Israel por matar a los terroristas autores de los atentados.
Mientras el presidente Abás hablaba en la conferencia de prensa, cientos de palestinos asistían a una concentración en Ramala en memoria de Muhanad Halabi, el terrorista palestino que el 3 de octubre asesinó a dos judíos en la Ciudad Vieja de Jerusalén: Aarón Banita, de 21 años, y Nehemías Lavi, de 41.
La concentración no habría podido tener lugar sin la autorización de las fuerzas de seguridad del presidente Abás, armadas y financiadas por Estados Unidos, Europa y otros países occidentales. En el acto, los palestinos alabaron al terrorista, al que calificaron de héroe y mártir, y prometieron seguir sus pasos.
En otro gesto de homenaje al terrorista, la Autoridad Palestina decidió dar su nombre a una calle de su pueblo, Surda Abu Kash, cerca de Ramala. Con ello, el presidente Abás y los dirigentes de la AP están enviando un mensaje a los demás palestinos: quienes asesinen a judíos serán honrados y loados por su pueblo. La AP también ha erigido un monumento al mártir Halabi en la carretera principal que une Ramala con Bir Zeit.
Menos de 3 horas después de que Abás compareciera ante la prensa junto a su huésped chipriota, él y sus portavoces realizaron declaraciones públicas en las que condenaron los atentados de París.
Esa condena demuestra que la AP considera que hay terroristas buenos y terroristas malos. Para Abás y su Administración, los terroristas son héroes y mártires cuando asesinan judíos. Pero los que matan franceses son malos y merecen una enérgica condena.
Es la misma Autoridad Palestina que, en las últimas cinco semanas, se ha negado a criticar los atentados contra civiles israelíes, entre los que había una anciana de 80 años, un padre y un hijo, y un matrimonio que fue asesinado ante sus cuatro hijos.
Esta postura muestra una vez más la hipocresía y el doble discurso del presidente Abás y de su AP, financiada por Occidente. Al negarse a condenar los atentados antiisraelíes, el rais da su apoyo tácito al asesinato de judíos. De hecho, hace cuanto puede por apoyar a los terroristas y a sus familias.
A comienzos de esta semana la AP anunció que reconstruiría las casas de los terroristas de Hamás que el mes pasado asesinaron a Eitam Henkin y a su esposa, Naama, delante de sus hijos. Las Fuerzas de Defensa de Israel demolieron dichas viviendas como parte de su política disuasoria contra potenciales terroristas. La decisión de reconstruirlas no hará sino animar a los terroristas a cometer más atentados contra judíos, porque saben que el presidente Abás cuidará de sus familias e incluso les construirá nuevas casas.
Fatah, la facción de Abás, que ha estado alabando y presentando como héroes a los terroristas implicados en atentados contra judíos estas últimas semanas, trata ahora de decir a los franceses que está en contra de los ataques terroristas de París. Una vez más, los partidarios del presidente de la AP, financiados por Occidente, pretenden convencer al mundo de que hay terroristas buenos y terroristas malos. Los buenos son los que matan a judíos, y los malos los que atacan a ciudadanos franceses.
Pero lo más gracioso de esta demostración de hipocresía palestina está en las respuestas de Hamás y de la Yihad Islámica Palestina. Ambos grupos islamistas, cuya ideología y aspiraciones no difieren mucho de las del Estado Islámico, no tardaron en hacer públicas sus declaraciones de condena de los atentados de París, en las que afirmaban oponerse al asesinato de "civiles inocentes".
Tanto Hamás como la Yihad Islámica llevan mucho tiempo en el oficio de atacar a civiles israelíes. Ambos grupos son responsables del asesinato de cientos de civiles en las últimas tres décadas. Han empleado todas las formas de terrorismo contra ellos, incluidos el lanzamiento de cohetes, los tiroteos y los atentados suicidas. Y aun así han tenido el valor de condenar la brutal matanza de civiles cometida en París.
Menos de 24 horas después de condenar los atentados, Hamás y la Yihad Islámica hicieron públicos sendos comunicados en los que aplaudían los "heroicos" ataques en los que murieron un padre judío y su hijo cerca de Hebrón. Al igual que el presidente Abás, ambos grupos terroristas distinguen entre terroristas buenos que matan judíos y terroristas malos que atacan a ciudadanos franceses.
La hipocresía y el doble rasero palestino no son ninguna novedad. De hecho, es una historia tan vieja como el conflicto de 67 años entre árabes e israelíes. Por desgracia, países como Francia evitan encararse con los dirigentes palestinos por sus mentiras y sus hipócritas políticas.
Los franceses y otros occidentales tienen que abrir los ojos a la realidad: los palestinos que están condenando los atentados de París son los mismos que alaban a los terroristas asesinos de judíos y les dedican calles y plazas.
El Gobierno francés debería tener el valor de rechazar públicamente las condenas palestinas y lanzar un aviso al presidente Abás, a Hamás y a la Yihad Islámica para que dejen de apoyar y loar a los terroristas musulmanes, no sólo a los de París, sino a los que viven entre ellos en Ramala y la Franja de Gaza.
Encuentre la diferencia... |
Para que la guerra contra el terrorismo tenga éxito, Francia y los demás países occidentales tienen que combatir a quienes cobijan a terroristas y loan a asesinos, y dejar de financiar a quienes practican el terrorismo, que ahora lo tienen por un gran y valioso negocio.